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Un click abre las puertas de la polémica. “Declaración de The Exploited: ¡Estamos en contra del fascismo! ¡Estamos en contra del racismo! Nuestro mensaje para todos los nazis, nazi-punks, y los intolerantes fascistas de izquierda: ‘¡Váyanse al carajo!’” Un estricto jpg se pronuncia desde la web oficial de la banda hardcore punk escocesa liderada por el cantante Wattie Buchan, único miembro estable en treinta años y, además, un loco de la guerra. Si bien su música, ese hardcore punk lumpen y despreocupado, fue una influencia declarada para glorias del trash como Slayer y Megadeth, a nivel general The Exploited es más renombrada por sus pendulaciones ideológicas que por su obra. Antes de que esta aclaración irrumpiera en la tripledoblevé, la postura de estos cuatro músicos frente a la vida y la raza humana vagaban por un terreno fangoso, y cientos de páginas y foros discutían interminablemente, a través de fotos, supuestos testimonios o mitos encarnados si es que estos tipos eran fachos o no. “Hay gente que no para de hablar estupideces sin importarle lo que uno piense, o si lo que dice es verdad. Muchos llegaron a pensar que éramos nazis, derechistas, y no tengo idea de dónde lo sacaron... Será que están celosos porque nunca nos vendimos. Otros quizá ni siquiera nos escucharon y se dedican a repetir lo que escuchan o leen. Es pura basura, nadie debería creerlo. No somos nazis”, le ratifica al NO en inglés hermético, entre repeticiones maradonianas de palabras.

Hay una parte cierta en la historia de Wattie. Fue skinhead de adolescente, francotirador de elite de la armada británica durante tres años y, en sus comienzos, los músicos de The Exploited solían llevar esvásticas, aunque –así decían– entendiéndolas como símbolo de fuerza, tal como se motivaba a los soldados en la guerra. “Fui skinhead a los catorce, pero era parte del clima de la época, de un modo de vida. Cuando crecimos, en la Escocia de los ‘80, todo el mundo era skinhead”, intercepta. En cuanto a lo musical, ni siquiera el propio Wattie tiene mucho para agregar y, ante una pregunta insolente, suelta una tremenda carcajada: “¿Un punk viejo? No... Bueno, puede ser... Sí, soy un punk viejo. Nuestra música siempre fue la misma, punk; lo de viejo se agrega ahora. Nuestras canciones siempre hablaron de problemáticas sociales, escribimos sobre la vida”, abrevia.

Hay más. En 1983, “los explotados” sacaron Let’s Start a War... Said Maggie One Day, en alusión peyorativa a Thatcher (a quien definieron como “una perra”) y la guerra por las Malvinas. Pero diez años después, en su primera visita a la Argentina, Wattie se la jugó con un “las Malvinas serán británicas por siempre”. Hubo problemas. Más tranquilos, volvieron en 2003 para presentar Fuck the System, su último disco de estudio, y recién ahora preparan material para un nuevo lanzamiento. “En realidad no tenemos demasiado, habrá unas cuatro canciones. Tardamos mucho porque somos unos hijos de puta, tuvimos unos cuantos problemas personales en todo este tiempo”, ilustra el cantante de los peinados locos.

Más allá de los rumores y las voces cruzadas, es la propia web oficial de los escoceses la que pone sobre el paño ese discurso algo contradictorio y resume veinte años de no pasar inadvertidos. “A lo largo de dos décadas, The Exploited han sido reprimidos con gases por la policía alemana, prohibidos en Holanda, arrestados en España, y han declarado que las Malvinas serían británicas por siempre sobre un escenario argentino (...) Pero nadie menciona su conciencia política y social ni su postura anti–autoritaria y anti-bélica.” Sólo queda por preguntarse qué dirá Wattie el domingo...

* The Exploited se presenta este domingo a las 18 en El Teatro de Flores, Av. Rivadavia 7800.