Cuántas veces te habrá dicho algún amigo que “errar es humano”; pero que te lo diga un músico, a veces, trae un grado de alivio mayor. Para Matías Westerkamp, guitarrista y compositor de La Condena de Caín, “en la imperfección y las fallas está la condición humana, lo creativo, lo más rico”. Westerkamp, autor de las canciones de En el letargo de los pensados, considera que, en gran parte, la culpa de la “deshumanización”, de la pérdida de la tolerancia al error y lo diferente, “es culpa de los medios de comunicación hegemónicos, que construyen una humanidad deshumanizada”.

Esta idea, por supuesto, está presente en su segundo disco, distribuido por la UMI y grabado en estudios El Abasto con la participación de Sergio Dawi (Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota), Kubero Díaz (La Cofradía de la Flor Solar, Los Abuelos de la Nada), Sergio Alvarez (Panza) y Joana Gieco (hija de León), registrado con la banda tocando en vivo, “para hacer valer la expresividad de la imperfección humana”, explica Westerkamp.

“Por supuesto que reconocemos las influencias de Los Redondos –sigue–, porque nos interesa el desarrollo conceptual que tuvieron en la Argentina, donde no fue algo muy común. Además hay un miedo estúpido a aceptar las influencias. No tenemos nada que ocultar, cada cual tiene su gusto.”

El gusto de La Condena de Caín va, visiblemente, por el lado del rock redondo, pero también toca a Manal, Spinetta y Lennon. “Tiene que ver con un modo de entender la música dentro de los procesos sociales. Lamento que hoy se haya ido perdiendo esa cultura y esa calidad”, admite Matías.

–¿Y cómo entendés al rock actual, viniendo de una banda relativamente nueva con influencias de bandas de aquellos años fundacionales?

–El rock está en una gran contradicción hoy, que pretende dar un mensaje contracultural dentro de una cultura hegemónica y cada vez más mercenaria y mercantilista. Lo que hacemos no tiene nada que ver con eso.

* La Condena de Caín toca el jueves 15 de abril a las 21 en The Roxy Live de Niceto Vega 5542.