Homenajeado: público ricotero.
Homenajeador: público piojoso.
Unos 300 desaforados fanáticos de Los Piojos y más de 500 logos de las distintas épocas de la banda se agruparon el domingo en torno del Obelisco, a pura bandera, grito y canto, pero no porque llegaran tarde a los festejos del Bicentenario sino para reclamarle al grupo que marcó su juventud “que se vuelvan a juntar”. Si los seguidores de Los Redondos lo vienen cantando hace casi una década y de a miles, y no pasa nada, está jodido, chicos. Igual, todo vale. Quién sabe, tal vez en 20 años se juntan y habrá un nuevo piojito para la colección.