Se sabe que además de artista hiperkinético, Diplo es uno de los mayores cazadores de sonidos y talentos de la música de avanzada actual, especialmente de aquella que no está contaminada por la modernidad imperialista. Además de darles un espaldarazo a figuras de la categoría de M.I.A., de promover géneros como el baile funk o incluso de inventarse un laboratorio sonoro inspirado en un superhéroe jamaicano que combate a los zombies, es uno de los grandes arengadores del kwaito y fue también responsable de la revelación al mundo de BLK JKS (se pronuncia Black Jacks): el grupo sudafricano mimado por el indie global. Durante una gira por Johannesburgo, el productor y DJ estadounidense quedó tan impresionado con el cuarteto –considerado por la prensa especializada estadounidense “los TV On The Radio africanos”– que le arregló inmediatamente una serie de actuaciones en Nueva York. Esto abrió la puerta para que la etiqueta de culto Secretly Canadian (que contiene en su catálogo los títulos de Antony and the Johnsons y Zero Boys) editara su álbum debut, After Robots, una de las perlas discográficas de 2009.

Justamente el conjunto BLK JKS creado en 2000, cultor de la maravillosa fusión de funk, psicodelia, hi-life, free jazz y folklore local, será uno de los actos que participará en la ceremonia de inauguración del Mundial de Sudáfrica, acompañado –aparte de Shakira, Juanes y Black Eyed Peas, Amadou y Mariam y Alicia Keys– por los melancólicos The Parlotones, otro de los nombres que rápidamente se posicionó en el indie nuestro de cada día y que el año anterior puso a la venta su reciente disco: Stardust Galaxias. Del palo cancionero se desprende Dear Reader, trío que en 2009 ubicó en las bateas el excelente larga duración Replace Why with Funny, una colección de temas al mejor estilo del folk melodramático y cuyas historias se debaten entre la religión, el miedo y el desamor. Mientras que las agrupaciones ya señaladas provienen de Johannesburgo, de Ciudad del Cabo es oriunda Ashtray Electric, combinado que ofrece un sonido en el que sobresalen texturas lúgubres afines a las de propuestas como la de Interpol. Hace apenas algunos meses salió su primer larga duración, Bonjour. Al mismo tiempo pulula una movida electrónica que apuesta principalmente por el beat duro y la mezcla, y que tiene entre sus protagonistas a Counterstrike, Die Heuwels Fantasties y a Goldfish.

Testigo de la asonada indie que vive este momento Sudáfrica, país que ostenta una escena rockera que recién en la década del ‘70 empezó a instalarse, la agrupación de electro rock argentina Manta Raya regresó hace algunas semanas de Ciudad del Cabo, donde participó en calidad de invitado en el festival Toffie y grabó una canción (Toffie Song) para el evento junto a François van Coke, integrante del grupo de rock alternativo Van Coke Kartel. George, vocalista, guitarrista y programador del trío marplatense, describe en exclusiva para el NO la aventura: “Lo que sabíamos era muy poco, por eso la experiencia fue rara. Nos imaginábamos algo diferente, pero en el ritmo de vida, lo que hacen o lo que les gusta, son similares a nosotros. A nivel musical, la movida es bastante fresca. Fue en la década del ‘90, tras la caída del apartheid, que tuvo un empuje serio. Están muy copados con lo que está pasando, son muy abiertos a que sucedan otras cosas y se encuentran actualizados. Una banda de indie crece muy rápido (en 2009 fue publicado el compilado South African Indie Volume 1), pues la apertura es grande. De hecho, entre las promociones de Kentucky Friends Chicken existe el combo Parlotones”.