En algún momento, el rock veía a la policía como a “Los Otros”, como el principal destinatario de apodos vergonzantes, o directamente como el enemigo a vencer (o, al menos, el enemigo a escupir y birlarle la gorra). Pero los tiempos han cambiado: hoy muchos policías y rockeros conviven en armonía y comparten amenas conversaciones sobre riffs, picanas, crímenes y drogas duras. En 2008, tanto los hipermaquillados fans andróginos del glam rock como los más rústicos cabos de la Bonaerense conviven en paz, sin discriminar, y sin tratar a nadie de “bestia violenta” ni de “falopero tragasable”.

Esta tendencia conciliadora acaso tenga como síntesis a los Sonic Yuta*, banda de Liniers integrada por ex agentes sumariados de la Federal, que cuando aún estaban de servicio defendían la ley mientras escuchaban noise rock. “La primera vez que escuché las distorsiones y los acoples de viola de Sonic Youth me recordaron a los típicos zumbidos eléctricos de los interrogatorios policiales, y me dije: ‘Quiero formar una banda que suene así’”, recuerda, emocionado, el guitarrista y ex principal de la policía, Luis Ranaldo. “Odiamos las melodías y las afinaciones tradicionales, casi tanto como a los pungas y a los estudiantes de sociología”, añade Ranaldo.

A partir de tan firmes convicciones y de su compromiso brutal con la experimentación sonora, los Sonic Yuta cosecharon elogios por todos lados: primero en el siempre exigente circuito del indie rock de las academias de la policía y las Fuerzas Armadas, en el que se ganaron el mote de “los nuevos The Police, pero ruidosos”. Y luego, de la prensa especializada rockera, que –siempre creativa a la hora de crear etiquetas para las bandas nuevas– los definió como “los nuevos de The Police, pero ruidosos”.

Los Sonic Yuta rompieron tabúes y, a partir de ellos, cada vez más policías del palo se animaron a formar bandas de tributo, como Rati Blanca (tributo a Rata Blanca), Los Fabulosos Canas (tributo a los Cadillacs) o Cotisario (tributo de las jerarquías policiales a Coti). Eso sí: para asistir a los shows de cualquiera de estas bandas es indispensable llevar documentos y descartar todo antes de entrar. Por las dudas.

* Cualquier similitud con la realidad debe ser por la exposición a los rayos ultravioleta.