“En mi calidad de único autor y titular de todos los derechos de propiedad intelectual sobre la obra musical Arde la ciudad, los intimo para que cesen cualquier utilización de esa canción durante su campaña política y dentro de los festejos”, escribió Manuel Quieto, líder de La Mancha de Rolando, junto a su abogado, en la carta documento que, días antes del ballottage para elegir al jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, envió “al señor presidente del partido Propuesta Republicana (PRO)”. Pero Mauricio Macri no le dio bola y siguió usando Arde la ciudad. La canción volvió a escucharse en el festejo del último domingo, como ya había sonado en el bunker PRO tras el triunfo en la primera vuelta electoral, y como ya había formado parte del soundtrack partidario en comicios de años anteriores. Esta vez, el reelecto jefe de gobierno porteño hasta aprendió algunos versos de la letra, como pudo advertirse por televisión, ya que en el escenario repitió varias veces la línea “Arde la ciudad... (evitó precisar el verbo, ‘llueve’) en tu mirada gris”, con los ojos cerrados de alegría, casi como un guitar hero ejecutando un solo extático.

La carta documento de Manuel decía: “La utilización de las obras en el marco que ustedes realizan genera la falsa idea de una asociación entre mi obra, mi persona y la banda musical La Mancha de Rolando, que integro, con un proyecto político con el cual estamos plenamente en desacuerdo”. Y advertía: “Toda utilización contra mi voluntad será una violación a mis derechos de autor y pasible de denuncias y penas por daños y perjuicios”.

Sin embargo, Arde la ciudad fue la canción elegida por los musicalizadores PRO para que Macri saliera a escena a celebrar su reelección, y hasta sonó varias veces. ¿Será que les chupó un huevo? ¿Será que el rock tiene cierto compuesto psicoactivo para la arenga visceral que no es tan fácil de encontrar en otros ritmos? ¿O será por culpa de las ineficiencias del correo? El vocero de campaña de PRO y secretario general del gobierno porteño, Marcos Peña, no está al tanto del tema: “Nunca supe nada de esa carta, no sé si alguien la habrá recibido, pero yo no escuché nada al respecto”, le dijo al NO.

Quieto expresó su bronca por Twitter, como en la primera vuelta electoral, cuando había calificado de “siome” a Macri. A través de la red social, Manuel se explayó: “Se ha hecho un daño a mi persona, manga de garcas”. Y más tarde, acaso más reflexivo, citó a El cartero de Neruda: “Ultimas palabras sobre PRO y Arde la ciudad; a pesar de no ser de mi agrado, la poesía no es del que la hace sino del que la necesita”.

Ya fuera de Twitter, Manuel le confirmó al NO: “El tema lo vamos a seguir tocando, que sea lo que Dios y la Justicia quieran”. Algo parecido a lo que debe haber pensado el DJ PRO.