SHAMAN EN LLAMAS
El líder de Shaman y Los Hombres en Llamas es integrante de Señor Tomate, comparte integrantes con La Patrulla Espacial, es productor de El Mató A Un Policía Motorizado y Prietto Viaja al Cosmos con Mariano... Bueno, era hora de hacerle un reportaje.
› Por Santiago Rial Ungaro
Un día, a principios de la década del ‘80, el señor y la señora Herrera paseaban por la ruta camino a Esquel, y vieron un cartel que rezaba “Shaman”. Era el nombre de un pequeño pueblito. A la pareja le gustó y decidieron usarlo para cuando tuvieran un hijo, que no tardó en llegar: Shaman Herrera, compositor y líder de Shaman y Los Hombres en Llamas, guitarrista e integrante de Señor Tomate y productor de El Mató a Un Policía Motorizado, le debe su nombre, de resonancias mágicas y chamánicas, a ese cartel perdido en la Ruta 26. Pero hay más: ese cartel austero perdido en la ruta parece haber definido el imaginario cinematográfico de este cantautor de voz grave y poesía críptica.
En La Plata, Shaman pide realizar el encuentro en la calle: “Me vas a reconocer, tengo una vincha roja”, tranquiliza. No tarda en aparecer, con sus inconfundibles mostachos y su vincha. Ingresa a una casa que parece ser el cuartel general de la gente de La Patrulla Espacial, grupo con quienes comparte algunos integrantes. Es que, dentro la movida de La Plata (una verdadera alternativa no sólo por la calidad de los artistas que la integran sino por su independencia de criterio para producir), todos los caminos conducen a este robusto y campechano joven que ahora está ofreciendo un mate amargo y comentando que en un rato se va a Buenos Aires a tocar solo con su guitarra, bajo el nombre de Shaman y Su Guitarra Embrujada. A los ocho integrantes de Los Hombres en Llamas, Shaman le ha sumado un tecladista invitado, con lo que serían nueve.
Una verdadera Big Band, inflamable (el fuego aparece muy a menudo en sus canciones), bizarra... y calma. “Es una banda tranquila. No es un grupo para tocar a las 2 de la mañana. Es más para tocar a las 8 y media y después irte a comer”, aclara sobre este original ensamble que incluye dos trompetas, trombón, percusión, una guitarra eléctrica, otra acústica, bajo, batería y el tecladista invitado. Una verdadera orquesta, en la que cada uno toca lo que le corresponde. “Empecé a componer canciones con la guitarra en 2003, antes era bajista. Pero soy muy cambiante: de repente me pinta hacer cumbia y hago cumbia.”
Difícil de imaginar a este músico patagónico convertido en cumbiero: su disco Shaman y Los Hombres en Llamas en el Mundo de Fuego (de 2007) tiene carácter, pero también hay en sus canciones una búsqueda personal: “A mí, lo que me gustaría hacer con mi música, que sé que quizá nunca voy a lograr, es hacer una música que abra un agujero en el espacio y el tiempo, y me deje pasar al otro lado para ver lo que hay. En realidad yo busco eso con la música: viajar a ese otro lado. Ese es mi objetivo. Y hacer canciones es un lenguaje, un idioma; pero de repente aprendés otro idioma y podés decir otras cosas”.
Shaman describe ese momento en que empezó a componer como “un momento de desolación. Creo que cuando uno sufre, se pone serio”. Y es que las canciones de Shaman, llenas de interrogantes, de rutas y escenas cinematográficas, son una cosa seria: “Creo que tiene que ver con mi pasado en el cine. Estudié tres años. Y creo que las maneras de contar lo que dicen las canciones está muy inspirada en el cine. En vez de tener la imagen y la música de fondo, acá está la música de fondo y la letra es la imagen”.
Y si Shaman tiene un imaginario y su música es una banda de sonido, este imaginario y esta película que narra traen de vuelta a ese letrero y la película de su vida: “El disco es como una película en mi cabeza, y tiene mucho que ver con el personaje del chamán y con su danza alrededor del fuego, la invocación de los espíritus, la conexión con otro mundo. En el fuego se ven los espíritus”.
¿Shaman es un chamán? “Es mi nombre. Esto de Shaman y Los Hombres en Llamas es un juego sobre eso: porque a mí también me dicen ‘El Llamas’. Siempre supe lo que significaba mi nombre, mis viejos me contaron que el chamán era el médico brujo, un sanador, curandero. Tuvieron que hacer una movida para que pudiera tener ese nombre, hasta investigaron cuál era el significado. Y después me fui enterando de que también tomaban sustancias alucinógenas, pero tampoco es que me comí tanto ese viaje. Yo no me considero un chamán, un sanador: soy un chabón, pero ése es mi nombre y en el arte uno juega con esas cosas. Aunque tal vez no imponga las manos, quizá te pueda curar con una canción”, arriesga.
Lo cierto es que Shaman es un “curador” de músicas ajenas: un productor. Pero a pesar de haber producido, entre muchos otros discos, la trilogía de El Mató un Policía Motorizado, dos discos de Prietto Viaja al Cosmos con Mariano, a los desaparecidos Atico, La Patrulla Espacial y a Señor Tomate, y estar produciendo a los prometedores Valentino y Los Volcanes y a El Nene y Los Metralleta, Shaman tiene claro algo: “Nunca me consideré un productor. Me gusta escuchar música y me gusta la música que hacen mis amigos. Y adquirí un par de conocimientos como para hacer un par de cosas. Pero no laburo todo el tiempo de eso. Son todos bastante amigotes, no me pongo en la situación de producir algo que no me gusta, aunque igual si necesito la plata capaz que le digo que sí a cosas que no me gustan tanto. Pero como tampoco tengo muchos gastos, hay que despojarse”.
Shaman, que no tiene Internet ni tele, está en llamas: también toca con otra buena banda de La Plata (y van...): Señor Tomate. “Con Tomate me metí al principio para hacerles el aguante y después seguí y ahora tocamos un montón, más que con Shaman. Es la primera vez que toco la guitarra en una banda.”
La gente del sello platense Laptra (que también incluye a los fantásticos 107 Faunos) es, para Shaman, “un grupo de gente con la que está todo bien y que compartimos mucho dentro de la música, produciendo, tocando”. Un ejemplo de esta camaradería es El Split, un disco editado el año pasado en el que se unieron justamente los integrantes de Señor Tomate, Shaman y Los Hombres en Llamas y Prietto Viaja al Cosmos con Mariano. Un disco casero y sorprendente, en el que se capta el espíritu de este grupo grande de amigos platenses. ¿Cómo se organiza el sistema de valores de Shaman? “La jardinería. Y la pesca. Amo la pesca. Mis gustos vienen así: la música, la pesca y el cine. Yo podría vivir en un lugar apartado con mi guitarra y pescando. De última les paso algún tema a los pibes y que lo suban a Internet.”
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux