Jueves, 31 de julio de 2008 | Hoy
ESTA NO ES UNA BANDA QUE NUNCA VA A ESCUCHAR
Los Ska’n’ska son una especie de Karamelo Santo escandinavos, que le confiesan al NO su gusto por Los Decadentes, Los Fabulosos Cadillacs y No Te Va Gustar.
Por Javier Aguirre
¿El Caso Skanska salpica al NO? ¿Lo qué? ¿Skanska no es esa empresa sueca constructora de gasoductos que la Justicia argentina lleva años investigando por supuestos pagos de coimas a funcionarios del Ministerio de Planificación nacional, a cargo de Julio De Vido? ¡Eso es aburrido! ¡Ya lo dijeron los Ratones Paranoicos: los chicos quieren rock! Calma: el Skanska del que habla el NO de ningún modo involucra presuntos sobornos, diegos, tajadas, mordidas, vamo-y-vamo, facturas truchas, sobreprecios, escuchas telefónicas, funcionarios renunciados ni –mucho menos– millones de dólares.
Ska’n’ska es una banda sueca que lleva años calentando el (seguramente gélido) under de Estocolmo con su mezcla combativa de ska, reggae y hardcore latino. Son una especie de Karamelo Santo escandinavos, que le confiesan al NO su gusto por Los Auténticos Decadentes, Los Fabulosos Cadillacs y No Te Va Gustar. “Hacemos latin-ska”, definen desde su correo electrónico, “y tenemos muchas influencias –el punk, la música de los Balcanes–, aunque entre las más fuertes están las bandas sudamericanas de ska y punk, con muchas de ellas además compartimos sello”. La referencia es a Übersee Records, un sello alemán cuyo catálogo europeo, además de incluir a los Ska’n’ska, ofrece a Attaque 77, Andando Descalzo, Karamelo Santo, Un Kuartito, Los Calzones, o a los uruguayos Abuela Coca.
Los Ska’n’ska forman parte de esa suerte de escena itinerante de rock mochilero, rica en dreadlocks, conciencia de clase (rockera y turista) y giras de bajo presupuesto. Ese espíritu trajo a algunos Ska’n’ska a Buenos Aires el verano pasado: no, no estuvieron en el Ministerio de Planificación sino en San Telmo, donde disfrutaron “la música que hay por las calles, desde tango a ska-acústico, como la banda Radio Roots, que suenan bastante parecido a Ska’n’ska”.
Con perdón de Manu Chao, el diálogo con los Ska’n’ska lleva a una especie de esperanto del rock; inglés cortado con palabras en castellano y sueco. Lo que se explica mediante los extracomunitarios que integran el plantel: de los diez integrantes del grupo, seis son suecos; dos, chilenos (el guitarrista Sebastián y el trombonista Diego); uno, alemán y otro de la rockerísima zona del Kurdistán. Esa inevitable inspiración multinacional –-en el sentido artístico, no empresarial– está presente en la música de Ska’n’ska, como puede apreciarse en el MySpace del grupo donde, en entusiasta idioma español, la canción Ya basta repite “El pueblo unido jamás será vencido”. “Esa canción apoya a los zapatistas y a la lucha en Chiapas, y significa mucho para nosotros”, revelan. Y amplían: “Representa la lucha contra la opresión, y muestra que la resistencia es posible cuando la gente se une. Es una canción esperanzadora, porque esas palabras tan conocidas han esparcido coraje entre personas de todo el mundo.”
Quienes no les caen simpáticos son sus (casi homónimos) compatriotas empresarios de Skanska: “Sabemos algo sobre el supuesto escándalo de corrupción con el gobierno argentino”. “¿Tienen pruebas?”, disparan los sabuesos del NO. “No, lo que tenemos entendido es que la empresa habría tratado de pagar sobornos millonarios para obtener buenos contratos, y que después prohibió a sus empleados hablar con la prensa”, aclaran.
Y, mochileros del rock al fin, abren paso para que el tecladista kurdo–sueco Martin cuente una anécdota viajera: “Estuve por Ecuador hace dos años, y conocí indígenas amazónicos que habían sido brutalmente expulsados de su tierra por compañías que estaban buscando petróleo, y Skanska era la principal encargada de las construcciones. Echaron a todos e instalaron pozos petroleros en su cementerio de la comunidad aborigen. O sea, sabemos muy bien que los de Skanska son gente muy mala, y nosotros estamos en el polo opuesto a ellos. Nuestro nombre se pronuncia ‘ska and ska’, como ‘rock and roll’”, ilustra. “Todos los nombres de bandas suecas de ska incluyen el guiño al género, como Skavers o Alla’ska. Pero es mucho más divertido nuestro nombre, sobre todo si le molesta a una compañía grande y desagradable como Skanska”. No más preguntas, Su Señoría.
* Ska’n’ska se puede escuchar en www.myspace.com/losskanska
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