Gracias. Estamos transmitiendo para el NO, desde la Fiesta Provincial de la Mozzarella en San Vicente, provincia de Buenos Aires. Está refrescando ya en la noche sanvicentina, pero la gente pone el calor. En especial porque acaba de ser elegida la Reina de la Mozzarella, una joven beldad local que se llama Daniela Magalí, de 21 años, portadora de esbeltas y musculosas piernas dignas de jugadora de hockey. Vale destacar que la flamante monarca del queso pizzero ha evitado incurrir en los típicos lugares comunes de las Miss Universo, y no usó sus quince segundos de micrófono para hablar de la paz mundial, ni de ninguna otra pomposa gilada de pretendido tinte altruista. Por el contrario, austera en sus declaraciones, se limitó a saludar a las más de 30 mil almas presentes –me encanta esa figura, la de “almas”– con un “¡Gracias, San Vicente!”, cual Bono en medio de una gira mundial de U2. Antes, claro, tuvimos la oportunidad de degustar unos diminutos poliedros irregulares de mozzarella convidados con hastiada gentileza por los productores locales, y hasta pudimos visitar el pabellón de los conejos, las codornices, los patos, las chinchillas y las aves gallináceas, sin que pudiéramos establecer a ciencia cierta el rol exacto de estas criaturas en el engranaje productivo mozzarellero. El dato de color, para los amantes del rock británico, lo puso el musicalizador del evento, quien en medio del contundente soundtrack cumbiero-reggaetonero con el que imprimió infatigable ritmo a las lentas caminatas de los espectadores, se permitió un inesperado alto para colar –atención– nada menos que a Suedehead, el recordado tema de Morrissey que –prejuzgamos– rara vez ha de sonar por altoparlantes en festividades populares de esta naturaleza. Es todo desde San Vicente, desde la Fiesta Provincial de la Mozzarella, será un placer estar aquí el año que viene, como si fuéramos Bill Murray en El Día de la Marmota. Volvemos a los estudios centrales del NO. Gracias.