Si alguien se parara aquí, frente a este inmenso ventanal luminoso, en una tarde de calor insoportable, no se le ocurriría pensar que está en el departamento de un hombre que se cargó al hombro la crisis de su banda. Ni tampoco que allí, fumando en el sillón, está su socio en la soledad, esperando. En la habitación hay una pila ordenada de discos de Echo and the Bunnymen, Sonic Youth, Bob Dylan y Velvet Underground, unos cajones cargados con libros de Jorge Luis Borges y un anaquel repleto de películas de François Truffaut, Ingmar Bergman y Woody Allen, entre otros. El lugar es la casa de Sebastián Carreras. Y el propietario y su compinche Gabriel Lucena son quienes se hicieron cargo de los problemas que sufrió Entre Ríos a finales de 2005. “Fue un momento horrible para la banda. Por eso cuando empezamos esta nueva etapa, lo tomamos como algo nuevo, para empezar con todo casi desde cero”, sintetiza Sebastián, encargado de las programaciones y las letras del último disco.

Sin remedio, barranca abajo, rodaron casi al precipicio. Eso es lo que se escucha en Entre Ríos, el reciente álbum del grupo: arrepentimientos, soledades, tiempos para olvidar recuerdos, la quietud de un paisaje a través de un ventanal, la esperanza de un tiempo mejor. El panorama cambió demasiado cuando se sumaron al grupo Paula D’Angelo, en batería, y Rosario Ortega –hija menor de Palito– como cantante estable, para darle a la banda un sonido más categórico. El resultado: muchas guitarras y bases rítmicas más contundentes. “Cuando empezamos a tocar estas canciones nuevas había una necesidad de cambio muy grande. Con Sebastián hablábamos mucho de cambiar”, se sincera Gabriel, que en este nuevo disco se encarga de los bajos, guitarras, sintes y programaciones.

–Ponerle el nombre de la banda al álbum, ¿fue como empezar de nuevo? Ahora se escuchan más guitarras, como si fueran una banda de rock.

Sebastián: –Es que siempre fuimos rockeros. Subirte al escenario con pocos instrumentos, mezclarlos con máquinas y hacer un recital de canciones es súper rockero. Lo digo como actitud, no como género.

Por ejemplo, ves a Kraftwerk, y ésa sí que es una banda rockera de verdad, porque está yendo para adelante. Hoy es muy fácil hacer sonar estridente a una banda. Nosotros lo logramos con poca instrumentación.

El problema de 2005 fue la ida de Isol (ahora en Zypce), la cantante histórica de la banda. El alejamiento hizo pensar a Gabriel y a Sebastián en una idea que venían trabajando: utilizar cantantes alternativas en los discos y las presentaciones en vivo. Así pasaron a componer canciones para Juliana Gattas, de Miranda!, y Regina Janssen, de Donna Regina. “Después seguimos avanzando con esa idea de cantantes alternativas y apareció Rosario. Le propusimos lo mismo que a las chicas con las que hablábamos: que cantara un tema; después le pedimos que fuera nuestra cantante en los shows, porque sabíamos que iban a ser algo importante”, resume Sebastián.

Rosario tiene voz de niña, trémula y crepitante. Un registro totalmente diferente al de Isol, pero mucho más conmovedor. Dice ella: “Si hubiese sentido alguna presión, no hubiera aceptado tan rápido. Me divertía la situación. Venía de hacer algo distinto y era nuevo adaptarme a todo lo que es Entre Ríos”. Paula D’Angelo, la otra incorporación, resume: “Al principio tuve dudas porque sabía que era una banda de electrónica. Los había visto tocar antes y la verdad que ahora es otra cosa. Es una parte nueva del grupo. No integro una banda que ya estaba sino que estoy en una nueva”.

–¿Con este disco esperan llegar a mucha más gente?

Sebastián: –No, para nada. El público pueden ser diez, diez mil o cien mil. Como le pasó a Velvet Underground, que no tenían muchos seguidores.

–Entonces quieren ser de culto.

Sebastián: –Somos cultos (risas). Así como está el cine de autor, lo nuestro es música pop de autor. Cada uno del grupo pone su impronta, su identidad en las canciones de la banda. Y eso es una construcción propia. Las búsquedas pasan dentro de uno. Porque si vos llegás a la masividad tiene que ser genuino... Pero si la estás buscando desesperadamente y cambiás tu identidad para ser masivo, me parece que estás perdiendo tu propia vida.

Rosario: –Cuando me llamaron, vi que detrás de todo esto no había ganas de buscar masividad, ni fama. No era gente improvisada que todavía estaba buscando los músicos. Tenían todo pensado.

–En el MySpace de la banda dice que dejaron los artificios de lado para hacer música honesta. ¿Qué quiere decir eso?

Sebastián: –La palabra “artificios” la puse yo y la uso siempre porque Borges la usaba mucho. Para mí esa frase quiere decir usar la experiencia, ocupar todos los espacios. Antes habíamos llegado a un punto de complejidad en el que todo tenía que estar justificado, todo el sonido tenía que ser diferente, todo tenía una carga de diferenciación muy alta. En este disco no pensamos en eso porque sabemos que somos de una manera determinada. Me formé escuchando discos que no son los que pasan en la radio, leo determinadas cosas que no lee todo el mundo y con eso me alcanza para que me guste el arte y crear.

–Entre Ríos rompe con el concepto de que con la electrónica sólo se salta.

Sebastián: –Conozco mucha gente formada en el ambiente de la electrónica. Los que son deformes son los rockeros. Pero igualmente no sabemos hasta dónde llega el arte en la música. Gente como Sonic Youth eran tipos formados, racionales y sabían lo que hacían. Igualmente no pienso en los rockeros de acá. Más bien pienso en los políticos, los empresarios, la gente que anda en 4x4 escuchando reggaetón, en los que no tienen acceso a la cultura, porque la cultura no es gratis. Si tenés acceso, informate.

Gabriel: –Conocemos personas que se manejan con cierta información, con cierta cultura. Cuando escuchás hablar a alguien del rock chabón o ese tipo de bandas, ves que tiene otro tipo de información distinta.

Rosario: –Eso se aplica a todo, a la tele, al cine, al teatro. Ahora los que están arriba del escenario tienen el poder de la información. Y la gente escucha mucho lo que dicen los artistas. n

*Entre Ríos y Hana serán parte del Sexto Festival de Arte Joven 2008, que se realizará este domingo en el Hipódromo de San Isidro. Allí también tocarán Babasónicos, Virus, Estelares y Victoria Mil.