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Si Maldonado existe es a causa de la causalidad astronómica. Y es que además de que su acta de fundación fecha su nacimiento el 29 de febrero del año pasado, los planetas se alinearon para que sus integrantes se reunieran. Dos días luego de que Toto, vocalista de Adicta y emblema del pop criollo de la década pasada, se alejara de la banda, los demás se juntaron en la sala para desmontar el semblante musical de ese proyecto, lo que cerró con el encuentro del cantante y guitarrista Federico Hoffmann. Para qué mantener la intriga: ¡es el hijo de Sergio Denis!

Así nació el grupo que tomó su nombre del homónimo arroyo porteño cuya obra de entubamiento demoró once años. Un logro más de la negligencia política. “Maldonado no es Adicta sin Toto”, pone los puntos sobre las íes el multiinstrumentista, productor y dj Rudie Martínez. “Yo restarteo y empiezo otra vez. Lo mío es lúdico, necesito romper todo para rehacerlo. Me gusta la frescura. Fue muy simple, no me gustan los duelos”, ubica.

Aunque no fue necesariamente lo que esperaban, el sonido que emanó de esa y las subsiguientes reuniones expuso lo más rockero de los anfitriones de las tertulias. “Cuando empezamos a tocar, las canciones salieron así. Fede quería mostrar esa vena y la verdad es que yo soy músico las veinticuatro horas”, explica Martínez. “Los proyectos son una excusa para tocar con mis amigos.” Mientras Hoffmann remata: “Hubo un par de cosas que nos calzaron justo y en el instante indicado. Si bien hay cierta libertad al momento de definir algunos detalles en la carrera de un solista, tenía ganas de compartir y entregar cosas nuevas con otros, de que alguien más echara una mano sobre mis temas”, señala.

A pesar de que alguna vez se pararon en veredas opuestas, los ex Adicta, de un trajinar próximo al under curtido, y el frontman, de un pasar en el pop con un legado a cuestas, se encontraron en Maldonado con parte del camino andado. “Conocer a los chicos me alivió, porque más allá de que provenimos de diferentes escenas, apuntamos hacia el mismo lugar.”

El arte de esquivar puñales es el álbum debut del quinteto, que apareció luego de largar en 2012, a manera de canapé, el ep Amor electricidad. Lo estrenarán este viernes en Capital. “Estamos muy conformes con el disco”, indica Federico, quien, al tiempo que probaba suerte en México, lanzó la producción unipersonal Rolas. “Trabajamos todo este año y, a medida que íbamos teniendo un grupo de canciones, nos interesó compartirlas. Subimos el ep a la página, sumamos dos temas y en el verano terminamos grabando el disco”, cuenta. No obstante, Rudie Martínez, ese paladín de la modernidad argentina formateado en los suburbios carenciados de La Plata, confiesa el trasfondo de este zarpazo inaugural a lo grande: “Es para plantar bandera. Estamos contentos porque Maldonado es una agrupación para escuchar en vivo y creo que estamos muy ajustados, más allá de que el álbum lo hicimos con amor. Es un puntapié inicial, es para decir: ‘Acá estamos’”.

Luego de salir a tantear las canciones en fiestas y recitales chicos de la capital argentina, Maldonado invitó a Sergio Denis a pasearse por la noche y la tevé para compartir un tándem no menos que impensado. “Para nosotros, es el referente de la melodía”, justifica Rudie. Al tiempo que su hijo evoca el segundo en el que le dio la noticia de que era parte de una nueva banda. “Fue al primero que le mostré las canciones. Es una persona súper amplia con sus gustos musicales, que fue lo que me legó. Es significativo y hermoso compartir esto con mi padre, y a él le pasa lo mismo. Mi viejo es un referente importantísimo de la música de mi país, junto con bandas como Virus o Soda Stereo. Es gente que grabó y editó muchísimo.” Aunque pudiera aprovecharse del heraldo patriarcal para coartar el lobby, el vástago del articulador del himno del pop AM Te quiero tanto procura poner cada rol en su lugar. “Por el momento no existe la posibilidad de que Maldonado trabaje con él, pero existe el deseo de que ambos grabemos un disco familiar.”

* Viernes 24 en el ND/Ateneo, Paraguay 918. A las 20.