Como suele pasar con los accidentes, el que le ocurrió a Leandro Fest lo tomó por sorpresa y le arrebató el normal funcionamiento de su cadera. Pasó 2005 en una silla de ruedas. Pero para cuando pudo volver a ser caminante, las deudas económicas se habían convertido en su nuevo karma. El músico argentino y su novia se mudaron a Alemania. Un día, entre tantos anuncios, llamó al único que le llamó la atención. Le hicieron una prueba y se convirtió en el cantante de Novochild (“el nuevo niño”, vaya ironía, después de su “renacimiento” tras el accidente), el grupo que mañana tocará en Ultrabar con el respaldo de haber sido sindicado como mejor banda nueva de 2007 en Berlín, mejor banda de esa ciudad en 2008 y de haber editado su debut First Day of Stay en 2009.

“Mi viejo era alemán, odié la escuela alemana toda mi juventud, pero hace cuatro meses tuve un hijo alemán”, marca lo curioso de la vida Leandro Fest, que a mediados de la década se pasaba cuatro horas por día encerrado en rehabilitación, con una guitarra acústica. Durante meses apenas podía coordinar acordes sin frustrarse, pero llegó la primera canción (Sombra en la pared). “Terminé de escribirla una tarde, y esa noche el médico vino y me dijo: ‘Parate, ya podés caminar”, recuerda.

Ya en Alemania, vía aquel anuncio, empezó a ensayar con tres berlineses y un alemán de la ex RDA. Frente al estereotipo del berlinés nazi, Fest cuenta que las diferencias van desapareciendo: “Si bien hay gente del oeste que no quiere a la del este, los jóvenes son muy abiertos y Berlín se convirtió en lo contrario a aquella ciudad nazi, cobija a gente de todos lados, se volvió muy multicultural y muy solidaria”, explica el cantante que descubrió la solidaridad no sólo al tocar con Novochild sino en la cotidianidad, en aprender alemán, en preguntarles qué empresa de electricidad contratar o en dónde conseguir un cerrajero.

“La organización alemana y el caos sudamericano conviven en Novochild”, asegura su sitio. Leandro: “Está el cliché de que son muy estructurados, y es cierto. Yo aparecí con mi impuntualidad argentina. En la música se nota porque ellos traen una canción lista: estrofas, estribillo, arreglos, todo de principio a fin. Y yo quise llevarlos para el lado de la zapada”. Una vez, Leandro propuso arrancar una experimentación en la segunda vuelta de un tema y el guitarrista le contestó: “Dale, pero decime qué tengo que hacer”. “¡Lo que quieras, papá!”, le habría gritado Fest, pero le habló sobre la libertad y terminó viendo que el alemán solía leer, en ensayos siguientes, el libro Cómo improvisar en el rock. Al fin se dio la conexión simbiótica, el grupo ganó y ahora es Leandro el que putea si llegan tarde.

En First Day of Stay, Novochild pone relación al rock progresivo con el grunge, el garage y el rock cancionero; y Fest alterna entre las letras en inglés y en español, con recursos del alemán. Tal vez de allí la novedad que les valió menciones en los festivales Emergenza 2006, RockTon 2007, Bands4Berlin 2007, Styles & Skills 2007, Local Hero 2008 y hasta el Popkomm 2008, el festival de música independiente más importante en Alemania. Sin olvidar sus raíces, Leandro agradece desde el booklet de su disco nada menos que a ¡Banfield! “Soy hincha de Banfield. Mi viejo, que falleció en octubre sin poder verlo campeón, también lo era. Lo loco es que lo llevé a ver al Hertha BSC de Berlín contra el Schalke 04 y me decía: ‘A éstos, Villa Dálmine les hace cuatro’.”