LA NUEVA COSECHA DE RADIOHEAD MODELO 2002
9 semanas, 16 canciones
Mientras se discute sobre la autenticidad de unos supuestos primerísimos demos de su carrera, la banda de Thom Yorke estrenó nuevos títulos durante su gira por España y Portugal. A la distancia (qué lejos queda todo...), un adelanto del nuevo disco por venir.
Por Pablo Plotkin
El rock parece ser un juego de opuestos. A la par del avance del tropel eléctrico (The Strokes, White Stripes, The Hives), el rock arty blanco hace méritos suficientes para que no se lo borre del mapa. The Beta Band, Wilco, Coldplay y Flaming Lips, por citar sólo algunos casos, editaron álbumes que –cada uno a su manera– dejan en claro que el mundo no se terminó con Velvet Underground y los Stooges. Entretanto, el hijo pródigo del rock aventurado, Radiohead, tiene listas las canciones de su inminente sexto disco, y semanas atrás las tocó casi todas en una gira por los países ibéricos. Un poco de aire enrarecido entre tanto estribillo infalible.
“Es música que podés imaginar cogiéndotela”, declaró Thom Yorke, entre críptico y contundente. La alusión sexual puede tener que ver con cierta vuelta –no, no insistan, no van a sacar otro OK Computer– al dominio del ritmo por sobre las atmósferas nebulosas del dueto Kid A-Amnesiac. De esos discos, canciones como “Knives out” y “Optimistic” podrían usarse como pistas de lo que vendrá. Si en su etapa post-rock Radiohead había decidido atentar contra melodía y ritmo en busca de un estado musical desestructurado, ahora la cosa es recuperar el sudor y la sensualidad, sin acercarse en lo más mínimo al clasicismo. “Tenemos esa idea de que no queremos usar computadoras”, explicó Yorke, como si los primeros sorprendidos por la resolución fueran los propios Radiohead.
Las canciones fueron presentadas a lo largo de los 14 shows en España y Portugal, poco antes de que la prensa internacional recogiera una noticia explosiva para la comunidad melómana internética: había aparecido un viejo demo de On a Friday, nombre que tenía la banda de Yorke y Colin Greenwood antes de llamarse Radiohead. Sobre la autenticidad o no de esas sesiones de grabación (presuntamente avalada por un capítulo de Radiohead: From a Great Height, la biografía de Jonathan Hale publicada en 1999) se ha discutido mucho en los últimos días entre fanáticos de la banda. Lo concreto es que, en 9 semanas de ensayos no del todo armoniosos, los Radiohead compusieron 16 canciones nuevas. Las grabarán en setiembre, otra vez con Nigel Godrich como productor.
Un periodista de la revista inglesa Q estuvo en el concierto de dos horas y media en el Coliseu dos Recreios de Lisboa y reseñó los ¡doce! estrenos de la noche. He aquí una síntesis de esas primeras impresiones, en las que por lo general el crítico apela a la vieja fórmula de “una cruza de...” Considerando el estado embrionario de las canciones y la ansiedad de la prensa británica, se recomienda tomar las definiciones con cautela.
“There There”. “Canción rock misteriosa, con un beat tribal-gótico que recuerda a Joy Division o a Siouxie & The Banshees...”
“Scatterbrain”. “Balada densa, que trae a la mente a Tim Buckley y al R.E.M. de ‘Perfect Circle’...”
“Up on the ladder”. “Un baggy blues tipo los Stones Roses. Thom Yorke baila con el estilo enfermito de Ian Curtis (Joy Division), y repite: ‘You let the people down...’”
“We suck young blood”. “Acordes humeantes de piano, intervalo jazzero. Parece inspirado en esos viejos artistas consagrados que atraen a los jóvenes productores de moda...”
“I will”. “Canción de cuna espectral con armonías de Ed O’Brien. Particularmente excepcional cuando el estribillo dice ‘little baby’s eyes...’”
“Sail to the moon”. “Un futuro clásico... Una mezcla única de Pink Floyd y Marvin Gaye...”
“Myxomatosis”. “‘Esta es la asquerosa’, dijo Yorke sobre este tema feroz cuya letra fue descartada de Kid A. Sería una polka punk-progresiva...”
“A punch up at the wedding”. “Esta es la canción en la que Yorke dijo: ‘Te podés imaginar cogiéndotela. Si les gusta tener sexo lento... sexo en 80 bpm’. En algún lado entre Talk Talk e Isaac Hayes...”
“Wolf from the door”. “Los arpegios de guitarra recuerdan a los Beatles en la etapa Abbey Road. La voz rasposa de Yorke recuerda al Dylan de mediados de los ‘60...”
“Sit down, stand up”. “Con Colin Greenwood en teclados y O’Brien como segunda voz, la canción se centra en la repetición furiosa de la palabra ‘raindrops’ (gotas de lluvia).”
“Go to sleep”. “Introspección y aullidos que remiten extrañamente a Guns N’Roses...”
“Where I end and you begin”. “Con sintetizadores fuertes, recuerda a la era post-punk de Echo & The Bunnymen y, otra vez, a Joy Division...”