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De los 30 ciclistas que lucieron el maillot blanco en la historia del Tour de Francia, el que distingue a los jóvenes competidores con aptitudes para trascender, sólo cinco llegaron a ponerse la amarilla. No obstante, cuando Los Punsetes, tal cual pedalista renegado, iba a ser investido con la camiseta que identifica al líder de la etapa, tras la ovación que recibió su segundo disco, LP2 (2010), eso poco le importó. Y es que el quinteto madrileño siempre hizo lo que le vino en gana, sin medir las consecuencias, y ese riesgo fue el que lo llevó a subirse a lo más alto del podio de la actual avanzada del indie español. “Este es un grupo en el que todo encaja de una manera extraña, desde los integrantes que lo forman hasta las canciones. Aunque ha sido muy natural, llegamos a esto sin hablarlo y sin un plan preconcebido”, reflexiona el guitarrista Manu. “Como no tenemos expectativas, lo que nos pasa está bien. Disfrutamos de un momento muy bueno, sobre todo porque hace un año era diferente, y dos atrás ni te cuento. Lo vamos viviendo con curiosidad y alegría.”

El conjunto creado en 2004 en las aulas de la Universidad Complutense le devolvió a la capital española el cetro moderno y desfachatado que ostentó en tiempos de la movida, en el alba de los ‘80. “Somos la punta del iceberg de muchas cosas que estaban pasando”, rumia el violero. “El año en el que lanzamos el disco debut, salieron un montón de álbumes increíbles de bandas nuevas. Pero no creo que hayamos iniciado nada, sólo somos un ejemplo más de lo que está sucediendo.” En medio del toma y daca entre la Casa Rosada y La Moncloa, Los Punsetes llegan por primera vez a Buenos Aires esta semana para tantear los temas de su tercer trabajo, Una montaña es una montaña, que saldrá a la venta en mayo y que tiene en El Guincho, quien debutó en la capital argentina en marzo pasado, a su co-productor. “Creo que representa a como sonamos en su cabeza”, especula Jorge, el otro guitarrista de la agrupación. “La intención era trabajar con alguien que no estuviese metido en un ambiente tan de guitarras como el nuestro. Pensamos en él porque podría ayudarnos a sonar más frescos y a ver las canciones de una manera diferente.”

Desde que colgó su primer disco en la Internet, el venerado LP1 (2008), amparado por Creative Commons, Los Punsetes demostró que era de otra dimensión. No necesariamente por la forma de introducirse sino por su manera de comprender las canciones, pues son estallidos de melodías pop propulsados por la pasmosa fuerza del vértigo sónico. Al mejor estilo de las narraciones científicas de Carl Sagan o del catalán Eduardo Punset, del que la banda tomó su nombre. Aunque la alarma se encendió cuando el quinteto viró la forma musical en su segundo trabajo, e incluso firmó con un sello. “Es curioso que se nos haya visto como los popes del Creative Commons. Lo hicimos así porque era la forma más rápida para que la gente lo oyera. Luego quisimos entrar a un estudio, con un productor, y no teníamos la posibilidad de financiarlo”, justifica Manu. “Nos apetecía dar un pasito. Sé que es una jodienda: te gusta un artista, y una vez que cambia, pierde la fantasía. Lo entiendo, también me pasa. Pero con el grupo entendí que uno no puede seguir tocando lo mismo porque cree que gustará más.”

* Los Punsetes tocará mañana viernes en Niceto Club (Niceto Vega 5510), junto a Santiago Motorizado, El Robot Bajo el Agua y Bicicletas, a partir de las 20.30. La entrada es gratuita, y se comienza a repartir a las 20 en la boletería del local.