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Cuántas veces se escuchó ya aquella historia de la fallida primera banda de un músico exitoso que, al encarar otro proyecto que finalmente lo llevó a la fama, dejó a sus ex compañeros con agrio sabor a poco. No es el caso de Stone Sour, el quinteto de “hard rock melódico” que este jueves 8 actúa en la primera edición local del Maquinaria Festival, y que significó el comienzo en la música de Corey Taylor y James Root, cantante y guitarrista de Slipknot, respectivamente. Durante su adolescencia en Des Moines, Iowa, Taylor y Root habían formado esta banda de rock sólo para pasarla bien, y en ella desplegaron su amor por el thrash metal y la depresión del grunge.

Pero en la segunda mitad de los ‘90, cuando el mundo del rock pesado volvió a cambiar, por obra y gracia del nü metal, Taylor y Root recibieron una tentadora oferta de parte de una banda llamada Slipknot, que perfilaba como proyecto serio. Stone Sour pareció entonces destinada a ser una banda fallida más en su cita con la historia, mientras Slipknot adobaba la masa preparada por Korn con algo de death metal y la escenificación de Marilyn Manson, que de hecho esta noche cerrará el escenario 2 en el Maquinaria.

Taylor y Root nadaban en dólares cuando su amigo, el también músico Josh Rand, les acercó unas canciones con propuesta implícita: reformular Stone Sour. “Soy amigo de Corey desde hace 25 años, así que sabía que no iba a ser un obstáculo para que siguiera con Slipknot, porque él compone todo el tiempo”, comenta Rand. Con formación simple y sin máscaras ni disfraces, Taylor y Root se permiten en esta banda otras licencias, aunque el cantante no deja de jugar entre lo sucio y lo limpio para surfear los riffs. Algo queda claro al verlos en Stone Sour: el miedo, en Slipknot, no funcionaría sin máscaras.

Acaban de lanzar su cuarto trabajo de estudio en el que dejaron atrás la melosidad de Audio Secrecy, que grabaron en 2010, poco antes de la muerte del bajista de Slipknot, Paul Gray. Tres meses de sesiones de más de doce horas les permitieron tener material fresco; canciones más potentes, directas e interconectadas: “Definitivamente es un disco más pesado. Con Audio Secrecy nuestra meta fue no recrear nada de lo que ya hubiésemos hecho antes, ahora partimos de un concepto para saber adónde apuntar. Hay cosas tradicionales, pero en la segunda parte cambiamos tanto el rumbo que vamos a sorprender. No queremos ser como esas bandas que hacen el mismo disco una y otra vez”, barre el Rand.

House of Gold & Bones Part 1 asoma como un álbum conceptual fraccionado en dos partes: la primera ya asaltó las bateas y la segunda saldría el año que viene. Ambos discos están hilados por una historia cuyo protagonista es un personaje ficticio que “de repente entra en un mundo que no entiende y tiene que aprender a pasar el resto de su vida ahí, adaptándose lo máximo posible”, cuenta el guitarrista. “Corey me fue mostrando ideas sueltas que me fascinaron y creo que terminamos dando con algo nuevo. Vamos contra la corriente de la industria del single pero no tenemos miedo de fallar: va a gustar porque hay historia y más que una buena canción.”

Para eso trabajaron con el productor David Bottrill (Muse, Tool, The Smashing Pumpkins, entre tantos), quien pareció encajar perfectamente: “Nos mantuvo enfocados en la idea del disco como una obra de arte en la que cada tema respondiera a una intención, sin importar lo que dijeran las radios –explica Rand–. Por eso no partimos de la idea de hacer un corte de difusión, como esas bandas que sacan un disco con una buena canción rodeada de basura”.

* Stone Sour toca el jueves 8 de noviembre en el Maquinaria Festival en GEBA, Marcelino Freyre 3381. Desde las 14 con Slayer, Marilyn Manson, Slayer, Mastodon y Cavalera Conspiracy, entre otros. El viernes 9, el festival continuará con The Prodigy, Deftones, Gogol Bordello y Calle 13.