MORRISSEY, MORRISSEY: CANSADO DEL AMOR
Ya lo dijo Leo
–¿Tenés relaciones alguna vez?
–No, relaciones físicas no. Quiero decir, hay gente en este planeta que no está obsesionada con el sexo, y yo soy una de ellas. No me interesa. Y no estoy ocultando nada, no voy por ahí camuflado en la noche, sosteniendo secretamente una vida salvaje. No me interesaba cuando tenía 17, no me interesaba a los 27, menos me interesaba a los 37 y menos aún me interesa ahora. De verdad disfruto enormemente de mi propia compañía, así que no siento un gran abismo existencial. Me siento de noche en casa y estoy absolutamente orgulloso de no tener que complacer a nadie, o escucharlo, hospedarlo. Creo que vivir solo es un gran privilegio.
–¿Quién es tu mejor amigo?
–¿Mi mejor amigo? ¿A los 43? ¡Mi tarjeta de crédito!
–¿Ni siquiera un gato?
–No. Mi mejor amigo soy yo. Me cuido a mí mismo muy, muy bien. Soy la última persona que quiero ver al final del día y la primera por las mañanas. Estoy infinitamente fascinado: a las ocho de la noche, a la medianoche, estoy fascinado. Es una relación de por vida y el divorcio nunca se va a interponer. Es por eso, como dije, que soy un privilegiado. Y ésa es una respuesta sincera. En medio de una gira por los Estados Unidos (desde hace un par de años, su país de residencia), el siempre sorprendente Morrissey volvió sobre su vieja condición asexuada al ser consultado por una periodista de The Observer. Todavía despechado con sus demandantes ex compañeros de los Smiths, el Gran Bocón volvió a su ¿querida? Inglaterra para cantar en el Albert Hall de Londres, con entradas agotadas. Ahora, la pregunta es: ¿para cuándo un disco nuevo?