FUROR POR EL TEMA PLEASE ME
Poncho laburó en su escena con la lógica de una banda del underground: se movió con un presupuesto escueto, actuó en cada sitio que pudo, con giras gratuitas por la costa atlántica incluidas, y desarrolló su performance a los ponchazos. Ahora explotó.
› Por Luis Paz
Que la canción que marcó la transición entre la primavera pasada y este verano sea obra de Poncho no deja de sonar a trampa lingüística, de verse como un zanjón virtual holgando la relación entre la indumentaria y la temperatura. El tema es Please me y tuvo alta rotación reciente en televisión a partir de la publicidad de una franquicia de casas de artículos para el hogar protagonizada por Ricardo Darín. Sí, ésa que parece decir “maté un esquimal, maté un esquimal” o “traé un whisky más, traé un whisky más” (pero que en verdad dice “I’ve been wasting my... I’ve been wasting my... time”) es una canción de Poncho, el grupo argentino de música bailable de base electrónica y pop de mayor ascenso en el último par de años. Es decir: desde su formación. El DJ Javier Zuker, Fabián Picciano (su compadre en la Zuker XP) y Leandro Lopatín (ex guitarrista de Turf), como trío de canciones pop con ingeniería electrónica y motor rockero, publicaron Ponchototal, notable disco y fundamental para la tradición post-2000 de la música electrónica argentina, en septiembre de 2009. Desde entonces, Poncho es uno de los más notables grupos argentinos de la nueva década, que comenzó la primera semana de 2010 con Zuker definiendo al trío (en el NO del 7 de enero) como el equivalente musical a “una movida ayahuasquera”, a una “celebración psicodélica sin fin”.
A la primera semana de 2012, el grupo tiene un hit del verano pegando dos años y medio después, lo que también es toda una testificación de fe para los músicos que publican discos y sienten que nada pasa con ellos. Poncho laburó, en su escena, con la lógica de una banda más del underground del rock: se movió con un presupuesto escueto, actuó en cada sitio que pudo, con giras gratuitas por la costa atlántica incluidas, y desarrolló su performance (a los ponchazos, ejem) hasta dejar ajustadísimo su show multimedia con Tomi Di del Punga Visual Consorcio. Así llegaron a Nueva York para tocar en la Latin Alternative Music Conference y actuaron en París mediante un intercambio cultural. En el cierre del año, Ponchototal se ubica entre los 15 discos más vendidos del desembarco de iTunes en la Argentina durante 2011; y Please me encabeza el ranking en materia de canciones.
La oscura voz que suena toda el día en la televisión, tanto en la publicidad aquella como en el videoclip de la canción (con Calu Rivero en el protagónico, Emmanuel Horvilleur en el elenco y un aire al video de God Gave me Everything I Want, de Mick Jagger), es de Maxi Trusso, suerte de crooner del pop electrónico que nació en la Argentina, creció en Inglaterra (y luego en Italia), grabó con Cher, jugó al fútbol con Robbie Williams, teloneó a los Rolling Stones y editó en la Argentina su disco Love Gone. “Una de nuestras ideas matriz es la colaboración”, explica Zuker ahora. “No queremos un cantante fijo –continúa– sino compartir con muchos y colaborar también con artistas visuales en los videos, los shows y la gráfica”, tres aspectos en los que el trío también se destaca.
Entre la batería de colaboraciones hay apellidos imponentes: Spinetta puso voces en el tema que cierra el álbum, Tantra Sky, pero también aparecen Ricardo Mollo y Diego Arnedo (en D.I.S.C.O., un tema que los cruzó con la cantante de !!!, Shannon Funchess, que lo cantó) y artistas jóvenes como Sebastián “Chivas” Argüello de normA (Sin control), Banda de Turistas (en Kansas, otro corte notable de Ponchototal) o Nicolás Ottavianelli (también conocido como Ríspico, que participó de cuatro piezas) y la voz de Betty Elizalde, histórica locutora argentina, en ¿Estás ahí? El disco, además, fue coproducido por Justin Robertson y Guz Dewar, que elevaron estas grandes piezas bailables con un pulido de nivel internacional. “Somos una banda que se junta a componer en un living porteño con una criolla. Nos pone supercontentos que una canción nuestra, producida de este modo espectacular por ellos, se haga popular”, retoma Zuker.
–Sí, desde que la compusimos creí mucho en la canción. Para mí era un temazo y muchos me han dicho que les quedaba en la cabeza. Incluso a Paul Oakenfold le gustó y quiso hacer un remix, pero nos pedía demasiada guita. Este año nos planteamos hacerle el video y fue un éxito, no sé cuántas vistas tiene en Internet (N.de R.: Si se suman todos los videos cargados en YouTube y vimeo, acumula más de 4 millones de reproducciones), más la gente que lo vio en la tele. Afuera despegó cuando lo cargaron en el blog CoolHunter, que es súper de vanguardia y marca tendencia. Antes de irnos a tocar a París llegó la oferta de la publicidad. Cuando vimos que estaba Darín, nos caímos de culo. No me da miedo que el tema sature a la gente; me da orgullo tener un tema que sea tan popular.
–Por supuesto. Estamos grabando, hay canciones ya, pero seguimos componiendo y queremos que este concepto de la colaboración se mantenga y se amplíe. Durante el año pasado tocamos mucho. Tuvo que ver con cómo nos planteamos el año. Quizás acá en Buenos Aires no tocamos tanto, pero el show del Personal Fest fue una situación hermosa, por ejemplo. En París nos fue recontra bien, en Nueva York lo mismo. Nos llamaron para tocar en la entrega de los Grammy. La verdad es que tocamos una bocha. En vivo suceden cosas que están muy buenas, pero ya va siendo hora de grabar, también.
–Fue increíble. The Flaming Lips es una de mis bandas preferidas y aproveché la situación de su venida para estar ahí, disfrazarme y ser parte de la locura de esa banda, que me parece un ejemplo en su música y en su forma de laburo. Creo en el cero estrellato y me parece que los Flaming Lips lo llevan a cabo de una manera alucinante. Detrás de escena tuvieron una onda espectacular y nos contaron que los Arcade Fire los hicieron sacar de un camarín en un festival europeo. También me pareció que la gente no estaba a tono con la locura de la banda y me pareció que eso fue culpa del VIP tan grande que armaron. El que tiene la plata para pagar la entrada VIP lo ve espectacular y está tranquilo, pero eso hace una diferencia entre el artista y su público fanático, que no tiene el dinero y queda re lejos. Me dijeron que con Primal Scream pasó lo mismo. Yo los fui a ver a Lollapalooza en Chile, porque venían con el tour de Screamadelica, que me marcó mucho, lo mismo que Loveless, de My Bloody Valentine, o el primero de los Stone Roses. Creo que entre mis artistas favoritos, los únicos que me quedan pendientes de ver son Stevie Wonder y Tom Waits.
* Poncho toca el jueves 12 de enero en Arenabeach (Rotonda de El Faro, Mar del Plata). Gratis.
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