ESCANDALO POR LOS “HIMNOS” EN LA EUROCOPA
El himno de la selección de Croacia es un robo a “Yo te quiero dar”. ¡Sadaic, investigue!
› Por Javier Aguirre
La ambición de que una canción se convierta en un himno de tribunas futboleras –tan común en el rock y en otras músicas populares– no es ningún secreto en las madrigueras donde anidan las abejas reina del marketing. Por eso, cualquier evento futbolero masivo cuenta con canciones oficiales, más hijas del negocio que del sueño de un compositor tan sensible a un buen estribillo como a un gol de emboquillada. Y si aquí en Sudamérica los degustadores de la Copa Libertadores tienen bien escuchada la “canción oficial” del certamen, ¿cómo no va a tener su propio himno la Eurocopa? El torneo europeo de selecciones, que se está jugando en estos días en Austria y Suiza, mantiene el tradicional mal gusto impulsado por la FIFA, más precisamente desde el horrendo La Copa de la vida que Ricky Martin infligiera a Francia ‘98.
En este caso, la canción oficial de la Eurocopa ‘08 es un bodoque a cargo de Enrique Iglesias –Can you hear me?–, cuyo “lado B” oficial es mucho más cool –Like a Superstar, del astro reggae Shaggy–, aunque su videoclip se hace cuesta arriba, gracias al protagonismo de las mascotas oficiales del torneo, los mellizos suizo-austríacos Trix y Flix.
Sin embargo, lo más interesante de la Eurocopa a nivel musical no es el mainstream impulsado por los organizadores sino lo que pasa en los países que la disputan. Y eso que en esta edición del torneo no juega Inglaterra (quedó afuera en las Eliminatorias), que en otros campeonatos supo tener jingles de apoyo a cargo de rockers futboleros como New Order, Embrace o Echo & The Bunnymen. Sin ingleses, el epicentro musical del torneo esta vez está en España, donde la canción oficial de “apoyo” al seleccionado ironiza sobre el derrotismo con que los hinchas ibéricos ven a su equipo cada vez que llega un torneo importante (aunque, ojo, que en su debut en la Eurocopa, España goleó a Rusia 4-1). La pegadísima y loser canción oficial de La Furia Española se llama Pasar de cuartos, sus versos confían en que el equipo avance más que los cuartos de final y repiten “¡pasar de cuartos, estamos hartos!”.
Y es interpretada por Pignoise (banda liderada por un ex futbolista del Real Madrid, Alvaro de Benito), con un sonido de pop de guitarras químico que recuerda a Los Planetas, acaso la mejor banda española no integrada por Andrés Calamaro. Pero también circula una decena de temas no oficiales de apoyo al seleccionado de la Madre Patria, entre los que se destacan el del dúo femenino Las Chachi Gol (Euro gol eo eo, onda Las Ketchup, pero rico en picarescas alusiones a las pelotas) y el cover de Me late (de Los Pericos, grabado por la banda Trieste), que a pesar de su letra poco y nada futbolera, está acompañado por un clip rico en fotos y goles de jugadores españoles.
Pero, atención, grave denuncia del NO: el himno de la selección de Croacia es un choreo a mano armada a Yo te quiero dar, la tribunera canción de La Mosca. Y más allá de chistes obvios sobre cien años de perdón y cosas así, la melodía del estribillo es calcada, aunque con una letra que arenga “Zivot mi dala, bas-kao daje znala... ¡Hrvatska!”. Si bien este suplemento se colgó y no averiguó la traducción exacta (sólo se pudo averiguar que “Hrvatska” significa “Croacia”) es justo por una vez reivindicar a los songwriters de Ramallo, víctimas del latrocinio de los ex yugoslavos. Otras selecciones con canción oficial propia son Polonia (con un himno cuasi hardcore, cantado en riguroso idioma polaco, y con un estribillo que repite y machaca la universal palabra “football”) y Rumania, cuyo respaldo musical llega de una balada jazzrockmántica que recuerda más a Sting que a George Hagi. Y con ese himno oficial tan meloso y emotivo, no es sorpresa que el mejor jugador rumano del momento se llame... Ciprian Marica. De onda.
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