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Jueves, 4 de diciembre de 2008

CADENA PERPETUA HABLA DEL PASO DEL TIEMPO

“Aprendemos a los golpes”

Mientras preparan los temas que integrarán su próximo disco de estudio, los tres integrantes de Cadena Perpetua repasan sus dieciocho años de existencia... y se ponen un poco nostálgicos.

 Por Mario Yannoulas

A pesar de que Vala (o Hernán Valente, cantante y guitarrista) todavía ande en su viejo y muy cuidado Mitsubishi, y que los vinilos aún engalanen sus discotecas, los miembros de Cadena Perpetua (Eduardo Graziadei en bajo y el Chino en batería) saben que los tiempos han cambiado. Las bandas siguen grabando discos en vivo, pero ahora también sacan DVDs y son filmadas y fotografiadas por cientos de celulares, que con el correr de los días engrosarán la cantidad de videos confusos y evitables que superpueblan YouTube, o serán algunas instantáneas fuera de foco más en la blogósfera. Por eso serán el paso del tiempo y sus consecuencias las constantes que recorran toda la charla entre el NO y una de las pocas bandas que se animan a decir que hacen punk rock sin dar demasiadas vueltas.

Hace dos años, cuando sacaban su último disco de estudio (Demasiada intimidad, 2006), muchos de sus seguidores los habían puesto en el ojo del huracán por pensar que habían dejado de ser lo que eran: ahora sonaban temas en la radio, rotaban videos, figuraban más gracias a la maquinaria de Pop Art. Hoy, a 18 años de su génesis, nutren las bateas con un combo CD+DVD en directo, En vivo en Obras, apuntalando ese pico de popularidad que los convierte en una banda referente del punk local, y ya no sólo para los topos del under. Por el momento, los miembros de Cadena prefieren hablar desde el hoy, aunque a veces no puedan evitar sacar a relucir la nostalgia de tiempos pasados.

–¿Por qué En vivo en Obras incluye pocos temas de la vieja época?

Vala: –La lista se hizo con las cosas que salieron bien. Además, siempre preferimos lo fresco. Estamos un poco cansados de los temas viejos; sabemos que la gente va a cuestionar ese punto, pero también tiene que entendernos.

–En los foros también pedían más volumen para el público...

Edu: –Ahí hubo un error técnico: no se microfoneó bien a la gente. En la mezcla, cuando subíamos el volumen del público, se empastaba mucho el sonido. Hicimos todo lo posible, pero no pudimos resolverlo. Más allá de eso, el audio del trío está impecable.

–Las formas de escuchar y consumir música cambiaron mucho en los últimos años. ¿Los recitales también?

Edu: –Las mejoras técnicas llegaron más al estudio que al vivo, que se mantiene más o menos igual. Lo que cambió principalmente es la seguridad, y eso fue para bien. Ahora la gente va a ver un espectáculo, cuando antes iba a ver algo que no sabía a qué hora iba a empezar, a qué hora terminaba, ni cómo iba a ser el sonido. Por ejemplo, a ese show de Obras fue mi viejo, que nunca había ido a vernos, y creo que en Cemento no se la hubiese bancado. Después está el tema de los celulares... Que la gente te esté viendo a través de una pantalla en vez de hacerlo en directo no está tan bueno. A mí no me gusta. Pero no queda otra, es así.

Vala: –Son chicos que nacieron en otra era, un tiempo extremadamente digital. Tienen otras herramientas, y hay que entender un poco eso.

Edu: –Creo que el peor invento de los últimos tiempos es el celular con cámara. Se agregan medios para registrar las cosas, pero a la vez son de calidad más baja. El mp3 es baja calidad, las fotos son de baja calidad, las filmaciones también, el audio va para atrás. Los discos que escuchábamos antes tenían más dinámica, más aire, más arte. Ahora es todo estándar, más liviano, como para que la info corra más veloz y te puedas bajar más rápido una canción, pero perdiendo calidad. No se sabe bien en qué va a terminar este proceso, pero seguramente los discos desaparecerán. No está bueno, porque uno pone mucho laburo en eso, y la gente vieja como nosotros está acostumbrada a hacerlo de esa manera. No creo que sea para mejor, y no sólo por la calidad sino porque no va a haber más arte, que es otra forma de expresarse: hasta el material que usás está diciendo algo.

A riesgo de empezar a sentirse jovatos, los Cadena admiten que la marcha del tiempo también marcó una brecha generacional entre ellos y su público más joven, aun cuando su música sigue teniendo la misma pátina juvenil. “Tratamos de transferirles nuestras experiencias a los chicos, intentamos no ser ‘estrellas de rock’ sino estar con ellos, hacerles saber lo linda que es la música, las oportunidades que te da, lo bien que hace”, explica el bajista, y Vala se anota: “La música es una contracultura, y hoy está todo en la misma cultura, es todo lo mismo. Lo nuestro trata de ir contra lo establecido, y tratamos de dar ese mensaje de que no todo se globalice”.

–Entonces, ¿existen valores que hay que rescatar?

Vala: –El de elegir, sobre todo. No morfarse todo lo que te viene dado. Ahora hay una invasión de propagandas de celulares diciéndote que si tenés tal o cual teléfono vas a ser más feliz. Consumismo a pleno.

Edu: –No se trata de armar una banda para salir en radio y televisión. Nosotros somos un ejemplo porque conseguimos un lugar haciendo las cosas a nuestra manera. A la hora de hacer las letras, estamos pensando en la gente que lo va a escuchar. Por ahí no está tan bueno, pero es así. No hay quedarse con lo que nos meten a la fuerza a través de los medios, hay que rescatar la simpleza, volver a la amistad, juntarse entre amigos a tocar, jugar a la pelota, comer asados.

Vala: –Se perdieron la esquina, el club de barrio. Nosotros no escuchábamos lo que pasaban por la radio sino lo que veíamos que nos gustaba: heavy metal, punk rock. Ahí descubrimos lo que se podía hacer con las manos. Ahora todavía se puede hacer, pero no sucede.

–Musicalmente, ¿en qué están?

Edu: –En este momento estamos componiendo y ensayando canciones nuevas, tratando de absorber música para aportarle al disco nuevo e intentar darle una vuelta de rosca, porque ningún disco de Cadena es igual al anterior. Eso es bastante costoso, además de elegir un productor que nos entienda y se acople al equipo: no nos gusta eso de agarrar al productor de moda y llevarlo a tu banda.

–Con tanta data musical dando vueltas, ¿cuesta más ser diferente?

Chino: –Y... Antes escuchábamos a tres bandas y ahora a treinta mil. Y siempre te van a encontrar un parecido. Antes teníamos Clash, Pistols y Ramones, y por ahí no sonábamos a ninguno, pero ahora te dicen: “Esto es re Social Distortion”. En realidad, primero nos dijeron que éramos parecidos a Los Violadores, después a La Polla, porque en vivo hacíamos temas de ellos; cuando apareció Green Day nos comparaban porque éramos un trío. Lo bueno es que nunca quedamos encasillados, nos movimos por muchos lugares.

–¿Cuáles son las novedades?

Edu: –Los ritmos, las melodías. Estamos usando acordes menores, que antes no conocíamos.

Vala: –Eso te lo da hablar o tocar con otros músicos.

Edu: –Hace dieciocho años que tocamos y la verdad es que somos bastante de madera, pero vamos aprendiendo a los golpes.

Chino: –Nos están saliendo algunas cosas más viejas que el punk, cosas medio Who, medio Beatles. Antes por ahí era palazo y palazo, ahora es una música que flota, vuela más, tiene otra densidad. Estuvimos tocando con Teo, un amigo nuestro que compone unas canciones terribles y nunca tuvo banda. El venía a grabar acá, escuchábamos los temas y los grabábamos en largas noches. Es un gurú medio pop inglés, algo a lo que no nos acercábamos demasiado. La idea es grabar en marzo o abril, pero... Ya usar ese “pero” quiere decir que hasta agosto no pasa nada (risas).

* Cadena Perpetua se presenta este domingo junto a No Relax en el Teatro de Colegiales, Federico Lacroze y Alvarez Thomas, desde las 19.

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Imagen: CECILIA SALAS
 
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