BJöRK REVELA GRANDES MOMENTOS, SECRETOS Y PARANOIAS
Mi mundo privado
La islandesa más famosa del mundo acaba de publicar un compilado que reúne aquellas canciones que sus fans consideraron “grandes éxitos”. Curiosamente o no, “It’s oh so quiet” –la canción de comedia musical, paraguas incluidos– no figura en la lista. Elecciones aparte, la señora Gudmundsdottir dice que todo, todo tiene una explicación: desde el tamaño de su ego hasta su desobediencia hacia ciertas tradiciones culturales de su lejano país.
TRADUCCION Y TEXTOS PABLO PLOTKIN
En sus primeros tres discos (Debut, Post y Homogenic), Björk compuso lo que ella llama “la trilogía épica”. Cada álbum contiene una canción que se refiere alegóricamente a una parte transformadora de su vida, como si encarnara a la heroína de una saga islandesa montada en una estructura musical de última generación. La primera de esas canciones es “Human Behaviour” (1993), el momento en que la chica pierde la inocencia y descubre, fascinada, las contradicciones del comportamiento humano. El segundo episodio, “Isobel” (1995), cuenta el conflicto de una extranjera solitaria y compulsiva en una ciudad dominada por la lógica. “Bachelorette” (1997) cierra la trilogía: luego de su reclusión en la selva, Isobel vuelve a la ciudad y advierte: “Si olvidás mi nombre, te vas a perder”. Desde entonces pasaron cinco años y, aunque Björk ya no es la chica pop de moda, son pocos los que olvidaron su nombre. Con 36 años, dos hijos y 10 millones de discos vendidos, la mujer con garganta de géiser sigue siendo un enigma cifrado entre la vanguardia pop y su identidad geológica; el acento y la fisonomía periféricos radicados en el corazón del capitalismo y de la industria del entretenimiento. Un año después del lanzamiento de Vespertine, el álbum que bajó los niveles de épica y barroquismo, a la islandesa más famosa le llegó el momento de su Greatest Hits. Los discos de grandes éxitos suelen ser lo opuesto a la novedad, y si bien el de Björk no es la excepción a la regla, sorprende la ausencia de su canción más popular, “It’s oh so quiet”, ninguneada por la mayoría de los fans que votaron sus temas favoritos a través del sitio oficial de la artista. Más allá de ese dato y de la inclusión de “It’s in our hands” (la única canción nueva, que sigue la línea íntima de Vespertine), el compilado es una buena excusa para que la señora Gudmundsdottir repase y proyecte obra y existencia. A continuación se reproducen fragmentos de entrevistas recientes concedidas al músico y periodista David Toop y a los diarios ingleses The Guardian y Daily Telegraph.
MIS GRANDES EXITOS
“Hay un montón de discos de grandes éxitos malos y hay muchos buenos. Como casi siempre, el porcentaje es más o menos así: el 10 por ciento es bueno y el 90 por ciento es una basura. Sin embargo, yo creo que vale la pena correr el riesgo y al menos intentarlo. Tenía 25 años cuando descubrí la existencia de Marvin Gaye, no conocía la música soul antes que eso. Hasta que me compré una colección de grandes éxitos de él. Es importante no subestimar la inteligencia del público. Había algunos compilados de Marvin Gaye que empezaban a aflojar en el track tres, o el nueve. Y otros eran fantásticos: todas las canciones eran excelentes y la estructura, perfecta. Así que creo que es posible lograrlo.”
MI EGO
“En Islandia formé parte de bandas durante mucho tiempo, y llegué a creer que si no me iba a Londres a grabar mi disco, explotaría. Tenía que encontrar una justificación a semejante conducta egocéntrica. Así que tomé la decisión de formar parte de las canciones que estaba escribiendo, sacar la dulzura que había en mí pero, al mismo tiempo, confesar que disfrutaba siendo el personaje central de una historia. Una historia sobre mí.”
MIS EMOCIONES
“La esencia de mi trabajo es la emoción, he usado mis emociones como la estructura sobre la cual construir el resto. Mis canciones son una colección de picos emocionales, ya sean placenteros o dolorosos. Ser emocional no significa ser estúpido: podés descontrolarte y a la vez encargarte de los arreglos y las orquestaciones, cosas que habitualmente son consideradas académicas o inteligentes. Siempre y cuando uses laemoción como estructura, siempre que hayas puesto el corazón, va a estar bien. Aunque eso signifique que saques un disco cada tres años, el tiempo que te lleva encontrar diez picos emocionales. Es como si, en cada período de tres años, tuvieras diez u once asuntos o enigmas que resolver. He notado que mucha gente que escucha mis canciones cree que son canciones de amor, una cosa romántica de chico-chica, lo cual me complace escuchar. Aunque la mitad de mis canciones surjan de amistades, de mi relación con mi trabajo, con un país, un hobby o lo que sea, siempre parece haber algo que las lleva a esa cosa de uno más uno, incluso cuando estoy describiendo una montaña.”
MIS DISCOS
“No suelo pensar en mis discos en términos de cuál es mejor o peor. Pero creo que, como artesana, los siento parte de un largo camino que documenta mi interior, aunque todavía tengo mucho que aprender. En esos términos, Debut es bastante naïf y Vespertine es más específico y detallado. Supongo que me hace sentir bien haber podido arreglármelas para hacer eso. Pero ser inmaduro puede ser bueno. Aunque todo lo que estés haciendo sea como bosquejos –caso Debut–, es muy simple. No quiere decir que sea malo. Yo, por ejemplo, hice Vespertine y aún siento que tengo mucho camino por recorrer. Siento que aprendí algo y que pude documentar mi lado extrovertido (Homogenic) y mi lado más introvertido (Vespertine). De manera que ahora siento que estoy preparada para hacer un buen disco, tengo todos los colores en la paleta y estoy lista para empezar.”
MI PAIS
“Fuimos una colonia durante 600 años, y el pueblo islandés conservó tenazmente su identidad y lenguaje, sin ser devorado por las influencias foráneas. Todo lo moderno y foráneo era malvado. En 1990, yo quería no sólo trabajar con extranjeros sino además hacer algo que estaba considerado muy moderno en ese entonces: música electrónica. Para mí era algo tan diferente, era como dormir con un alien, no había un territorio-tabú más aterrador. Así que eso fue una gran parte de mi trabajo. Soy muy, muy islandesa, pero a la vez estoy rompiendo un cierto tabú islandés que nos ayudó a sobrevivir por 600 años. Pero ahora es tiempo de comunicarse con los extranjeros. Podés demostrar que podés ser internacional e islandés. No tenés que vender el alma, aunque te estés expresando en inglés.”
MI TEORIA
“El otro día conocí a David Bowie en una cena. Obviamente él es diez veces más famoso que yo, pero fue bueno escuchar a otro decir lo siguiente: en el Reino Unido hay cuatro tabloides compitiendo entre sí, con todos sus paparazzi, mientras que en Nueva York hay uno solo. Nadie molesta a Bowie en Nueva York, puede salir a caminar todo el día, mientras que en Londres los fotógrafos dormirían frente a su casa. Yo no rompo tantos corazones porque, después de todo, soy islandesa, pero los ingleses están echando del país a muchas de sus personas favoritas. John Lennon hizo lo mismo, ¿no es cierto? Se mudó a Nueva York por el mismo asunto. El otro día me preguntaba si no tendrá que ver con la realeza. Quizás nadie les tiene condescendencia porque no tienen que trabajar, ya nacen con dinero. Entonces todos creen que por eso tenemos acceso ilimitado a sus vidas privadas, porque cobran de nosotros esta especie de seguro de desempleo. Bueno, hay una actitud parecida con respecto a las celebridades: ‘Te hicimos así de rico, queremos tener acceso ilimitado a tu vida’.”
MI FAMA
“Es muy gracioso. Todo ese mito que nada tiene que ver conmigo. Cada país tomó mi figura a su manera. En Italia y España me asocian con la pasión, supongo. Voy ahí y están todas esas periodistas que me preguntan cosas como si yo fuera una especie de Juana de Arco. Todo muy romántico y poético. En Inglaterra, la prensa cree que me uní a los Teletubbies, o algo por el estilo; como si fuera un personaje de dibujo animado. Si estás de humor te puede resultar gracioso, pero la verdad es que es una visión bastante limitada.”
MI ELECCION
“¿A cuántas fiestas o premières podés ir antes de suicidarte? Ser famoso es un trabajo en sí mismo. No es nada fácil ser Kylie (Minogue). Es un servicio a la nación. Tenés que sonreír y estrechar la mano de mucha gente; es como ser un diplomático, o la reina. Es un trabajo duro, y no muy divertido. Yo lo hice durante un par de años, pero fue un accidente. Fue un alivio salir de esa situación, porque simplemente no era yo. Mi aspiración nunca fue dominar el mundo o ser la persona más famosa de la Tierra. Debí preguntarme: ‘¿Por qué me metí en esto? ¿Fue por la música o para llamar la atención?’. Está bien que haya gente que lo haga por atención, pero yo elegí la música. Nunca fui la líder porrista de la escuela. Siempre fui la nena que se sienta al fondo de la clase y que guarda arañas en los bolsillos.”
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