Jueves, 29 de marzo de 2012 | Hoy
LOS ARCTIC MONKEYS DEFINITIVAMENTE NO LEYERON A BORGES
No hablan de política, no hablan de Malvinas, no hablan de la ley SOPA. Ni siquiera hablan de literatura. ¿Para qué dan notas?
Por Yumber Vera Rojas
Si detrás de todo gran hombre existe una maravillosa mujer, en la trastienda grupal del rock un frontman no alcanzaría a saborear el estrellato sin el impulso proletario de su baterista. No obstante, la historia, desde tiempos inmemoriales y rescatando menguadas excepciones, persistió en ignorar y hasta vilipendiar el reconocimiento de los guerreros del beat, que no se detienen en el vital y robusto oficio de inundar de ritmos el ensordecedor y melodioso universo de los yeites. Así que Alex Turner no sería el precoz genio e imagen de Arctic Monkeys ni del rock británico sin la tracción cuatro por cuatro que le avienta Matt Helders. Y esta afirmación es unánime y ecuménica. Amante de su natal Sheffield, del boxeo y del hip-hop, el músico de 25 años, que cumplió su sueño de pibe en el disco Humbug (2009), al tener como productor al artífice del grupo que lo inspiró a sentarse detrás de los tambores, John Homme, de Queen of the Stone Age, regresa a Buenos Aires, luego de su debut local en 2007, para presentar el flamante Suck it and See (2011). Se trata del álbum del cuarteto en el que el rock aguerrido y la melodía esplendorosa consumaron la armonía, y en el que además el igualmente creador del Tramlines Festival, al teléfono en Inglaterra, se sacó las ganas de cantar e incluso de actuar.
–No entiendo. ¿Por qué lo preguntás?
–Ya lo podés imaginar, lo pasamos muy bien.
–Aunque la firmamos él y yo, suele haber mucho aporte colectivo en la composición de las canciones. Todos sumamos ideas para las letras. Es una labor conjunta.
–Es un sonido diferente porque definitivamente evolucionamos. Pero esto es lo que siempre tratamos de hacer, buscamos nuevas formas y matices para que nuestra música no se estanque.
–Mientras estábamos en el estudio, grabando en vivo y con toda la banda tocando junta. Al mismo tiempo, las canciones fueron escritas de la forma tradicional. Lo que sugiere la idea de este sonido ya existía, aunque no tan explícitamente.
–Pedirle que fuera el productor de Suck it and See, junto con John Ford (integrante de Simian Mobile Disco, que actuó en Buenos Aires el pasado lunes y al final fue el que llevó las riendas del álbum más reciente de Arctic Monkeys), era una idea que no esperábamos que se concretara. Sin embargo, la dinámica entre ambos, en Humbug, fue fundamental para que llegáramos hasta esta instancia musical. A pesar de que no coincidieron nuestros tiempos, lo invitamos para que por lo menos nos prestara su voz en el tema All my Own Stunt.
–Las personas siempre tienen diferentes reacciones.
–Probablemente es el beneficio de ser joven. No pensamos demasiado debido a nuestra edad.
–En mi vida cambiaron un montón de cosas. Pero es normal que todas las personas entre los 19 y los 25 años experimenten cosas diferentes. No estoy en casa mucho tiempo, por ejemplo, pero no me importa.
–Cada grupo maneja ese asunto como mejor le parezca.
–Lo que te puedo contestar al respecto es que nuestros discos evidencian la música que creemos que debe ser y no la que pensamos que podría gustarles a los fans.
–Estamos muy felices de volver a tocar allá. Lo pasamos muy bien la primera vez que fuimos. Como ya conocemos la pasión con la que vive un recital el público argentino, llevaremos mucha energía y un show excitante.
–No nos interesa la política, sólo hacemos música.
–Esa influencia no fue intencional.
* Arctic Monkeys tocará en la segunda jornada del Quilmes Rock 2012, el miércoles 4 de abril, en el estadio de River Plate (Av. Figueroa Alcorta 7597).
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