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Si se revisa el último lustro de bit y jolgorio en la Argentina, se notará que, pese a la mayoría de artistas europeos, la escena canadiense paulatinamente mostró su temperamento y estampó su huella. El interés del festival Mutek por institucionalizarse en el país abrió las puertas para que un puñado de exponentes asaltara las pistas y festivales locales, y evidenciara el crecimiento de esta movida. Al mismo tiempo, el indie concebido bajo la bandera con la hoja de arce tomaba cada vez mayor impulso en el mapamundi del rock. Por acá ya pasaron el fundamental Richie Hawtin, el sensacional Deadmau5, el etéreo Deadbeat, la descomedida Peaches y los ultraviolentos Crystal Castles, cuyo show quedó trunco en la pasada Creamfields. No obstante, de todos ellos Tiga es el artista que mejor supo mostrar el desarrollo antes mencionado, pues sus visitas a Buenos Aires siempre coincidieron con cada gran paso que daba. Su debut en suelo porteño, en el South American Music Conference de 2005, se produjo cuando era considerado una de las flamantes sensaciones del dance global; en su segunda visita, para la Cream de 2006, acababa de editar Sexor, su sensacional disco debut como intérprete. Ahora el de Montreal regresa a la capital sudamericana de la electrónica y la música dance para participar este sábado en el Southfest 2009, y algunos días antes del lanzamiento de Ciao!, su inminente segundo álbum tras el micrófono.

“Todavía recuerdo esa experiencia en la Creamfields, fue increíble”, comparte el electro crooner, DJ, productor y dueño del sello Turbo Recordings con el NO, desde su ciudad natal. Tiga es consciente de que en aquella ocasión ofreció un DJ set dibujado más por los temas de otros que por los propios. Por eso adelanta: “Como voy a tocar en un lugar más chico, pasaré mucha música mía y material del nuevo disco”. El anuncio tira para abajo la esperanza de que pueda presentar un show con banda. “Para ser honesto, nunca canté en vivo”, confiesa. “Pero estoy seguro de que en algún momento lo haré. Prometo que cuando ocurra volveré a la Argentina para presentarme con ese formato.”

Apenas apareció en las bateas, Sexor se tornó, a partir de su groovero y melodioso hit (Far From) Home, en uno de los álbumes más exitosos de 2006. Pero a Tiga lo puso más feliz la respuesta que tuvo el disco más allá del suceso comercial. Y agrega: “Si bien en ese trabajo se notó la influencia que el synth pop ejerció en mí, no considero que estuviese tan cercano al pop”. Con Ciao!, que saldrá a la venta el 27 de este mes, sucedió todo lo contrario. “Mi nuevo disco está más orientado hacia el pop. En ese sentido, las canciones son mejores que las de Sexor. Sin embargo, es un trabajo que puede servir para el club y el dancefloor.” El propio título abarca el concepto del álbum: “Me gusta Italia, su gente y el significado de esa palabra porque se usa para saludar y despedir. Lo mismo sucede con las canciones: luego de que se termina una, comienza otra; se encadenan”. Acerca de la canción como formato, Tiga es escrupulosamente preciso, por eso marca la disparidad con la noción de track. “Posiblemente para el que escucha no haya mucha diferencias, pero para mí el objetivo del track es que suene en una pista. Cuando estoy trabajando una canción, la perspectiva de la composición cambia porque tomo en cuenta, entre todas sus piezas, los arreglos vocales”, explica.

La lista de invitados de Ciao! auguran la axiomática notoriedad de la nueva aventura sonora de la estrella electro tech. Allí figuran el también canadiense González, James Murphy (LCD Soundsystem), Philippe Zdar (Cassius), el dúo Soulwax, el productor y DJ finlandés Jori Hulkkonen, y el sueco Jasper Dahlbäck. “Jesper y Soulwax también estuvieron involucrados en Sexor”, recuerda Tiga. “Me gusta trabajar con otra gente. En este caso fue como tener una banda porque cada uno puso su ímpetu y logró que mis canciones sonaran mejor. Aprecio profundamente que todos ellos hayan compartido su tiempo para participar en mi nuevo emprendimiento.” La satisfacción de haber contado con la pequeña ayuda de sus amigos y confeccionar una colección de canciones que aspiran a convertirse en odas al pop desborda del otro lado del teléfono. “Supongo que en este álbum quería estar un poco más sobre mis propios pies”, reflexiona. “De los proyectos, siempre me han gustado su sentido del misterio, y eso es lo que trato de crear. Me fascina la idea de estar un poco fuera de las tendencias y, al mismo tiempo, de ser percibido como una persona ‘real’.”

Artista multifacético como pocos, el canadiense prefiere no hacer distinciones sobre sus desdoblamientos: “Más allá de cantar, ser DJ, productor o empresario, lo que más me gusta es hacer música”. Sobre la principal característica de la electrónica y el dance de su país, Tiga asegura: “Considerando que Canadá es un país relativamente joven y en crecimiento, lo que genera en los artistas que seamos conceptualmente flexibles. La escena electrónica está bien, hay mucha gente haciendo diferentes cosas. La única diferencia con respecto al indie es que tiene la tendencia a agruparse más y a formar como un movimiento”. El, que considera al techno como su mayor influencia, supone que lo mejor del bit actual está en la hibridación: “La movida electrónica a nivel mundial está hoy bastante dividida porque se generaron las segmentaciones. Al mismo tiempo, por más que esté fragmentada, hay mucha música buena. En lo personal, creo que lo mejor de todo esto ha sido la mezcla del pop con la electrónica”.

* Tiga se presentará el sábado, junto a Basement Jaxx, Fisherspooner DJ set y Sasha, en Southfest, Costa Salguero.