En diciembre llegará a la pantalla grande The Social Networking, más conocida como “la película sobre Facebook”. Dirigida por David Fincher, la cinta está centrada en el zeitgeist de Mark Zuckerberg, el instante a que al universitario se le ocurrió armar un espacio para facilitar el contacto con sus compañeros de campus y, parafraseando su tagline, pasó a tener “500 millones de amigos”. Jesse “Zombieland” Eisenberg da con el physique du rôle para el protagónico. Si llegara a hacerse un film sobre Twitter, sería lógico que Ashton Kutcher tuviese al menos un cameo. El actor llegó a comparar a Biz Stone y Evan Williams, sus ideólogos, con Morse, Graham Bell, Marconi, Bill Gates y Steve Jobs.

Cualquiera de la troupe de la comedia Superbad podría mimetizarse con las caras visibles de la plataforma. Un tanto más desquiciado, e igual de pop, sería que Cartman y Cía. se hagan cargo de ello. Razones de peso existen: Twitter nació en un lugar de San Francisco llamado Southpark y además, por lo visto en un capítulo reciente de la serie, esos dibujitos odian Facebook.

En el Southpark californiano, Dom Sagolla (otro de los involucrados en su gestación) decidió que su primer mensaje sería: “Oh, esto va a ser adictivo”. Es fascinante la forma en que lo cuenta en “Cómo nació Twitter”. Basta googlearlo, leerlo y darse cuenta de la confianza que se tenían estos pibes. Del brainstorming con comida mexicana a clasificar su proyecto como ultrasecreto. En el inicio se autoimpusieron un límite: los 160 caracteres del SMS (20 para el nombre y 140 para jugar). Y ahí aparece el quid del mejunje. Twitter une (conceptual, narrativa y tecnológicamente) el uso más emblemático del celular con la potencialidad de Internet. La (dis)locación y el TKM generan algo nuevo. Por eso es que con el avance global de los smartphones y sus sistemas operativos (como el cada vez más requerido Android de Google basado en GNU/Linux) vuelan con ventaja. Vienen de esa placenta. Y si estrenasen la película (ya hay parodias en YouTube), deberían hacerlo a través de sus pantallas.