SON PRODUCTORES, QUIEREN TOCAR. SON MúSICOS, QUIEREN PRODUCIR
Shaman produjo a La Patrulla Espacial y Sr Tomate, BK (Matu Naso) produjo a Slalom, Viva Elástico y D-Champions, Compañero Asma a Mujercitas Terror y Satan Dealers. Y Reno editó a The Hojas Secas. Todos tienen discos propios y caminan el sinuoso camino entre crear música y poner el oído para otros.
› Por Julio Nusdeo
Shaman Herrera siempre tiene algo nuevo que contar. El líder de los Hombres en Llamas, y desde hace un tiempo miembro estable de Sr. Tomate, parece volverse una pieza útil en cada engranaje donde se acomoda. “Ahora estamos con un nuevo proyecto experimental junto a un par de La Patrulla Espacial, un par de Sr. Tomate y otros de Norma. Se llama Amplis”, cuenta su voz ronca a través del teléfono, como un motor de a poco poniéndose a punto. Un video filmado por Edu de Sr. Tomate, bajando en las escaleras mecánicas del Metro de Moscú, es la imagen del primer clip de los Amplis, ideal para sus bucles de zumbidos entre baterías espástica. “Usamos amplificadores retroalimentados, filtrados por varios pedales de efectos y se generan ruidos extraños”, cuenta Shaman de una banda compuesta por dos bateros, un moog y amplis retroalimentados. Pero hay más: “Hace unos días nos presentamos por primera vez con Los Pilares de la Creación, un trío extraído de Sr. Tomate: Ale Bertora, Edu Morote y yo. Son canciones acústicas, más para el lado de los Hombres en Llamas, pero con otra instrumentación. Ahora estamos terminando el disco y calculo que en un par de meses lo tenemos en las bateas”.
Hombre hiperactivo, nacido en Comodoro Rivadavia e instalado en La Plata, Shaman Herrera produjo el primer EP de La Patrulla Espacial y tocó como invitado en el primer disco. A partir de esas colaboraciones aparecieron otras nuevas, siempre entre amigos platenses. “Produje el disco Compañía de Atico, que es la banda del tecladista de El Mató; de Prietto Viaja al Cosmos con Mariano produje el EP y su último disco doble; Ritmo de vida, de Sr Tomate. Ahora estoy empezando una producción con la Riki Riki Tave y la Banda Misteriosa.” Y aun hay más: “El Nene y los Metralleta es una banda fantasma. Grabamos una vez por año y tocamos. Es experimental también y canta el Nene, de la Antropofónica. Ahí somos los de La Patrulla y algunos de los Hombres en Llamas”.
–Sí, somos todos muy inquietos.
–(Risas) Es que lo experimental es lo que se disfruta. Nuestras inquietudes van para ese lado porque la búsqueda de nuevos sonidos se da con ese mecanismo de trabajo.
–Claro, nunca nos ponemos en el lugar de decir “hagamos algo parecido a tal cosa”. En la búsqueda está el disfrute. Hace un tiempo estuve en Europa tocando mis canciones y había una linda recepción. Tocaba unos 20 minutos esas canciones y después empezaba a tirar ruidos con amplificadores y a cantar sin palabras, y la gente levantaba bocha. Disfrutaron más esa experimentación... música instantánea, creo que se ve más sincero.
–A mí me flashea experimentar porque ahí se ven las papas. Cuando cantás muchas veces la misma canción, por más que la hayas hecho en un momento de pura sinceridad y con el corazón en la mano, pasa el tiempo y esa sensación pasa. Queda la canción nomás y no todo el sentimiento que la produjo.
Para fines del año pasado, Shaman y los Hombres en Llamas editaron su último disco en donde la banda amplió su sonido y su formación: “El crecimiento del número de integrantes se fue dando así, naturalmente, no es que salimos a reclutar gente. A medida que fue evolucionando la banda, quise también incorporar otros sonidos, como las trompetas, que en discos anteriores y otras cosas que he grabado eran arreglos que yo hacía con la voz. Me di cuenta de que me faltaban instrumentos. Yo usaba la voz porque era lo que tenía a mano, pero la idea de los temas tiraba un poco más a lo orquestal. Así se fueron sumando los pibes, primero Ale, de Sr. Tomate, que desde el primer disco me tiró una onda con unos caños, unas trompetas, y así se fueron dando”.
–No hay batallas de egos, somos muy unidos. Quizás haya un ego colectivo.
El guitarrista y productor Matías Naso, conocido por su seudónimo BK, encuentra en el acopio de material su principal herramienta para generar un álbum. “Uno acumula temas por ahí, por tener el estudio cerca. Es más ímpetu, inquietud y no estar abocado a otra producción. Debería retomar ese espíritu creativo, pero mientras esté metido en otras producciones ese tiempo se lo cedo al artista con el que esté trabajando.” Sin embargo, “acumular es fácil, pero acomodar no”, repara al referirse a su último álbum, La prótesis del Hombre Nuclear: “El disco lo empecé a gestar ni bien se editó el anterior, BK. Fueron como dos años de trabajo intenso y el primero me llevó más tiempo. Ahora el que está por salir lo hice en sólo tres meses”. El neblinoso downtempo que BK enseñó en La prótesis... es ahora un eco yuxtapuesto con el sonido de Afrika, su nuevo álbum, aún sin edición física. “Los discos tienen a veces personalidades complejas o más simples, como en el caso de Afrika, que se presenta sola antes de gestionarse. Es como algo que te pide el destino; como ir al almacén y comprar una gaseosa o ir al súper y llenar el carrito. Uno tiene el disco en la cabeza antes de hacerlo. ¿Y cómo llega? Eso es un misterio.”
Matu, como acostumbran decirle sus conocidos, empezó a hacer música electrónica y diversas grabaciones en el año 1997. A comienzos de la década pasada y hasta hace dos años, Matu era el fino guitarrista de Placer, con quien junto al cantante Walter Lema diseñaron ese delicioso power-pop de trasnoche hasta la mañana siguiente. “En su momento fueron proyectos paralelos”, recala y explica que, a diferencia de aquella etapa, su actual manera de componer se inicia una vez que tiene varias pistas grabadas. “Por lo general empiezo por el bajo, luego la base y después los dibujitos.”
–Hace un tiempo colgaste en tu perfil de Facebook videos de la época dub de Serge Gainsbourg, que tiene cierta similitud con tu sonido. Pero también posteaste hip-hop más tradicional y música del palo raver. ¿De qué manera esos ritmos influencian tu trabajo?
–El disco de Gainsbourg hecho en Jamaica con ese team me encanta, pero en verdad él es otra cosa, rescato obras mucho más importantes de su carrera, en todo caso. El dub es un género tan amplio como el tecno, el blues, incluso el rock. A esta altura, el dub ya lleva como 40 años en estado de cambio permanente, ya sea digital, análogo a cinta o Pro Tools. No importa la época, es dub y está bueno. Yo soy un poco tradicionalista y me parece casi imposible que salga buen dub fuera de Jamaica. Lo que yo hago es un reflejo de algo que me llega de ahí, porque escucho mucho reggae, pero también amo el hip-hop, el rap y el rock. Creo que el dub es un fiel reflejo en mí literalmente, pero mi música es tecno.
Desde Vértice, su estudio instalado en su casa, en Adrogué, Naso explica que jamás diría “hago dub”, porque sería un delirio: “En todo caso me gusta tocar la consola y los efectos, pero excepto Adrian Sherwood, no conozco dubberos blancos que me gusten”. De cualquier manera, en su rol de productor, BK es un referente en la tarea de toquetear señales y entre lo último de su trabajo como productor abundan nombres del pop y la electrónica subterránea del conurbano sur: Slalom, Siempre!, Viva Elástico, Le Premier Enfant, DChampions, Cancheras, Mármol R, Los Levingstons y algún que otro demo cibernético. En cuanto a sus remixes, Matu dice: “Me considero muy afortunado de haber trabajado con Altocamet, porque ya editaron dos en Mitad del viento y ahora creo que uno para el nuevo. Con Slalom tenemos un disco entero de remixes; para el disco de Coco, Oferta Remixes, hice Mi Dragón; y para Isla de los Estados, Sobrevaluado”.
“Lo bueno de Compañero es que no tiene ninguna obligación estética, es medio un picnic. Cuando hay plata, buenísimo y suena tremendo. Otras veces son grabaciones más rústicas, o a veces encontrás coequipers con una técnica para algunas cosas. Es un poco ver lo que tenés en el menú.” Así encuentra Hernán Espejo la manera de estimular su proyecto Compañero Asma, con esa idea de juego que admira de artistas como Mark E. Smith, de The Fall, o Julian Cope. Desde 1, su primer casete editado en 1993 y ahora reaparecido como descarga gratuita desde su página de Facebook, Espejo ha venido registrando las canciones de Compañero Asma en todo tipo de formatos. Entre la abundancia de autograbaciones, su disco Guitarra dulce hogar, de fines de 2009, contó con la producción de Ariel Minimal y el material resultó un repertorio ideal para su próximo picnic: “A las mismas bases les agregué más instrumentos e hice versiones en inglés”. El resultado fue el EP Kraut’n’Roll, editado en 2010.
En su faceta como productor de otros grupos, el Compasma –como le dicen– mantiene su método: “Voy a los ensayos y veo el repertorio que hay. Trato de darles seguridad, de sugerir algunas cosas, y paralelamente voy pensando con qué equipos y de qué forma se va a grabar. Porque, en general, es uno o dos días de grabación. Es como una foto lo que podés tomar y todo termina siendo muy urgente y al palo”. Entre sus últimas producciones, Espejo fue el responsable de Excavaciones, el nuevo álbum de Mujercitas Terror y uno de los más votados en la última encuesta del NO. “Estuvo muy bueno hacerlo. Se bancaron la presión de estar en un lugar tan emblemático de la música argentina como son los estudios ION. Ahí trabajamos las bases en vivo, como para mantener ese espíritu. Después algunos overdubs de guitarras y las voces. El resto fue darle con la mezcla hasta que esté.”
Otro álbum de su producción fue El ardor de los perfumes prohibidos, de Satan Dealers, el primero de canciones enteramente en español. “Le dimos bastante atención a las voces. Quería que Adrián (Outeda) volviera a un estilo similar al que tenía en NDI, y creo que quedó muy bien.” El último disco firmado por Compañero Asma es el heterogéneo y atemporal Afuera pero no abajo. “Es un quilombo de canciones que algunas vienen de hace diez años, que seguían en el cuaderno y nunca lograron entrar en los discos. Entonces el verano pasado las agarré y las regeneré. Hay bases de 2006 a las que les grabé cosas nuevas encima.” Espejo habla sentado al lado de una consola bien moderna, su última adquisición, con entradas y salidas USB y decenas de canales para revisitar el viejo espíritu de la mezcla: “Es mortal, porque pasás todo de la computadora a la consola y mezclás en tiempo real, como se hacía antes con las cintas, y eso vuelve a ser enviado a la máquina. Entonces tenés una performance de mezcla hecha en vivo”. En cuanto a generar material propio, Hernán cuenta que el proceso es bastante anárquico: “Hay veces en las que actúo por enojo. Ponele, ante alguna limitación, me enojo y digo ‘esta canción me hinchó las pelotas’, y la despacho en diez minutos. La grabo y listo. Soy de probar distintas técnicas, aunque la metodología cuando trabajo lo mío es bastante punky, son decisiones muy rápidas”.
Con casi toda su discografía ofrecida para descargar gratis, e incluido en el top 10 de la lista de 100 mejores temas nacionales del blog/radio listaspinkmoon.wordpress.com, Espejo se ha convertido en una especie de referente de la escena subterránea del rock local. Durante el último año se dedicó a transmitir a través de la web una selección bien curada de bandas de todo el país, su segmento Broncodilatando con el Compañero Asma en shhhradio.com es uno de los programas más escuchados y su trabajo le valió un lugar desde el domingo pasado en la grilla de Radio Nacional Rock. “El programa no tiene nombre todavía, pero paso 100 por ciento under argentino y algunos recuerdos cuidadosamente seleccionados”, cuenta entusiasmado.
* Nacional Rock presenta al Compañero Asma se emite todos los domingos, de 13 a 15 por Nacional Rock FM 93.7.
“Berlin, de Lou Reed, y Valentín Alsina, de 2 Minutos, los tengo a la misma altura: son dos discos de cabecera. Escucho a Mosca y les creo lo que están tocando, les creo las letras. Y Berlin también lo siento honesto, aunque está relleno de cosas.” De esta manera, Juan Pablo González, conocido como Reno, deja claro, o no tanto, sus gustos musicales. Desde 1998, cuando grabó el primer disco de su banda Roncha, Reno quedó fascinado por el sonido, aunque no por el de alta fidelidad: “Ese álbum está grabado en un equipo Aiwa, de esos que venían con la opción de karaoke. Iba grabando en la casetera B mientras desde la A salía con karaoke lo que había grabado antes, y el resultado final tenía un ruido bárbaro, pero se entendía. Mi primer disco solista también lo hice así”.
Por la manera anfetamínica de hablar, Juan Pablo, nacido en Dolores, instalado en La Plata y con 29 años, parece metido en la piel de Dean Moriarty, ese desaforado compañero de ruta que retrató Jack Kerouac en su novela En el camino. “Me lo dicen seguido”, contesta entre una sonrisa. En su sitio renoruidos.com.ar puede leerse la leyenda “Ya voy 65 discos gratuitos under para bajar gratarolaaaaa” y si bien los discos no son todos de su autoría, puede decirse que los consiguió con el sudor de su frente. “Empecé subiendo mis discos y después vi que había discos de otras bandas, que ellos no habían subido a sus páginas, por ser cosas en vivo o rarezas. Les fui preguntando y a cada uno que me lo permitía, fui subiendo. Hay discazos como el de Mazinger, una banda que había en La Plata y era fantástica. Ese disco es en vivo, en Sala B, que es un lugar donde tocaban todas las bandas que estaban en el sello Laptra.”
La perseverancia de Reno para lograr cosas de sus amigos es algo así como su marca personal. “A veces estoy en la casa de alguien que está tocando y le digo: ‘¿Qué es eso?’. ‘Nada, un riff.’ ‘Uh, está bueno’, y termino quizá molestando, insistiendo en que lo grabe. Entonces capaz que después le grabo algo arriba y le digo: ‘Che, salió esto. ¿Te molesta si lo subo como un simple para tenerlo como recuerdo?” Entre la urgencia de subir discos hay algunos que quedan olvidados, esperando a que Juan Pablo los redescubra después, como sucedió con El viaje que trajo la peste. “Ese fue un disco que grabamos con el cantante del grupo Mazinger, Koyi Kabutto, cuando me compré mi primera portaestudio. Probé grabando guitarras con delay y demás cosas como un experimento, con relatos míos que le dije a Koyi que los recitara. Después lo puse en una compu y no lo encontré hasta hace poco, que lo junté como un disco y lo subí. Quedó re psicodélico, y hacerlo de manera tan libre me sorprendió lo que salió de un teclado Casio, tres guitarras con delay y batería electrónica con reverb. No es mi último disco, es de 2006, pero está mejor que un montón de cosas que he hecho.”
Reno está de vuelta de una estadía/gira por Entre Ríos con la banda amiga The Hojas Secas, con quienes, tiempo atrás, armó un disco hecho de retazos de acoples. “Un día los fui a ver en vivo, ellos tocan tipo The Strokes, pero mucho más rockero, más barrial, un estilo que a mí me gusta mucho. Cuestión que entre tema y tema hacían unos acoples re zarpados. Yo había flasheado con eso, entonces pedí las pistas al que hacía sonido, fui a mi casa y agarré un cacho de cada final y armé como seis temas. Algunos me han dicho que son inescuchables y otros que están re buenos.”
A fines del año pasado, Reno editó Crudo, un compilado de temas viejos, regrabados al mando de su guitarra acústica y la armónica. “Fueron temas viejos que volví a grabar a pedido de un amigo, que decía que con la banda eran una cosa y que solo tenían otro significado”, cuenta. En respuesta a Crudo, que tuvo buenas reseñas, Juan Pablo quiso hacer algo nuevo: “Otros sonidos y texturas que algunos lo bancarán y otros dirán que es un quilombo”. El nuevo álbum se llama Violento es el mundo, violenta es la vida, y es un split que armó con Pupa, el cantante de Los Vivales, una de sus bandas favoritas. “Grabé ruidos que acompañan a una guitarra acústica, acoples en ese tono, baterías golpeando una mesa y después distorsionadas con algún pedal. Llegué a grabar seis canciones; entonces le dije a Pupa: ‘Che, me gustan tus letras, ¿por qué no grabás temas así con la criolla, te parece?’. Y los grabó. A ése sí le rompí las bolas, casi nos peleamos por insistir.” De cómo suena este álbum, que pasó mucho tiempo trabajándolo en su casa, dice: “Es menos escuchable, trae dos temas con guitarra acústica y el resto son con guitarras distorsionadas y pasadas por dos amplificadores”. Aún acompañado por su grupo Los Castores Cósmicos, Reno sueña con el sonido ideal que resuena en su cabeza: “La guitarra tiene que tener mucho feedback, que se genere una bola de sonido, pero que se entienda el acorde. Por eso quiero usar un pedal dual”.
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