Jueves, 27 de enero de 2011 | Hoy
LOS VASCOS DELOREANS EDITAN UN DISCO FESTIVO
LA ALGARABIA DE SUBIZA, EL NUEVO LARGA DURACION DE DELOREAN, ENTRA EN CONTRASTE CON LA AGUDA SITUACION ECONOMICA QUE PADECE ESPAÑA: “LA CRISIS NO LA SENTIMOS TANTO”, ASEGURAN.
Por Yumber Vera Rojas
nA un par de semanas de la entrega del Balón de Oro, España aún se encuentra perpleja luego de ver en vivo y directo cómo la FIFA ignoró su primer Mundial de Fútbol, al preferir premiar al Messi del Barcelona que al héroe de la Roja en la final contra Holanda, Iniesta (antes de Sudáfrica, el grupo barcelonés Delafé y las Flores Azules ya advertía en su himno Espíritu Santo: “Iniesta se merece el oro de balón”), y al controvertido Mourinho por sobre el modesto Del Bosque o el efectivo Guardiola. Aunque la prensa española simbolizó la impotencia a través de titulares que coincidieron en la “injusticia” como principal adjetivo y pesa la indignación colectiva, lo cierto e irrebatible es que el 2010 fue el mejor período deportivo en su historia. No obstante, el pundonor competitivo parece haberse trasladado a la escena musical independiente aurirroja, pues el fin de década reveló asimismo el crecimiento de este movimiento –rescatado por referentes periodísticos de la envergadura de la inglesa NME– y su tránsito hacia el circuito global, ganando así una ardua batalla que se remonta a los noventa.
Si bien un sinnúmero de agrupaciones participó en este proceso de expansión, que tiene como epicentro la ciudad de Barcelona y encontró en el festival Primavera Sound su plataforma de exposición, la internacionalización del indie español vino de la mano de dos artistas establecidos en la capital catalana: el cantautor canario El Guincho y la banda vasca Delorean. Esta última llamó la atención en tiempos recientes porque fue recomendada por Justin Timberlake en su blog, remezcló temas para The XX y Franz Ferdinand, y en diciembre se convirtió en el único artista iberoamericano en calar en el ranking de los 50 mejores discos de 2010 de la publicación online estadounidense especializada en música independiente Pitchfork, con su tercer álbum, Subiza. “Estamos muy agradecidos por lo que nos pasó”, comparte Unai Lazcano, tecladista del conjunto de pop bailable fundado en 2000 en la localidad de Zarautz, en exclusiva para el NO. “Sin embargo, no somos conscientes de lo sucedido porque estuvimos muy atareados trabajando en el disco, tocando dentro y fuera de España, y preparando nuevos proyectos.”
Más allá del espaldarazo mediático, el celebrado Subiza revela lo mucho que evolucionó el concepto musical de Delorean al ofrecer un pop luminoso arrimado hacia la pista de baile, tan cercano al tajo rave del Madchester como a las capas sonoras shoegaze de las que se nutre la flamante movida de la chillwave. “Intentamos llevar adelante una historia como ésta desde el primer disco del grupo debido a que siempre nos interesaron las máquinas, los sintetizadores y las cajas de ritmo”, explica Unai. A lo que Guillermo Astrain, guitarrista del combinado, suscribe: “Creo que este trabajo es el que menos suena a dance porque las canciones fueron concebidas sobre la base de una estructura pop diferente a la de Into the Plateau (2006), nuestro álbum anterior, que muestra un aura oscura afín a la del techno minimalista. Normalmente, las producciones de Delorean las hicimos en poco tiempo. Pero en este caso, a medida que tocábamos en vivo, los temas iban tornándose más redondos. Somos una banda abocada al directo, aunque ahora nos dedicamos más a pensar en la canción en sí”.
Pero la efervescencia festiva del nuevo larga duración de Delorean entra en contraste con la aguda situación económica que padece España. “La crisis no la sentimos tanto”, asegura Lazcano. “Debido a que sigo igual que siempre, no me ha influido como tal. Tampoco tenemos aquí las empresas del siglo. Antes, los temas que componíamos eran más oscuros. Pasa que en esta oportunidad a Ekhi, el cantante, le apeteció hacer más melodías, letras largas y estructuras menos complejas.” Mientras que Guillermo ilustra: “Subiza es bastante positivo por el lado del amor. En comparación con los discos anteriores, que hicieron hincapié en nuestra relación con el entorno, éste habla más de las relaciones personales. Sin menospreciar lo realizado en otras épocas, aprendimos algo de cada referencia que fuimos editando. Aunque ahora pensamos en función de una canción que pueda resultar, que tenga todos los elementos necesarios para estar completa y que sea lo suficientemente capaz de entretenerte a lo largo del tiempo. Me gusta imaginar que todo va mejor porque lo hacemos mejor”.
Cae la tarde frente al Mediterráneo, y el cuarteto acaba de brindar su último recital en la ciudad Condal antes de partir nuevamente a los Estados Unidos, donde Subiza fue editado por Matador (sello de Sonic Youth y Belle and Sebastian). Este buen momento no hubiera sido posible sin la aparición del EP Ayrton Senna en 2009, que estableció el oriente musical del último disco y le permitió a la agrupación agitar hasta el hastío las audiencias de ambas orillas del Atlántico. “Más que nada fueron coincidencias”, especula Unai. “Fue importante asimismo el trabajo de las remezclas que hemos hecho, pues nos puso en contacto con muchos de los grupos que nos gustan. Y en la medida que esos artistas se fueron moviendo, también lo hicieron los remixes. Así que eso y el Ayrton Senna crearon las expectativas para Subiza.” Acerca del requisito que debe cumplir un tema para que Delorean lo remezcle, el tecladista enfatiza: “Hubo remixes que nos pidieron, y otros que quisimos hacer. Preferimos elegir los temas que aceptar encargos. Desde que producimos uno para los franceses The Teenagers y otro para Mystery Jets, nos resultó la consigna”.
Que el éxito encontrara instalados en Barcelona a estos músicos que recién superaron los 25 años es algo que forma parte del azar. “No vinimos para participar en una escena ni nada por el estilo, sino que la elección de la vida que queríamos hacer nos condujo aquí”, asiente Astrain. “Esa casualidad permitió que le pudiéramos dedicar más tiempo a la banda, y que todo vaya mejor.” A diferencia de El Guincho, que hizo carrera en el circuito anglo cantando en español, Delorean, que en 2010 alcanzó su primera década de trayectoria, apostó por el inglés. Sin embargo, Unai aclara: “Si nos preguntan de dónde somos, siempre decimos que provenimos del País Vasco. A veces no lo controlan, aunque somos de donde somos y estamos orgullosísimos de eso. No obstante, no hacemos música para la gente de donde somos. Simplemente hacemos música. Algunos sí se identifican con su lugar de origen por motivos políticos, pero nosotros no. De hecho, el disco se llama Subiza porque es el nombre del lugar donde los grabamos (N. del R.: está ubicado en la Comunidad Foral de Navarra). Nos sonó bien porque el título representa ese esfuerzo”.
Unai Lazcano y Guillermo Astrain evidencian el agotamiento después de su hirviente performance. No obstante, el trabajo sigue debajo del escenario, pues los fans van y vienen. Ya en su pueblo los tildan de héroes porque Zaraut está en boca de todo el mundo. También Barcelona. Un ascenso tan raudo como el viaje dimensional del homónimo auto inmortalizado por Marty McFly en la recientemente rescatada cinta Volver al futuro. Argentina es una de sus metas próximas, confían. Y la verdad es que casi consiguen debutar en febrero, pero se prorrogó. Además, ninguno de los dos estaba al tanto del puente que se estableció entre la movida indie vasca y la porteña con la llegada primero de Le Mans y luego de La Buena Vida a la capital argentina desde la década de 2000. “Sabía que en Sudamérica son populares porque tengo relación con ellos, aunque no puntualmente en Buenos Aires”, expone el guitarrista de Delorean. ¿Y qué conocen de acá? “Nos gustaría reencontrarnos con Babasónicos, con quienes tocamos en México. Son simpáticos, muy liantes”, recuerda el tecladista. “También nos gustaría probar unas buenas carnes.”
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