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La última vez que Chazwick Bundick visitó Argentina, en 2011, tenía sólo 24 años y comenzaba a asomar cabeza gracias a su proyecto unipersonal Toro y Moi. Y a Underneath the Pine, su segundo disco, una gema del naciente (y todavía indefinido) género chillwave, la movida de pop en calzones en la que los músicos no necesitan más instrumentos que una computadora en la comodidad de su cuarto para componer, producir y publicar sus obras. El puente entre aquella época de vanguardia y su último trabajo, Anything in Return, aparecido el año pasado, fue encontrar la madurez personal: el joven estadounidense dejó la penumbra light de sus discos iniciales para cantarle a la vida desde un costado alegre, en joda y aún más bailable.

El resultado fue un buen disco pop que no pierde su calidad de sonidos atmosféricos ni el matiz de la música de nicho que el artista profesa. “Sí, maduré mucho en estos últimos dos años. Pasó demasiado”, responde Chaz por teléfono al NO. “Hubo un tiempo en que no me importaba casi nada, eso se modificó para bien.” Esos cambios no fueron menores: tuvo que mudarse de Carolina del Sur, su estado natal, a California, para seguir a su novia de toda la vida; cortó el consumo de carne para sentirse más sano y hasta comenzó a preocuparse más por su relación con la sociedad y con la política. “Mucho de estos cambios se relacionan con Anything in Return, es fácil comprobarlo. Es un álbum más alegre que los otros; Causers of This (2010) y Underneath the Pine (2011) tiraban a mis lados oscuros. Con este nuevo disco quise demostrar que puedo ser feliz y crecer como persona.”

En ese camino de maduración y expansión, la diversidad sonora que explora en Toro y Moi lo habilitó a jugar con distintos géneros y artistas a la hora del sampleo. El año pasado, surgió el rumor de una sociedad con Tyler, The Creator, el rapero joven del momento en Estados Unidos. “Sí, probablemente suceda, pero no puedo decir más”, responde Chaz. “Me gustaría trabajar con Justin Timberlake, Beyoncé y Yeasayer. También me muero de ganas de entrar a un estudio con Justin Bieber y grabar una canción bien pop y bailable como Cake (N. del R.: uno de los hits bolicheros de Anything in Return).”

De igual manera, mientras que los primeros pasos de Toro y Moi fueron con el chillwave, su última producción hace énfasis en el dance pop, mostrando una capacidad para migrar de géneros sin perder las mañas. “Grabaría un disco de rock... Ojo, no lo haría muy pesado, pero me encantaría poder mezclar un par de beats del estilo. Jamás me metería en el hip hop. Me encanta pero ni a palos podría lograr la voz necesaria para rapear bien.”

* Toro y Moi tocará el viernes 5 en Niceto Club (Niceto Vega 5510). Desde las 21 con Los Coming Soon y un dj set de Los Jardines de Bruselas.