El linaje anglófilo del rock argentino está a salvo, al menos, por un año más. A la hora de elegir un disco internacional, más del 80 por ciento de los rockers encuestados no dudaron y se tiraron de cabeza a los catálogos 2012 de las dos escuelas históricas del rock, la británica y la norteamericana. Después de todo, qué tanto, la lengua nativa del rock es el inglés y el mercado mundial —difusores y escuchadores de música— no ha logrado o no ha querido cambiar esa historia.

La gloria y el oro se van para el Reino Unido. Y se las llevan con claridad (8 votos, el doble que sus perseguidores inmediatos) los Muse, cuyo séptimo disco de estudio, The 2nd Law, no sólo documenta que siguen cómodamente apoltronados sobre los hombros de (compatriotas) gigantes, en ese amplio arco british que va de Radiohead a los Kinks, con escalas en Queen o Coldplay, sino que también demuestra que la experimentación sonora y la canción no son antónimos. Y todo sin sobreactuar.

La medalla de plata se queda en los Estados Unidos y se divide en dos: empate en cuatro sufragios entre dos artistas que se llevan 34 años de diferencia: Bob Dylan y su Tempest, Jack White y su Blunderbuss. Cansino, táctil, cavernoso y oscuro, el viejo Baaab sigue en línea con su producción reciente y estremece cada vez que abre la boca, lejos de descansar en que él ya era una leyenda cuando no existía Internet, la telefonía móvil, el hip-hop, el MP3, el CD, el casete... bueno, Dylan ya era una leyenda cuando no existía casi nada. Y en 2012 la dictadura de los votos lo respalda, así como también al debut solista del macho alfa de White Stripes. Ciclotímico, irracional y sorpresivo, lo que no es ninguna sorpresa, ya que si algo probó Jack es que en su extraño mundo cabe todo menos la previsibilidad: rock & volantazos sonoros para los pibes.

El podio lo completa un cuádruple empate, también anglocantante y norteamericano: 3 votos para los veteranos post-grunge de Soundgarden (King Animal), para el hijo R&B del huracán Katrina, Frank Ocean (Channel Orange) y para dos bandas indie-popers del nuevo milenio, Beach House (Bloom) y The xx (Coexist).

Las honrosas excepciones ante tanto paladar anglo son artistas iberoamericanos: dos votos para los mexicanos de Café Tacvba (quedaron a 4, 5 metros del podio) y sufragios aislados, únicos para los peruanos de Chicha Libre, el español Xoel López, el uruguayo Rubén Rada, la chilena Anita Tijoux, los brasileños de Maga Bo, Lenine y Autoramas y los hispanoestadounidenses Sixto Rodríguez y Damián Jurado. Internacional se dice “international”. Que los viajeros de la world music, los ferchos de colectivos multiétnicos, los adalides del orgullo mestizo y los impulsores del voto latino la sigan sorbiendo.