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Jueves, 19 de noviembre de 2009

EL NOMBRE DE MAXïMO PARK ESTá INSPIRADO EN EL CUBANO MáXIMO GóMEZ (¡A WIKIAR!)

“El pop va a tomar el control”

Forman parte de la misma avanzada de bandas como Bloc Party, Kaiser Chiefs y The Futureheads. Maxïmo Park ve con escepticismo el recambio generacional en el rock inglés. Aquí, conversaciones con el suplemento “Don’t” de “Page Twelve”, el único medio que los cruzó en el Pepsi Music.

 Por Yumber Vera Rojas

Podría haber sido en otro horario y en un contexto más íntimo, pero no quedaba opción: la única chance para ver el debut en la Argentina de Maxïmo Park, gran referente inglés del indie-nuestro-de-cada-día, sucedió en la última jornada del Pepsi Music 2009, al son de 95 decibeles (a causa de la queja de una vecina del barrio de Belgrano confiada, así como la administración Macri, de que la vuelta del oscurantismo hará de ésta una sociedad unísona y más evolucionada, mientras el espiable Horacio Rodríguez Larreta movía la cabecita en el VIP) y bajo un sol que invitaba a una tarde piletera. Sin embargo, una audiencia multicolorida –en la que se confundían los complacidos fans locales de la banda, un puñado de seguidoras de Calle 13 enardecidas y turistas británicos en ojotas–, la sólida performance del conjunto de Newcastle –que demostró por qué es considerado el principal heredero de Franz Ferdinand– y el carisma del vocalista Paul Smith, disiparon los malos augurios y convirtieron a esta actuación –toda una cátedra de rock– en uno de los mejores momentos del festival.

Luego de bajar del escenario principal, y tras esquivar vendedores de panchos, carritos de golf y celebrities del star system criollo, Maxïmo Park se refugiaba nuevamente en los camarines. De entre la parva de gente apostada fuera del quincho acondicionado para hospedar efímeramente a los artistas, un hombre de ojos claros y saltones, en remera y short, sale a anunciarse como el manager del quinteto, al enterarse de que había un periodista esperando poder tener una entrevista con los suyos. “Hola, soy Neil”, saluda con gracia y elegancia. “¿Cómo se llama el medio?”, pregunta. Después de varios intentos de explicación, se llega al mutuo acuerdo de que el nombre de la publicación es “Page Twelve” (Página/12). “Esperame acá. Dejame avisarles a los chicos de dónde venís.” Minutos más tarde, el galante representante se asoma a la puerta invitando a pasar. Tras presentar a los músicos, literalmente evaporados tras su actuación, Neil avisa con los dedos los minutos que hay para la nota. Cierra la puerta, y se inicia la cuenta regresiva.

Antes de comenzar a agitar el cuestionario, la voz cantante de la banda convida con una sonrisa a este redactor a tomar algo. Entonces le pide a Duncan Lloyd, el violero: “Buscale una bebida que esté fría”. Posiblemente la mejor polaroid que se pudo capturar en esta entrevista, además de disfrutar previamente del talento de la agrupación sobre las tablas, es la amabilidad, simpatía, paciencia y elocuencia que fluye de los integrantes del conjunto –rasgos que escasean en el rock en los últimos tiempos debido a la soberbia de los músicos–, que pocas horas antes habían llegado de San Pablo (donde participaron en el Planeta Terra, evento que fue cubierto para “Page Twelve” por Roque Casciero) y al día siguiente salían hacia Australia para seguir mostrando en vivo su tercer álbum, Quicken the Heart, editado en mayo de este año. “El disco está funcionando bastante bien, nos gusta tocarlo en vivo”, comenta Paul, en exclusiva para el NO, único medio gráfico que estuvo en contacto con el grupo durante su relampagueante visita a Buenos Aires. “Desde hace rato queríamos venir a la Argentina, nos hemos sentido muy bien hasta ahora. La gente es muy especial. Mientras estemos acá trataremos de impregnarnos de la cultura local.”

Lo que sí conocen bastante bien es el fútbol argentino, incluso siguen atentamente los pasos de Jonás Gutiérrez y Fabricio Coloccini, estrellas en el equipo de su ciudad: el Newcastle United. “Nos gusta mucho su estilo de juego, al igual que el de otras figuras de acá como Cambiasso, Messi y, por supuesto, Maradona.” Durante su breve estadía en Buenos Aires, a los Maxïmo Park les había fascinado la arquitectura porteña. “La ciudad tiene un toque europeo, con mucha influencia de España e Italia”, comparte Lukas Wooller, teclista del combinado. Y es que el interés de estos ingleses por la cultura latina lo representa hasta su misma denominación. Describe el vocalista: “Está inspirada en un parque dedicado al General Máximo Gómez, revolucionario del ejército libertador de Cuba. Es un lugar en el que se encuentra la gente para compartir ideas, algo que nos gusta expresar con la banda”. Al tiempo que son de la creencia de que la isla caribeña debe avanzar hacia la democracia, poco saben de la actual dicotomía entre izquierda y derecha en Sudamérica. “Cuando estuve en la facultad me enteré de las desapariciones que hubo en los ‘70 en la Argentina. Pero la realidad es que los medios le prestan poca atención a lo que sucede con Lula o Chávez.”

Fundado en 2001, Maxïmo Park, aparte de posicionarse como una de las agrupaciones más importantes del Reino Unido, desarrolló copiosamente –y en poco tiempo– no sólo el aspecto musical sino el lírico. Por eso su propuesta ha evolucionado del post punk a un concepto sonoro que llegó a ser catalogado art rock o, mejor aún, pop art. “Está bueno hacer discos, cambiar, tener otro sonido y no caer en la fórmula de seguir repitiéndose. Es parte de ir creciendo.” Si bien su ópera prima, el magnánimo A Certain Trigger (de 2005 y publicado aquí por Ultrapop), era un trabajo más emocional, y el segundo álbum, Our Earthly Pleasures (2007), más racional y melódico (lo que significó asimismo la consagración del conjunto), ¿cuál sería el principal semblante de Quicken The Heart, su nueva entrega? “Mística”, no duda en afirmar Paul. “Cada producción representa un reto diferente. Podés generar que la gente conozca los temas y los cante, y a veces no. Que todavía pasen en la radio los discos anteriores es algo con lo que no lidiamos. Sólo podemos seguir adelante.”

Oriunda de la misma avanzada de bandas como Bloc Party, Kaiser Chiefs y The Futureheads, Maxïmo Park ve con escepticismo el recambio generacional en el rock inglés. “Si te referís a cuál será la ‘próxima gran cosa’ de la música en el Reino Unido, creo que la pregunta tendrías que hacérsela a la industria”, señala el cantante del quinteto de Newcastle. A lo que adhiere el teclista: “El paquete viene armado, y la industria decide lo que va a explotar. Aunque tampoco hay que hacerse tanto drama. Prefiero estar más pendiente de las propuestas que van a salir, que seguro serán de buena calidad y se encontrarán al margen del establishment. Existen muchos grupos que siguen trabajando, componen, experimentan y sacan material”. Uno de ellos es el cuarteto de dream pop The xx, que causa estragos en la isla. “Ciertamente su sonido minimalista es la sensación, pero lo veo un poco aburrido”, opina Smith. “Me parece más atractivo lo que sucede con el dubstep, aunque creo que en uno o dos años el pop tomará el control de todo.”

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