LA MANO GRUÑONA DE JIMBO PHILLIPS
› Por Facundo Gari
Si fueran dos los requisitos para reconocer a un skater, el segundo sería verle alguna pilcha con un dibujo de Jimbo Phillips. A sus 44 años, este californiano de la ciudad de Santa Cruz es referente mundial de arte gráfico para productos de skateboarding & surfing, con laburos en varias primeras marcas. Entre ellas, la epónima a ese condado del norte yankee, en cuyas ropas y accesorios ya su padre, Jim, plasmó en 1973 y para la posteridad el inoxidable logo “screaming hand”, la mano pitufo gruñón que es un acto de negligencia adeudar en vidrieras que se consideren del palo.
Con papá pope y bajo la influencia de una ciudad en la que las rampas y las olas son al paisaje lo que aquí los potreros y las ¿bicisendas?, Jimbo tuvo el camino hacia la ilustración dibujado. Arrancó de pibe ayudando al viejo Jim, de quien en 1990 se independizó: ahora su galería de monstruos flúo, ojos saltones y baba sónica –de inspiración punk tardía, comiquera onda Mad y cinefilia clase B, por qué no onda Basuritas locales– se compone en tablas, cascos, juguetes, zapatillas y pósters para bandas, como Blink-182. Y él no pierde la esperanza de ampliarla sobre un auto.
“También mi hijo Colby está siguiendo la tradición familiar. ¡Y tiene sólo once años!”, se le infla el pecho vía correo electrónico en esta entrevista con el NO, previa a su arribo a la Argentina.
–Sí. Empecé a patinar cuando tenía cinco y a surfear a los diez. ¡Y todavía amo ambas actividades! Patinar es enérgico y versátil, genial para los descansos entre dibujo y dibujo. Y cuando las olas están buenas, no es ningún esfuerzo, en absoluto.
–Su arte es más de la psicodelia clásica de los sesenta y setenta, y el mío está más influenciado por el punk. Me gusta continuar la tradición que él empezó, de gráficos llamativos que resisten el paso del tiempo, pero también añadirle mi fuego e ideas. ¡Me gustan los colores que sobresalen! Pero quizá también tiene que ver con papá: cuando era chico, pintó la casa con colores psicodélicos, así que mi paleta está afinada.
–Mis influencias tempranas fueron los comics, los dibujitos animados, las películas clásicas de la serie Universal Monsters y la banda KISS. Siempre dibujé monstruos porque no hay reglas para hacerlos: tu único límite es la imaginación. Busco divertirme cuando dibujo, para que eso pase al mirar el resultado. Apunto a crear imágenes intensas que atrapen tu atención, que logren una reacción. Tal vez, contarte con ellas una pequeña historia. También es importante tener un poco de humor.
–Lo radical sobre la ilustración de skateboarding es que no hay límites. Los del rubro son de los pocos productos en los que tenés tanta libertad artística. Entonces es natural que la gente use esos dibujos para inspirarse. En cuanto a la cuestión de la Semana de la Moda, eso cruzó la línea. Directamente copiaron mis diseños, los de mi padre y los de Santa Cruz, sin otorgar ningún crédito ni tener nuestro reconocimiento.
* Jimbo Phillips dará una conferencia el domingo 5 en el Puma Urban Art (Centro Cultural Recoleta, Junín 1930). A las 20.
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