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Primeros Están Los Segundos quiere decir P.E.L.S., que llamaremos simplemente Pels, con una ele menos que el apellido de la telenovela popularizada por Mike Amigorena y la blonda Carla Peterson. Cabe aclarar que antes de que la tira de Telefe apareciera, Pels ya existía como banda de rock. Es posible que el nombre haya generado confusión con la aparición de la novela. Pero ojo, porque cuando se entra en contacto con UGO, el primer disco de esta banda oriunda de San Isidro, desaparece la imagen televisiva para conectar con catorce temas de arreglos vocales minuciosos y composiciones armoniosas. “Lo que nos sale naturalmente es la canción. Aunque ahora estamos tocando un poco más cuadrado”, dice Mauma (batería), a propósito del formato que cobraron los temas con el correr de los años.

A pesar de dar una imagen relajada y de chicos de Zona Norte, pero cordiales y losers, estos cinco no son ningunos improvisados. En su página, lospels.com.ar, explican detalladamente todo; desde el comienzo de la banda, hasta cómo se escribió cada canción, señalan además adónde comprar sus remeras, y aparecen reseñas de un tal Kioskerman, un fanático del mundo pelseano. También se puede descargar un pack de prensa, para que cualquiera pueda subir la información a la web.

Este sonido logrado en el disco UGO, con cierta invocación a Los Kinks y una importancia en las voces que por momentos recuerdan a Federico Moura, tiene sus fundamentos: “En un principio tocábamos muy americanos, era como una referencia muy ‘90, MTV, guitarras, distorsión, estribillos pegadizos. Después lo fuimos dejando más de lado y empezamos a jugar con las estructuras”, cuenta Tingo (guitarras y voces). La grabación del disco carga con la estirpe del do it yourself, lo que podría haber perjudicado el sonido final. Sin embargo, el resultado no tiene que ver con un trabajo de aficionados. “Este disco es una compilación de seis o siete años de música. Nosotros habíamos grabado de manera casera y en un momento dijimos ‘grabemos bien’. Si queríamos ir a una revista o a algún lugar a ver si pegábamos una fecha o algo, no teníamos nada y la verdad que ya teníamos muchos años como banda”, dice The Ego (bajo).

Entonces, para darle fin a un ciclo, eligieron los mejores temas de todas las épocas y las inmortalizaron en su primer disco en serio, del que cabe además mencionar el cuidadoso y dorado arte de tapa. “Nos cuesta bastante tener ganas de tocarlos en vivo porque ya nos hartamos”, se queja Nacho (teclados).

Las letras son poesía en estado de canción. Tal vez carguen con algo de ese –siempre atentos a las siglas–, P.P.P. (Puro Pesimismo Pelseano), como este misterioso Kioskerman lo llama. Y no es más que una forma de reírse de sus propias miserias. “Quizás porque hacemos rock o pop melodioso y estamos diciendo cosas un poco más pesimistas. O a veces cuando escribo, me da por parodiarme a mí mismo”, explica Tingo, que da muestras de ese humor cuando dice que vive en San Isidro pero que su cuadra podría tranquilamente ser una de Florencio Varela.

Los jueves del año pasado, Los Pels solían tocar en Warhol, un bolichón de dudosa sanidad, en el límite de Vicente López y San Isidro. La calle Paraná era la que separaba el mundo cristiano y del otro. Sus anécdotas son dignas de hacerles pito catalán a los Revoira Lynch absolutos que altaneros pululan por San Isidro. “La vida feliz habla un poco de eso”, interviene Matías (guitarra). “Inofensiva descripción del modelo de vida feliz con el que hemos crecido. La letra no descubre nada. Ni aporta gran cantidad de metáforas, ni pretende ser de protesta o rebeldía al statu quo. Pareciera que hasta se divierte con esa temática y hasta es cantada por una persona que coincide con varios de los puntos facturados”, escribieron en esa suerte de compendio que resultó ser su página web para descubrir lo que esconde la corriente pelseana.

* Pels toca el viernes 23 de julio en Ultrabar (San Martín 678) a las 21 con Indica y The Allrights. Entrada $ 15, que incluye el ingreso a la fiesta.