[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

La consigna $0 (cero peso) puede ir seguida de una irresistible emoción repentina, hasta que la cabeza empieza a tratar de identificar dónde está el truco, que no se esconde en la letra chica tanto como antes. El nuevo regreso de Los Fabulosos Cadillacs a los escenarios porteños –a cinco años de la reunión que los llevara por tantos países– se dará en el marco del Movistar Free Music, un ciclo que ya fue escenario de la vuelta de Illya Kuryaki and the Valderramas, del lanzamiento de la gira de los 20 años de El amor después del amor, de Fito Páez, y de importantes visitas extranjeras como Jane’s Addiction o Franz Ferdinand. Replicando las habituales presentaciones primaverales de LFC, la cita será el 21 de septiembre en el predio de Figueroa Alcorta y La Pampa, con entrada gratuita... para miembros de la Comunidad Movistar. Es decir, los clientes de esa empresa de telefonía móvil.

El anuncio –habrá también shows en Chile, México y Perú– se dio la semana pasada, entre sushi y champagne, en el Samsung Studio de San Telmo. Mucha gente –la mayoría– prefería comer y beber antes que escuchar sobre lo que los convocaba. “Sigan chupando, total les importa tres pitos”, ajustició Mario Pergolini, conductor de la ceremonia, cuando intentaba convenir un festival de bandas armado sólo por ex Cadillacs.

Por detrás de ese rumor de fondo, y por dentro del abrigo con el que Vicentico se cubría la cara acusando una reciente extracción de muela, parecía esconderse un nuevo secreto que se revela como verdad de difícil refutación: las telefónicas les siguen ganando terreno a las discográficas, al entender que también la instancia del vivo puede ser conveniente, aun sin cobrar entrada. Las compañías se acostumbraron a ofrecer espectáculos con artistas de renombre –en ocasiones bien producidos–, pero dejando bien presente a la marca, y las bandas ya no se incomodan ante eso.

“Decidimos que este año queríamos girar y después aparecieron las marcas. No sé qué pasó con los Kuryaki, tampoco creo que una empresa los haya reunido”, le retrucó Vicentico al NO en rueda de prensa. “Las bandas están vivas, y lo que gira alrededor del negocio es sólo eso, pero todo nace a partir de los corazones de la gente que quiere hacer cosas. Antes eran las compañías las que ponían la guita, después las productoras, ahora las marcas... hace falta plata para lo que queremos hacer. Hay infinitos modos de encarar las cosas y pasamos por todos. Ahora estamos más viejos y entendemos un poco más cómo queremos hacerlo”, redondeó el cantante.