Jueves, 19 de julio de 2012 | Hoy
SOBRE LA DESPENALIZACIóN DE LA TENENCIA DE MARIHUANA
De forma inédita en la historia del país, distintos bloques políticos parecen estar de acuerdo en la necesidad de que el consumo y la tenencia personal no sean un delito.
Por Lucas Kuperman, Luis Paz y Mario Yannoulas
El sábado 5 de mayo, cerca de 40 mil personas, en su mayoría jóvenes, participaron en distintos momentos del capítulo argentino de la Marcha Mundial de la Marihuana, una caravana que, desde 1999, se realiza en mayor cantidad de ciudades y con más adherentes, con el objetivo de manifestar la necesidad ciudadana de darle un marco legal al cultivo y el uso de cannabis, tanto para fines de uso recreativo, cultural o terapéutico como para su utilización en la industria textil, entre otros campos económicos. En la Argentina, además de los 40 mil participantes en Buenos Aires, otros 25 mil se sumaron en 22 ciudades, un número imponente entre las 200 de todo el mundo en las que esta manifestación es realizada.
Un mes después, los diputados del Frente para la Victoria, la Unión Cívica Radical y el Frente Amplio Progresista consensuaron un proyecto para despenalizar la tenencia de drogas para consumo personal; ya que en rigor en el país no está castigado el uso de la marihuana, salvo cuando es público, sino fundamentalmente su portación, cultivo y distribución. La propuesta de Diana Conti (FpV), Ricardo Gil Lavedra (UCR) y Victoria Donda (FAP) dispone la despenalización de la tenencia para uso personal de marihuana o de semillas, el autocultivo e incluso su utilización en la vía pública, siempre que no se incite a menores a hacerlo. Iba a ser votado en junio, pero su tratamiento se aplazó, aunque se sabe que la mayoría de los diputados estaría de acuerdo en darle media sanción. Para convertirse en una nueva ley, que reemplace a la retrógrada y poco precisa y eficaz Ley 23.737 de Estupefacientes, precisaría también el visto bueno del Senado de la Nación.
El acuerdo refaccionaría los puntos grises de la actual legislación. En principio, para esta ley no está claro que pueda darse un cultivo para uso personal, por lo que la mayor parte de los jueces considera al simple cultivo un delito. Para la nueva ley, la Justicia debería tener pruebas de que un cultivador vende marihuana antes de ordenar un allanamiento. La ley también habilita a las fuerzas policiales provinciales, nacionales y municipales a detener a todo aquel que tenga drogas encima. El cambio propuesto también indica que se deberán tener pruebas de que quien las tiene no lo hace para consumo personal antes de poder detenerlo. Así como la marihuana cultivada y las plantas de cannabis, la tenencia de semillas está penada: se propone no hacerlo más, aunque se mantendría en el plano ilegal su comercialización.
El actual artículo 12 penaliza la “preconización” del uso de drogas y el “consumo con ostentación a terceros”; para la nueva ley, será ilegal únicamente inducir al piberío menor de 18 años a consumirla. Y para aquellos que son víctimas también, en muchos casos, del narcotráfico, habrá cambios asimismo: las “mulitas”, personas que trasladan drogas por las fronteras nacionales, verían reducidas sus penas hasta unas excarcelables. De todas maneras, la principal contribución sería a los usuarios: según datos del Poder Judicial, cada diez detenciones relacionadas con las drogas, siete ocurren por su uso público, dos por tenencia simple y solamente una por tráfico o comercio.
Recientemente, como parte de una avanzada contra el narcotráfico y la delincuencia, el presidente del Uruguay, José Mujica, envió al Parlamento vecino un proyecto para regular la fabricación y distribución del cannabis que es un paso más allá: el Estado tendría el monopolio de la producción, distribución y venta del cannabis, y el comercio estaría gravado con impuestos que se destinarían a educación y salud, sobre todo en materia de lucha contra las adicciones. El mismo cronista del NO que, en Buenos Aires, fue detenido en dos ocasiones, primero por la Policía Bonaerense y luego por Gendarmería, porque ambas fuerzas policiales creyeron que estaba usando marihuana en sitios públicos, comprobó en dos viajes periodísticos al Uruguay que allá los jóvenes fuman en la plaza central, al costado de la Guardia Oficial, que los artesanos del casco histórico de Montevideo venden sus obras utilizando marihuana y que el cultivo para uso personal no genera complicaciones policiales ni legales.
En la Argentina, el mismo proceso llevaría mucho más tiempo, pero el avance de la política despenalizadora es un logro de la militancia cannábica ciudadana y política, e implica una plataforma inédita en el país: es la primera vez que los derechos de los usuarios medicinales y recreativos de la planta podrían pasar a estar defendidos por la Justicia. Se trata de al menos un millón de personas que declara utilizar o haber utilizado marihuana alguna vez. Es todo un cambio de paradigma.
¿Cómo algo de la tierra puede ser prohibido? Es muy complejo prohibir algo que puede crecer en tu balcón, ¿no? No soy un especialista en el tema de la prohibición, pero me doy cuenta de que surge de Estados Unidos, que en los ‘60 elevó leyes a la ONU y prácticamente obligó a todos los países a que se unieran. Estados Unidos tiene un único criterio: lo que no puede controlar a nivel logístico y distributivo, lo prohíbe. Para Estados Unidos, el dulce de leche es cancerígeno, cuando acá no existen historias de muertes de cáncer por consumo sostenido de dulce de leche. Hay cosas que se consiguen en los supermercados y las herboristerías que son mucho más nocivas y no están prohibidas, como la nuez moscada o el té de chamico. Cualquier tipo de alcohol, inclusive; y ni hablar de los tóxicos permitidos en laboratorios. Creo que todo esto va a ser anecdótico para las próximas generaciones. Lo que planteó en su momento Aníbal Fernández es algo indiscutible: hay 600 millones de pesos de gastos judiciales derivados de procesos a consumidores de marihuana, no a narcos. La mayoría de los casos ni siquiera terminan con la persona presa. Antes de esto, en la última época, el menemismo había querido discutir la tenencia simple, y lo primero que hizo la Alianza al asumir fue derogar ese tratamiento. ¡Y yo creí que los radicales eran más progres que los menemistas! Me parecería fantástico que los jubilados planten marihuana en su casa y se lo cambien a los que no tienen el tiempo de cultivarla, que sea una pequeña economía que ayude a los jubilados. Pero me parece que primero debería venir una etapa donde sólo se pueda fumar lo que uno planta o lo que un amigo te regala. Pero para eso el Estado debería usar elementos culturales como la educación para generar un uso que sea responsable y no desde la ignorancia. Y hay que promover su uso medicinal: a Gabo lo ayudó mucho a paliar sus dolores.
Que despenalicen el consumo sería algo muy positivo. Yo ya no consumo marihuana, pero estaría bueno para que la gente que fuma lo pueda hacer tranquila, no tenga que tener bondi con causas y ese tipo de cosas. Me parece que está bueno que salga ese debate y que pase como con el matrimonio igualitario: que se vote y haya una solución. Yo no entiendo mucho de leyes y no sé cómo será en otros países, pero me parece fundamental que la gente tenga la posibilidad de ir libremente por la vida y fumarse un porro cuando tenga ganas. Obviamente con cláusulas, que no sea un libre albedrío, pero sí que uno pueda tener una cierta cantidad de plantitas... ¡Argentina! ¡Argentina!
nMe parece lo más razonable despenalizar al consumidor para que no tenga que caer en la ridícula pena de cárcel o juicios, cuando simplemente es una elección de vida. Es ridículo que esté legalizado y comercializado el alcohol, el tabaco y no la marihuana. Lo mismo con el tema de los medicamentos, que se recetan sin ningún tipo de resquemor. Creo que las drogas livianas, como la marihuana, tienen que tener un tratamiento urgente, porque es algo que no se puede tapar más. La marihuana es una planta que podés tener en tu casa, es ridículo que se penalice. Las drogas pesadas que invaden la mente y el cuerpo, requieren procesos químicos y laboratorios, que son cosas más jodidas. Es un tema más delicado hablar de la tenencia. Se tiene que llegar a un acuerdo entre lo que es el consumo y la peligrosidad que esas drogas hacen. Deberían estar regularizadas de acuerdo con las cantidades.
No soy pro-droga, para nada. Creo que las sustancias que alteran el organismo hay que tomarlas con mucho cuidado. Lo dice un consumidor que ha vivido un montón de situaciones extremas por culpa del consumo. Lo que es importante es que se empiecen a hablar estas cosas, que se saquen cosas debajo del mantel. Es positivo para las nuevas generaciones y para la generación actual. Hay que buscar una libertad para todos por igual: buscar parámetros de responsabilidad para que la gente se pueda sentir contenida dentro de su elección y, a partir de ahí, aprender a cuidarnos y a cuidar al prójimo.
nEs una obviedad mi opinión acerca de la despenalización de la tenencia simple para el consumo personal de drogas “ilegales”. Estoy a favor. Luego de haber tenido dos causas por infracción a la Ley 23.737, que me llevara a estar detenido por más de 12 horas por firmar en disconformidad la declaración policial, estoy seguro de que correr al usuario de drogas de un proceso penal es sumamente importante y necesario. Lo que verdaderamente me preocupa son los niveles de debate que se ven o escuchan por los medios de comunicación, en general. Tanta mala información, premeditada y manipulada, sólo genera miedo y confusión.
nNo me copa que aún estemos dependiendo de otros tipos, y nos conformemos con la despenalización de la tenencia para uso personal. Exijo la libertad total, no esta migaja. Hemos nacido para gozar, no para ser esclavos y servir. Estos son guiños que utilizan los políticos de turno para entretener y ocultar grandes problemas: hambre, miseria, represión y abuso. No seamos pacatos, tomemos nuestra vida por delante.
Podrían ser modernos y ser el primer país en legalizarla. Venderla en los quioscos y negocios donde se vende alcohol y cigarrillos. De esa manera, el gobierno tendría una entrada extra de dinero, porque a los productores y al producto se les sumaría un impuesto. Las drogas se conseguirían, pero de una manera segura, sin movida sin peligro, sin mafia, e incluso sin temor de meterse en el cuerpo algo que no es. Eso es salud, es cuidar el bienestar del ciudadano. De esa manera, el gobierno en vez de subir los precios de los alimentos básicos y de la gasolina pondría todo el peso de los impuestos en lo que ellos llaman droga. Habría menos pibes en las cárceles, menos familias rotas, menos violencia, más tranquilidad en la calle, menos encierro, más libertad y más puestos de trabajo.
¿Despenalizar la tenencia? OK, mató. Si se llega a dar, no me produce nada. Sólo la indignación de que no seamos libres. No será más que otro chivo expiatorio de la careteada política típica, que hubo y habrá desde que comenzaron a diezmarnos a fuerza de palos y cruces con Cristo, espejitos y más palos. ¿Vos aún confiás en ellos?
nMe parece bien cualquier medida que respete la libertad y la elección personal. Después está el asunto delicado. Como fumador de marihuana, estoy contento de no sentirme un delincuente que puedo estar en problemas por tener un porro en el bolsillo. Desde ese lugar me pongo contento. Hay que ver cómo termina resultando. Está perfecto no criminalizar al adicto, ya sea problemático o no. Después está el tema de la educación, reducción de daños y un montón de cosas que van a entrar en juego. Estoy de acuerdo con que, el que quiera, tenga su plantita y fume, pero está todo mal con los narcotraficantes. ¿Qué pasa con la gente que toma merca o fuma paco? Es parte de lo mismo: los narcos, la policía corrupta, cierta política. Es la misma guita que anda dando vueltas por el mismo lado. Lo que habría que hacer, que creo que de algún modo se está viendo, es reventar todos los laboratorios de paco. Que no haya un pibe más que fume paco en la Argentina. El narcotráfico es parte del negocio que financia las peores mierdas. Y, ante todo, educación. La libertad sin educación también es jodida, aunque para mí es primordial. No negocio la libertad, pero sería genial que venga con un montón de educación e información.
nSería algo súper positivo, aunque habría que ver detalles. Me resulta indiscutible que uno pueda consumir lo que le parezca mientras no perjudique a los demás. No digo fumar en cualquier lado, porque hay mucha gente a la que le molesta o le hace mal, pero hay que abrir la cabeza. Yo estoy acostumbrado a vivirlo perseguido: al que le gusta consumir marihuana siempre ha tenido que estar en una situación clandestina. Si se aprueba, sería un gran paso: imagino que habrá menos caza de brujas y otro nivel de discusión. Hay que bajar la hipocresía; si no, seamos justos y prohibamos el tabaco, que es un asesino comprobado.
Sin embargo, también hay que mirar el otro lado: hay gente que teme que a sus hijos se les pueda dañar la salud, que queden pegados. Si bien algunos consumimos y otros no, con Los Cafres no somos de enarbolar muchas banderas al respecto porque no a todo el mundo le hace bien. La marihuana tiene cosas muy positivas, como abrir la cabeza y demás, pero también puede ser tomada como una vía de escape hasta dañarte demasiado el cerebro y los pulmones. Desde el punto de vista meditativo o recreativo, es simplemente juntarse cada tanto con amigos a divertirse, como se toman una cerveza, se fuman un porro, y no tiene nada de malo. Pero si uno les enseña a sus hijos lo que vale la vida, van a poder tener un equilibrio sin dañarse en forma desmedida.
nEstoy ciento por ciento de acuerdo. Es momento de blanquear que muchísima gente fuma marihuana. No sólo drogones, músicos y pintores, como eso que quieren instalar: mucha gente adulta con una vida desarrollada, que es profesional y hace un montón de cosas, a la que le gusta llegar a su casa y fumarse un porro, que es como tomarse un vino. La realidad es ésa, que haya sectores conservadores que la quieran negar diciendo que ahora va a estar lleno de drogadictos es una notable falta de apertura en la visión. ¿Qué más claro y sano que tener tus plantitas, fumarte un porrito, hacer tu vida y ya? Creo que tiene que estar claro el tema de las cantidades, para no tener que andar especulando si andás con unos porros en el bolsillo. Que no haya medias tintas, como para que un determinado juez no lo pueda decidir para el lado que quiera. Para los músicos, la marihuana es un aliado, hace que tengas una sensibilidad mucho más profunda para trabajar. Es ridículo pensar que eso es un delito.
nNo se puede considerar delito el daño que uno se hace a sí mismo. Tenemos derecho a decidir sobre nuestro cuerpo, y es básicamente lo que se está resolviendo aquí. Para mí lo ideal no es el proyecto que se está tratando, pero es lo máximo que se pudo consensuar entre los bloques mayoritarios en diputados (el FpV, el FAP y la UCR), que llegaron a un acuerdo para tratar un proyecto común. Creo que está bien, trata básicamente la figura de tenencia simple y no penaliza al usuario, que sería el punto de partida, aunque soy partidario de la legalización. Es hipócrita no penar el consumo, pero sí la venta: ¿de dónde sacás lo que consumís? Sin embargo, como primer paso está buenísimo. En lo personal me resulta mejor la propuesta de Pepe Mujica en Uruguay, que hoy está como estaría la Argentina si se aprueba el proyecto. El proyecto de Mujica es que el Estado venda marihuana y que los impuestos que se recauden por eso sean para tratar adicciones. Eso sería mucho mejor.
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