Jueves, 12 de abril de 2012 | Hoy
No será Invasión 88, pero el hardcore siempre vuelve y nunca se va. N.D.I. vuelve a recrudecer en épocas de downloads.
Por Santiago Rial Ungaro
Luego de veinte años de ausencia, los N.D.I. (No Demuestra Interés) quizá podrán darle un toque tanguero a su regreso, aunque no a su sonido: disonante e insolentemente ruidoso, austero pero confiando siempre a ciegas en su esencia hardcore, si esta banda volvió con éxito de un larguísimo parate de una década es porque siempre tuvieron algunas cosas claras: “Nosotros tocamos y lo disfrutamos; si hay 10 personas o hay mil personas es lo mismo. Es la gente la que cambia: nosotros siempre hacemos lo que nos gusta”, explica el baterista (y doctor) Leandro Muiatos. Lo que está pasando actualmente es que N.D.I. volvió y su regreso ya está levantando polvareda: no sólo por el sonido austero, disonante, rápido y ruidoso que los caracteriza sino también porque el grupo hoy integrado por Sebastián Erbino (guitarra), Leandro Muiatos (batería), Lucas Romero (guitarra) y Oscar Formoso (bajo) ya tiene confirmada su primera gira sudamericana, que empieza con el show de este sábado en Niceto y que continuará con fechas en Uruguay y Chile.
En el mercado independiente, cuando la demanda supera la oferta, surge, de a poco pero implacable, el mito: no se encuentran copias de Extremo Sur, su emblemático debut editado por Frost Bite en 1993; ni hablar de sus “splits” de principios de los ‘90; tampoco hay copias del polémico Mensaje no precisa de imagen (1995), su tercer disco que marcó un cambio del sonido de la banda hacia un sonido más metalero que decepcionó a los fundamentalistas del hardcore. Por su terquedad, sus convicciones y su personalidad 100% hardcore, una banda como N.D.I. (que comparte muchas premisas filosóficas con gente como Fun People, como las consignas antinacionalismo, antifascistas y antihomofóbicas) aparece totalmente revalorizada por el paso de tiempo.
En palabras de Sebastián Erbino: “Pensá que yo ya tengo 40 años y había mucha gente que me preguntaba: ‘¿Van a volver?’. Y cuando volvimos a tocar de nuevo, volví a sentir lo que sentía a los 20 años. Está bueno porque hay muchos pibitos para los que esto es una escuela. No sólo nosotros sino la escena de Buenos Aires Hardcore. Hay mucha gente a la que le sirve para escaparse del reviente”. Comparado con el rock esquinero o con el punk más nihilista, la actitud de la movida hardcore casi fue una reacción a los clichés de rockers onda Pomelo: no es casual que la primera banda hardcore straight edge que editó en el país haya sido División Autista, en el mítico compilado Invasión 88.
Hay algo autista en el hardcore, algo de antídoto para contrarrestar el cinismo de un rock cada vez más corporativizado: “Lo que nos inspiró mucho a nosotros fue toda la movida de California; nosotros venimos del lado más crudo, Black Flag, Bad Brains, 7 Seconds. Aunque empezamos a juntarnos en el año ‘87 haciendo música con tachos, y después con algún grupo de punk hogareño, nosotros empezamos en 1990-1991. Y una banda como Minor Treath, de Washington, fue fundamental. Ahí apareció muy clara la idea de que aunque te guste el rock como música o por sus melodías, no por eso te tienen que gustar todas esas historia del reviente”.
También hay algo más: los N.D.I. pertenecen a otra generación y otra manera de consumir la música. “Uno se compraba un casete de Black Flag y lo escuchabas y lo escuchabas cuatrocientas veces hasta que se te estiraba la cinta”, explica Leandro y agrega las diferencias entre antes y entonces: “Yo creo que antes tenías más tiempo para poder procesar la información. Lo que veo es que ahora hay muchas bandas que suenan igual. Escuchas 5 bandas y capaz que las 5 suenan igual, como si fueran todas la misma banda. A mí me gustaría abrir ese círculo, porque a veces me dan bronca las discusiones tan tontas que se dan. Es un círculo tan chiquito: nos conocemos todos. Y la verdad es que estar peleándose por cualquier pavada lo único que genera es que todo se vaya encerrando cada vez, porque cada vez es todo más chiquito. Parece que un disco como Mentes abiertas (mítico compilado de 1992 en el que participó No Demuestra Interés junto con otras 7 bandas, entre ellas 2 Minutos) para algunos fue en vano: al final son mentes abiertas en un círculo cerrado. Nosotros con N.D.I. hemos tocado con Illya Kuryaki & The Valderramas, Los Fabulosos Cadillacs, con muchas bandas punks, con bandas hardcore, heavy, con los Babasónicos. ¿Por qué tenés que separarte de todo?”.
* N.D.I. toca el 14 de abril en Niceto Club. A las 22.
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