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“Arrancamos en un momento bajísimo del rock uruguayo”, recuerda Diego Martino, guitarrista y cantante de Hereford, uno de los combos con mayor tradición del rock crudo de Montevideo. “Pero hubo un nuevo despertar que tocó su punto más alto en 2003, luego bajó un poco y ahora es estable. No nos podemos quejar: hemos compartido un proyecto de vida juntos, que arrancamos muy de chicos, y pudimos transformar a la banda en la meta en sí misma”, cierra Martino, notablemente facilitado para el balance por la actualidad de la banda y por este festejo de 15 años que acompañan con la edición de un compilado de las piezas más representativas de sus 5 discos.

“También ayudó que siempre pusimos primero el grupo antes que los egos, y que fuimos desarrollando una amistad que nos permitió sobrepasar los obstáculos”, continúa, pasándoles información también a las generaciones más nuevas. Porque si algo se multiplicó en la cultura juvenil uruguaya de los últimos tiempos fue, extensamente, la cuota rockera entre el piberío: “El rock es cada vez más global y atemporal, ya que trasciende lo musical y se cuela por otras arterias de la sociedad. La rebeldía y no aceptación de las normas impuestas son bastiones del espíritu rockero, y veo que los jóvenes están interesados en el rock, pero también veo que el concepto de rock se puede estar diluyendo en una generación para la que parece que lo más importante es la velocidad con la que pueda satisfacer sus falsas necesidades”, señala, crítico, el violero charrúa.

“Por supuesto que el rock argentino nos inspiró. Ningún músico que haya nacido antes de los ‘80 en un país de habla hispana puede obviar a los referentes legendarios que surgieron en la Argentina”, asegura. Hereford se dio el gusto (y viceversa) de grabar con Juanse y Manuel Quieto dos temas que quedaron registrados en 15 años, el compilado en cuestión. “Lo de Juanse fue en el ‘99 porque tocó con Guzmán Mendaro (el encargado de la otra guitarra montevideana). Lo de Manu fue distinto: pertenecemos a la misma generación y creamos un vínculo de amistad muy copado”, se alegra.

Frank Lampariello, bajista y cantante, suma su preocupación por el hecho de que en un país que vio crecer su capacidad rockera ampliamente, el circuito de lugares para tocar se viene achicando: “Hay muchas más bandas que antes, la calidad ha mejorado muchísimo y hay menos lugares. Eso hace que el bolichero se aproveche de la situación. Y los músicos bajan sus pretensiones, incluso llegando a tocar gratis con tal de hacerlo... Está difícil, sin dudas”. Quizá por eso sea que cruzarán el charco pronto.

* Hereford toca el sábado 12 de noviembre en La Trastienda Club, Balcarce 460. A las 21.