Ante todo, dice Werner Schneider —bajista y mayor compositor del grupo, nada que ver con la cerveza— que La Patrulla Espacial no tiene que ver con la política sino con una filosofía de vida. “Escribo porque no me cabe. No es que no me cabe el gobierno o que no me cabe el rey; no me cabe la forma en que estamos viviendo”, asegura. Y lo hace en soporte a lo que escribe en canciones para este nutritivo combo de rock, finamente gasificado. Cosas como: “No me importan tus recetas para ser. Hay mucha gente que se siente sola, hay mucha gente que quiere escapar”. Esa poética, casi en relato crónico, casi en tren de rebeldía crónica, es rasgo saliente y ferviente de La Patrulla Espacial, un combo que por encima del blues y el rock pesado va apilando en cada disco nuevas alertas meteorológicas para las nubes de la adolescencia, las tormentas del cambio y los chaparrones del desencanto.

“No vamos a decir que estamos en contra o a favor de algo: lo importante es que hacemos nuestras propias canciones, decimos lo que pensamos, las letras hablan de cosas que tienen que ver con la humanidad y la modernidad y el problema que conlleva esta vida, más que con lo que pasa en el banco y si te dan plata o no”, pone tercera el bajista. Es que, como señala el violero Lucas Borthiry, que además firma un tercio de las canciones, el combo sabe que “hoy el rock no es una herramienta de lucha sino todo lo contrario, algo que está usando la gente contra la que luchaban” los rockeros de antes. De aquellas épocas en las que La Patrulla bucea para nutrirse, incluso cuando su resultado no tenga hilazón con el retro rock.

Y asimismo, el guitarrista marca que ellos cuatro no hacen rock para luchar contra algo sino porque es una decisión encuadrarse en esta estética musical. Lo que afirma el cantante y guitarrista Tomás Vilche: “Nosotros hacemos esto no por una cuestión de que no nos quede otra sino porque lo elegimos. Hemos pasado por bocha de estilos en otras bandas y estudiamos música, hicimos esto porque teníamos ganas de ahondar en un género que nos gustó desde chicos e intentar darle una vuelta”. Está más que claro, entonces, que este juvenil ensamble platense sabe dónde pisa.

Tres EPs y un disco mediante, su obra definitiva (por ahora) y epónima viene a rubricar de igual forma esa misma maduración conceptual y posicional, de parte de cuatro rockeros empedernidos (Tulio Simeoni, desde la batería, completa esta formación) que se asentaron en la cultura rock para con pico y pala machacar sus cimientos hasta ubicar una grieta que faltara pavimentar. “Escuchamos AC/DC, Cream, The Jimi Hendrix Experience, Led Zeppelin, pero ni a palos intentamos seguir la línea de nadie. Aunque nuestra búsqueda no es la innovación, tampoco hacemos retro rock. Hay bandas que laburan el blues pesado, el hard rock y hasta el heavy metal que son de ahora, de 2012, y el disco se vive como un disco que salió ahora. La cultura rock ha trascendido los límites de género”, tira Werner.

Por esas márgenes se escurre La Patrulla Espacial, uno de los discos más destacados del año calendario under. No sólo porque, en su contexto, el grupo logró canciones que efectivamente hablan de la época (Televisión) y a la vez acarician los clamores universales (“Ceremonia”) y atemporales (“Desorden”); sino también porque este segundo disco viene a concluir sobre la habilidad casi hiperquinética que tienen para magullar la historia del rock. No obstante, no están de acuerdo con la mirada que los (músicos y públicos) rockeros tienen de esta época; ni mucho menos con la sentencia de que el rock ha visto pasar su buena salud: “Mientras sigan habiendo guitarras, cables y amplificadores, va a haber rock”, dice Lucas. “Si hubieran dicho eso en el momento de Cromañón, tenía cierto sentido. Pero salimos de eso: hay un montón de sellos independientes, de bandas copadas”, indica Tulio.

Una de las permanencias del rock como movimiento tiene que ver con el campo de lo conceptual, casi que de lo semiótico, con cómo el rock es un dispositivo de lectura de lo que ocurre, un paradigma para sobrevivir: “Nos gusta la elegancia del rock. ¿Quién lo hizo? Roxy Music. No le vamos a copiar el yeite a Roxy Music. Pero usamos de disparador eso y buscamos nuestra propia elegancia. No tomamos el método que usó otro sino el concepto. Es contar distinto el chiste. Tampoco la búsqueda de hacer algo nuevo está, para nosotros, en experimentar con otros timbres. No tiene que ver con hacer un rock mejor o con si el rock de ahora es peor, tiene que ver con estar vivo, con ser conscientes de por qué elegimos hacer esto. Lo que quisimos fue una banda de rock sin miedo”. Banda que eventualmente se convirtió en grupo de amigos que, cuando combinan para juntarse, es para ensayar o para jugar al fútbol 5, y no para comerse el viaje de nadie.

* La Patrulla Espacial toca el viernes 28 de diciembre junto a Dietrich, Furies, El Festival de los Viajes, Hurricane Heart Attacks, Bosque y Blien Vesne en el Festival Sadness Discos en Niceto Club (Niceto Vega 5510). Desde las 20.