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Jueves, 26 de julio de 2012

RON ENGLISH, WHISKY ESCOCéS

“La publicidad siempre fue angosta en sus ideas”

La posibilidad de que English sea un genio y la de que esté piantao son idénticas a la de que sea un post hippie urbano y moderno que quedó del otro lado de un experimento con ácido. Cualquiera sea el caso, su nueva visita a la Argentina es un hecho excepcional.

 Por Luis Paz

En un mundo en el que hacerle tiempo a un proyecto paralelo al laburo, la facultad o la pareja es tan complicado como aprender a pronunciar correctamente el apellido del novelista francés Michel Houellebecq, la obra múltiple que realizó Ron English es, sencillamente, extraordinaria. Con 46 años, el artista –ilustrador, interventor, artista callejero, músico, diseñador textil, artivista e hipotetizador del pop– considerado puente (post jipismo y post fluorescencia) entre Andy Warhol y el Street Art está en ebullición: prepara un nuevo libro que compila su obra –tomos previos menores se consiguen a través de su sitio Popaganda.com por mil quinientos dólares–, una colección de ropa urbana, promociona el último disco de su banda The Electric Illuminati y está ultimando detalles de un nuevo molde publicitario de código abierto.

Su disrupción del pop visual existe por fuera de toda norma y lógica. Su obra (doblemente) plástica ocurre en su propio mundo: un plano espacio-temporal alternativo en el cual el pop reina con perversión, las tetas de Marilyn Monroe no son cabezas calvas sino rostros de Mickey, el payaso de la famosa cadena de hamburgueserías es un obeso con cara de pederastra y los personajes del universo Kellog’s son los apóstoles de algo así como La Ultima Merienda. La posibilidad de que Ron English sea un genio y la de que esté piantao son idénticas a la de que sea un post hippie urbano y moderno que quedó del otro lado de un experimento con ácido.

Cualquiera sea el caso, su nueva visita a la Argentina es un hecho excepcional, y dedicarle al menos un rato a investigar su obra debería ser materia obligatoria en cualquier espacio curricular de arte, de historia contemporánea o de trastornos psicológicos. Se trata de todo un Da Vinci posmoderno, grunge y paranoico, uno de esos locos lindos que rara vez caen del cielo para mostrar un mundo que podría ser el que el vocalista de Flaming Lips, Wayne Coyne, pondría al aire si estuviera a cargo del brillante segmento Mad (los lunes a las 21) de Cartoon Network.

“Hago mucho más de lo que la gente cree”, sostiene English. “Sólo una pequeña porción de mis trabajos se conoce, la mayoría de las veces de manera viral. Pero la mayor parte, raramente es vista”, asegura. En el vértice entre lo viral y lo invisible se construyó la campaña promocional de Puma sobre el diseño de zapatillas de calle que presentará esta noche en un evento de esa empresa en Niceto Club, que musicalizará la banda de electropop sueca Dragonette: sólo se dieron a conocer fotos del modelo entre sombras, contrastado con un fondo de calaveras –muy A. Y. Not Dead, por cierto–. El resto será revelado hoy en ese boliche porteño, con entrada (sí, paga) abierta al público.

“Realicé este diseño luego de mi última visita a la Argentina y, en buena medida, creo que fue una respuesta auténtica a mi última aventura en este país. No obstante, no estoy dispuesto a informar mucho más y mis planes para esta visita no son un tópico sobre el que esté dispuesto a dar detalles”, corta el chorro este gran artista neoyorquino obsesionado con La Ultima Cena, el Guernica de Picasso, la estética del grupo KISS, el Warhol cabecilla de la Factory –de hecho, fue Ron English quien hackeó la banana que presentaba The Velvet Underground & Nico para la portada de Welcome to the Monkey House, de los Dandy Warhols– y la crema del pop personajista: el Tigre de los cereales, el camello de Camel, el ratón de Disney, Bart Simpson, la lengua de los Rolling Stones, Charly Brown, Ronald McDonald’s y... Barack Obama.

Como George W. Bush, English nació en Dallas, Texas. Pero lo hizo en 1966, cuando el único equipo de la ciudad todavía era el Dallas Cowboys de la NFL. Los Mavericks ganaron su primer título en la NBA de la mano del célebre ala pivot alemán Dirk Nowitzki recién en 2011. Dallas, escenario de una histórica serie de los ‘80 (con remake actual por Warner Channel), es una de las ciudades con mayor linaje pop de masas del mundo: allí nacieron Nick Jonas (de los Jonas Brothers), Demi Lovato y Selena Gómez y, por si fuera poco, también Ashley y Jessica Simpson, Usher, Vanilla Ice y otras luminarias apagadas del bizarre y del show bizz, como el propio Bush. Pero English no reaccionó contra ellos, fundamentalmente porque en verdad nació décadas antes que la mayoría, pero se irguió como un impiadoso iconoclasta de la cultura de entretenimientos y alimentos masivos estadounidense, con más arte y más aerosoles que Michael Moore.

“El pop es el lenguaje más universal que conozco. El problema es que, por eso, también es el ambiente más natural para que operen las corporaciones multinacionales. Ciertamente, ellas le han puesto una cara hasta benevolente o adorable a algunas conductas bastante atroces que realizan, haciendo que la crítica o la resistencia a lo que vienen a imponernos sea más complicada de realizar”, ejecuta English, invocando al payaso Ronald. “Así que si uno quiere evadirse de esa cultura que nos vienen a imponer, tiene que ser más inteligente de lo que es su publicidad. Lo cual es jodido, ya que la industria publicitaria actualmente es propietaria de las mejores mentes de nuestra generación”, dice el supuesto padre del street art.

English cree que la publicidad ocupa actualmente el lugar de la radio, con pros y contras unificados: “La publicidad suele actuar como una imposición muy agresiva sobre una comunidad, así que cuando los publicistas, en cambio, dan anuncios innovadores e inteligentes, incluyen un buen arte o nos acercan a música nueva que esté buena, se nos aparecen como participantes más comprometidos y cuidadosos con la sociedad, en vez de como insoportables gritones adoctrinadores”. A Ron no le gustan los gritones, sino los que están atentos a las melodías: “Cualquier banda innovadora, inteligente y con gusto por las melodías está bien para mí. Amo a bandas como Eels, The Sutcliffes y Mindless Self Indulgence, pero desafortunadamente no puedo escuchar música mientras trabajo, dado que tiende a distraerme”. Queda prácticamente descartado, entonces, que realice una performance mientras toque el hype electropop de esta temporada, Dragonette. O que, como unión cósmica de dos artistas callejeros de la calle Florida, en algún momento English pinte mientras actúa con su banda, The Electric Illuminati, cuyo nombre es por sí mismo una nano-obra de arte y con los que acaba de lanzar un disco a través de iTunes, llamado Songs in English. Pasos siguientes con este grupo: “Terminar de proyectar un nuevo modelo de banda y de traer mi universo musical de una manera novedosa, junto a animadores y otros músicos”.

Entre tanto, English espera entregarle al mercado un libro que compile su trabajo, en septiembre, un nuevo modelo de publicidades de código abierto, antes de fin de año, y una nueva línea de ropa, a comienzos de 2013. En el tiempo que pase hasta eso, el usuario de eBay “metroorangeartic” seguirá en su intento de vender una serigrafía pintada por English, con un nene uniformado de militar calidoscópico –con altísimo parecido a la reciente tapa del disco debut de La Costa, Camuflash–, a alrededor de dos mil dólares. También hay uno en eBay que busca desprenderse del disco que English, Jack Medicine (compadre de The Electric Illuminati) y Daniel Johnston grabaron juntos, Hyperjinx Tricycle, de 2001.

Así de preso de la caosmosis –la certeza sobre el caos como un modelo alternativo de orden–, Ron intervino algunas de las paredes más emblemáticas y, a excepción de la de Roger Waters, también de las más pop de la albañilería mundial: el Checkpoint Charlie de Berlín, en 1989; el muro separatista de West Bank, en Palestina, y el de Bush, entre México y los Estados Unidos. Todo esto incluye su sitio Popaganda, una expresión de un multimedio digital que incluye tienda virtual y sitios dedicados a cada proyecto. Popaganda también da título a un documental de Pedro Carjaval sobre Ron English.

El tipo hasta apareció, amarillento, en un capítulo estreno de la temporada actual de Los Simpson (“Exit Through the Kwik-E-Mart”), con su propia voz y sus colegas Shepard Fairey, Kenny Scharf y Robbie Conal. De entre ellos, ostenta el record de haber ido en cana “como unas treinta veces”. Su manera de referirse a esa situación en su última entrevista con Página/12 fue decir: “Si a mí me agarraron treinta veces y a ustedes una, entonces es que hice treinta veces más arte que ustedes”. English es un maestro en esto de dar vuelta las cosas y hasta fue marcado como uno de los más grandes de la contrapublicidad, el subvertising. Es decir, la práctica de parodiar publicidades corporativas y propagandas políticas. Su personificación de Obama como un Abraham Lincoln moreno circuló viralmente durante las campañas presidenciales estadounidenses de 2008. Y con ello, Ron English también generó un meme –o una imagen que, con sus participantes o leyendas alteradas, funciona como un chiste viral, a la manera del de la vuvuzela en El Señor de los Anillos o el del Keanu Reeves triste o el gran caso local, las variaciones sobre el Tano Pasman–. Sólo le falta tener sexo con Madonna.

“Hubo memes antes de la Internet. Uno podría ser la versión desnuda de una frase o imagen que pudiera ser fácilmente transmitida a través de los canales disponibles. La frase de Andy Warhol ‘en el futuro todos tendrán sus quince minutos de fama’ circuló viralmente como ‘en el futuro, todos tendrán fama durante quince minutos’, que es más eficiente. El meme debe comentar de manera efectiva un fenómeno que es o que se está volviendo universal, y tiene que aparecer en un momento exacto. Pinté a mi personaje McSupersized (el Ronald McDonald obeso) en las calles durante años antes de que fuera utilizado por el cineasta Morgan Spurlock para promocionar su película Super Size Me (N. de R.: un film que también generó un meme cannábico, Super High Me). Sólo lo uso en posters alternativos de festivales y no en el poster oficial de la película, pero fue suficiente para ubicar a McSupersized en la autopista viral hacia la fama mundial”, dice, convencido como está de que, pese a la multitud de canales, “la publicidad siempre fue angosta en sus ideas”, y de que “hoy hay sólo unos pocos porteros web que pueden impulsar algo, pero su poder sólo funciona en públicos receptivos”. n n

* Ron English en Niceto Club, Niceto Vega 5510, desde las 21.

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