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Hay veces en las que el periodismo de rock no debe limitar su función a fríos textos contemplativos, ni a meras descripciones, ni a críticas descomprometidas. Hay veces en las que no puede hablarse de “objetividad” ni de “mantenerse a cierta distancia del entrevistado”. Como cuando una vomitada ajena salpica el jean del periodista a las 4 de la mañana en un festipunk. Es que la escena rock promueve la adrenalina. Y el periodista de rock, de un modo u otro, pertenece a esa escena, tan rica en adrenalina como en vómitos.

Una de esas veces es cuando el rock argentino es víctima de un atropello extranjero; cuando la imperial metrópoli del rock anglo minimiza las particularidades de la periferia, menosprecia los rasgos esenciales del rock argentino. Algo de eso hay en el caso acontecido en allmusic.com, un reconocido sitio web que dispone de una inmensa base de datos sobre música internacional, y en especial sobre rock. Por lo general, se trata de una fuente de consulta confiable, aunque desgraciadamente ha mostrado su peor cara. Todo empezó cuando los sabuesos del NO ingresaron “Viejas Locas” en el motor de búsqueda de Allmusic.

En la biografía de la iniciática banda de Pity Alvarez no se consigna los rumores sobre una posible reunión. Pero eso no debe sorprender a nadie: el periodismo de rock anglosajón es muy serio y jamás se dejaría llevar por un rumor surgido en los monoblocks de Piedrabuena. Lo grave aparece al cliquear en la lista de miembros del grupo: “Cristian Alvarez guitarist, Sergio Toloza guitarist, Fabián Crea bassist, Fabián Crea drummer”. ¿Cómo? ¿Qué el querido Fabián “Fachi” Crea era bajista y también baterista de Viejas Locas? ¿Allmusic cree que Fachi tocaba bajo y batería al mismo tiempo? ¿Acaso creen que es un hombre orquesta, un fenómeno circense? ¿O que hay dos Fabianes Creas, y que justo los dos tocan en la misma banda de rock? ¿Y por qué ningunean de tal manera a quien sí tocaba la batería en Viejas Locas, el entrañable Abel Meyer?

En la redacción del NO la indignación es total. La misma sensación de impotencia, de indefensión, de zona liberada, debe sentirse en este momento en Villa Lugano. Esto contribuye con el extendido prejuicio que supone que los gringos desconocen todo sobre el rock stone de Piedrabuena. Claro: así como creen que Río de Janeiro es la capital de la Argentina, también están convencidos de que el batero de Viejas Locas era Fachi Crea. Y cuidado: hoy se metieron con Viejas Locas, pero en el futuro la imprecisión bien podría alcanzar a cualquier otro artista del rock argentino. Tamaña falta de rigurosidad periodística exige tomar partido, jugársela por la cultura de la Patria, arriesgar el pellejo. A trabajar.

A los poderosos hay que golpearlos allí donde más les duele: la bandeja de entrada de sus mails. Es hora de buscar en la web de Allmusic un medio de contacto y enviarles un furioso pedido de retractación, en nombre de todo el rock argentino. Encuentro el enlace, voy a la opción “Corrections” y escribo, en castellano, una didáctica explicación acerca de quién tocaba qué instrumento en Viejas Locas. Justo antes de enviar el mensaje, me detengo y lo reconsidero: “Seguro que quien conteste los mails en Allmusic no sabe castellano”, reflexiono, y por eso decido a apelar a mis conocimientos de la lengua de Liam Shakespeare y Liam Gallagher. Transcribo:

Hello people of Allmusic, my name is Javier Aguirre, I am a journalist from Argentina. I am a big fan of your website.

But you have an error in argentine band Viejas Locas... biography.

The bassist is Fabian Crea, but the drummer is Abel Meyer.

Thank you

Trago saliva. Hará falta sangre fría para enviar este e-mail. Bebo un toc–toc para darme valor y presiono enter. Ya está. Imagino mi mail cayendo como una bomba nuclear en las oficinas de Allmusic. El revuelo en su edificio de Oregon (o de Ohio, vaya uno a saber) debe ser histórico. Ellos, que se ufanan de tener los datos de más de un millón de músicos, cometen un error tan grave sobre una de las bandas más importantes de la escena rocker porteña de los ‘90. Inaudito.

Ahora sólo queda esperar. Espero. Hasta que en mi pantalla aparece:

Thank you. We appreciate your contribution.

Siempre lacónicos, los anglosajones; pero también respetuosos. Ahora sólo queda chequear si en algún momento enmiendan el error. Es reconfortante saber que este suplemento hace todo lo humanamente posible para cambiar el mundo.