Del mismo modo que los alquimistas llevan siglos desperdiciando esfuerzos intentando convertir en oro cualquier porquería metálica –llaves, abrelatas, tuqueras–, miles de cantautores de todo el mundo se han desvelado por dar con la fórmula de la canción perfecta. Algunos creen que la canción perfecta ya existe, se llama Te amo cuando me mamo y fue compuesta por el songwriter indie finlandés Gusstav Mös-äyko. Sin embargo, los mínimos esfuerzos del NO por conseguirla (Mös-äyko no tiene myspace ni se molestó en subir su discografía al Emule) hace imposible corroborar si es perfecta o no. Más acá del indie de Finlandia, también centenares de abnegados compositores argentinos buscan la canción perfecta, con la misma pasión con la que los conquistadores putañeros intentaban hallar la ciudad perdida de El Sobado.

Pero ningún artista se ha tomado tan en serio el desafío como los Perfecta, la banda de pop rock de Munro que, lejos de confiar en la inspiración azarosa, desarrolla un método científico acuñado en laboratorios clandestinos de la UBA. “Tenemos lista la fórmula para la canción ideal”, asegura el cantante y guitarrista de Perfecta, Rolo Jagger, “y vendría siendo X=2/(çestribillo–solo de baterían)+K*3,1416+ ’chan-chan’”. Ante el pedido de aclaración por parte de este suplemento para “que entiendan los lectores no alfa-música-betizados”, el músico subraya, misterioso, que su flamante fórmula “incluye una melodía corta y pegadiza, una letra con doble sentido pero triste y alegre a la vez, una instrumentación eufórica y un par de ingredientes secretos traídos de Colombia y Paraguay”.

De confirmarse este hallazgo, acaso más científico que musical, el rock argentino contaría con la mejor composición pop de todos los tiempos, y podría arrasar con la industria musical y (peligro) convertir a la Argentina en la meca de los cantautores. Atención: el frontman de Perfecta revela que la canción perfecta ya fue grabada. “Tenemos algunas dudas con la letra, pero por el momento se llama Petera”, destaca el artista y científico. “La canción perfecta ya está, ahora sólo falta probarla”, admite Jagger desde Ciudad Universitaria, mientras cuidadosamente le pone auriculares a todo volumen a un pequeño ratoncito.

* Cualquier parecido con la realidad es porque el periodismo de rock empieza a morderse su propia cola.