Cada consumidor tiene sus propios demonios. Puede asustarse con las formas de terror más inverosímiles, y empíricamente improbables: como que una entidad maligna inmaterial se corporice en un payaso sanguinario o en una araña gigante, sólo para hostilizar a un grupo de infelices a lo largo de 30 años. O bien, puede optar por fruncir esfínter mediante espantos bien creíbles, e inquietantemente posibles. Los matices con los que Stephen King ha hecho historia en sus historias no sólo sorprenden por su diversidad. También parecen conformar un universo propio, irremplazable, acaso comparable a esos universos ricos en anillos y hobbits (un saludo para J.R.R. Tolkien), o en aquellos universos pródigos en sables de luz y wookies (un saludo para George Lucas). Sólo que con mucho olor a siglo XX, a aquí y ahora, con soundtrack ramonero y marcas de cigarrillos por todos lados. Y por eso, mientras escribe, la cosmovisión de King insemina y germina, produce expertos y burlas, genera parodias y mapeos.

Sólo en el último semestre, por caso, vio la luz You Can’t Kill Stephen King –”No puedes matar a Stephen King”, apunta el traductor del NO–, una película de terror clase B (¿conocés YouTube?), prima lejana y en bikini de la parodia metadiscursiva y autorreferencial de Scream, en la que un grupo de muchachos y muchachas va de vacaciones a un tenebroso lago de Maine, con el fin de espiar la casa del escritor, hasta que empiezan los asesinatos, con todas las citas y guiños esperables a la obra de quien ya sabemos.

Sólo en el último semestre, por caso, comenzó el rodaje de la remake de Carrie, aquel clásico drama iniciático adolescente y paranormal de King que Brian De Palma dirigiera en 1976, ahora con Chlöe Grace Moretz (la ex piba de Hugo, ahora toda una señorita) en el rol de la temible colorada telekinética. Sólo en el último semestre, por caso, volvió a quedar en veremos la producción para cine de la saga de La Torre Oscura, la ambiciosa –conformada, hasta ahora, de ocho títulos, algo así como el universo King dentro del universo King–, luego de que por segunda vez un megaestudio de Hollywood (primero fue Universal, ahora Warner Bros) arrugara por los costos. ¿Una maldición ahí?

Y sólo en el último semestre, por caso, fue publicado The Illustrated Stephen King Movie Trivia Book, un libro (bien freak, para qué negarlo) confeccionado por los fans Brian James Freeman, Hans-Ake Lilja y Kevin Quigley, que compila 1000 preguntas y respuestas basadas en la imaginería King, incluyendo novelas, películas, miniseries, capítulos televisivos... ¿Cuánto puede preguntarse, cuánto puede responderse sobre personajes, curiosidades y argumentos de una obra que cuenta más de 60 novelas, por no mencionar otros géneros? “No es un trabajo de biógrafo, sino de fan, ya que no tengo formación periodística, aunque sí cuento con las ventajas de llevar toda mi vida leyendo y investigando el trabajo de King, y de conocer muchos especialistas con los que consultar datos sobre los libros”, se excusa ante el NO Hans-Ake Lilja, cuyo sitio liljas-library.com, dedicado a la obra de Stephen, resulta una especie de dinosaurio de la Internet, ya que lleva 16 años online. “King puede convertir la situación más común en algo muy terrorífico, y eso te deja la sensación de que eso que él escribe realmente puede pasar”, define Lilja. Es que nada da más miedo que lo que realmente está por pasar.