ASSPERA NO DESESPERA
El buque insignia del metal bizarro lanza sus misiles de humor iconoclasta contra el iceberg de la idiotez, pero con “respeto y trabajo pesado”.
› Por Lucas Kuperman
Asspera (o La A, como le dicen los amigos) es una banda guarra. Conocidos casi viralmente en YouTube por canciones de la talla de Me cago, El hijo de Cuca, Violeta y otras versiones heavy metal de temas conocidos, empezaron un recorrido mucho más que grosso. Con un taller mecánico como centro de operaciones, La A forma con: Richar (voz), Rockardo (guitarra), 3,14 Jota (bajo), Nicogollo Muñón (batería) y El Tumba (percusión). Dicen que el barrio Asspero tiene su propio Papa, que “es Vergaglia y no es nazi”. No tienen esquina, porque su infinito está en su base central del taller mecánico: “Las bandas que están empezando pueden ver que del taller pueden salir buenas mierdas, música de mierda como la que hacemos...”.
3,14: Siempre que tocamos, los lugares están llenos. Se ve que no hay nada peor para ver.
Richar: En los shows le pedimos a la gente que cierre sus ojitos y se enfoquen en aquello que les hace daño, y lo expulsen a través de una mala palabra, como hijo de puta, la concha de tu madre, todo lo que dicen nuestros estribillos. Es el ritual de liberar eso sin violencia, por eso siempre nuestros pogos son con respeto y hermandad.
Nicogollo: Algo a destacar es que en los shows de Asspera se mezclan distintas corrientes de géneros musicales. Hay gente del heavy metal, pero vas a ver punks, góticos, algunos disfrazados de luchadores mexicanos, travestis, de todo, pero nunca hay disturbios o problemas, y se genera un ritual del pueblo.
Richar: La realidad está complicada. Siempre nos ponemos del lado del trabajador, porque también lo somos. Intentamos sacar una sonrisa a través del humor argentino.
Rockardo: Tratamos de llevar al máximo el poder de una idea por más que no tengamos guita. Por eso inventamos nuestra productora 0 Pesos Producciones y el sello Marcha Atrás Records.
Richar: No es por escatimar, eso tiene una esencia. Estando en el fondo de la tabla, disfrutamos lo mismo que estando primeros. Hay gente que si no está entre los primeros, se angustia. Nosotros nos cagamos de risa. Igual, siempre nos tomamos un minutito para responder las incertidumbres de los locos que nos escriben. Nos devuelven mucho. Al muchachito o la muchachita que vino y viajó tanto para verte, le podés dedicar un poco de eso y retribuirle todo el sacrificio que hace. Por eso tratamos de, mientras bajamos las cosas de la chata, darles un abrazo. Lo mismo cuando terminamos de tocar, aunque, obviamente, si tenés más de mil personas, se complica. Al fin y al cabo, la gente decide si vos tenés suerte o no.
Rockardo: El público metalero siempre fue diferente al resto, pero ver estos gestos de la gente no se puede creer.
Rubio: Igual, un consejo para los chicos: si están en una banda, no engorden, ni se pongan vestido rojo. Lávense el culo y la verga porque, si no, se complica: ¡no cogen más!
Los de La A afirman que el hecho de ser “la primera banda de metal bizarro” no estuvo planeado. No obstante, llegó un momento en el que se propusieron seguir afianzando el concepto de metal bizarro, y tuvieron la idea de crear Asspera TV para YouTube, que ya cuenta con un capítulo de Almorzando con el Rubio Salvaje. Además ya están planeando nuevas ideas: “Queremos hacer un unplugged en un taller mecánico, llenos de grasa, con travestis y gente cogiendo atrás”, proyectan.
3,14: Hubo un arduo casting. Vinieron Ingrid Grudke, Silvia Süller, Zulma Lobato, Gerardo Sofovich, Ana María Picchio, Ricardo Fort, Chunchuna Villafañe, y ninguno quedó. En realidad estábamos por hacer un videoclip de El hijo de Cuca, y Leo era el fan número uno de la banda.
Rubio: Me sonó el teléfono cuando estaba laburando y me dicen: “Che, boludo, vamos a hacer un video y te queríamos preguntar si no te animabas a hacer de travesti”. Me quedé pensando, pero me dijeron que iba a ser una bizarreada con una bocha de gente, y dije que sí.
Richar: Describilo al chabón: dos metros de altura, los brazos parecen dos damajuanas, y el pie más grande que las pijas de todos nosotros juntos. Esa noche lo bautizamos, ya que había un tema del primer disco que se llamaba Rubio salvaje. Fue una de las cosas más grandes que tuvo Asspera.
Rockardo: No sé si elegimos esos covers o nos eligen. El caso más interesante es el de Pocho La Pantera, con el que tenemos una gran amistad desde que vino a tocar con nosotros. Es un tipo que, si lo conocés, te das cuenta de que no tiene nada que ver con la movida tropical berreta. Me pareció bárbaro que ése sea el homenaje que le hicimos, y nos vino al pelo para englobar esa idea de metal bizarro.
Nicogollo: De hecho, Pocho es fanático de Pappo y tuvo la oportunidad de tocar un tema de él en nuestro show.
Rockardo: No haríamos un cover de cualquier banda de cumbia. No por desprestigiar, pero no lo haríamos. En cierto punto nos interesa transmitir un mensaje profundo, y comprender que la música, y el timbre que tenga, sea metal o lo que fuera, no nos está diciendo algo interesante en sí. Si uno agarra la letra de Destrucción, el tema más famoso del metal nacional, y la lee, no tiene por qué tener una guitarra distorsionada de fondo para hermanarnos y abrirnos la conciencia. Leemos letras de heavy metal que son una mierda, y antes prefiero escuchar una banda de rocanrol. Dicen pelotudeces o no tienen una consistencia, ni nada. La idea era despertar eso en un primer momento, después ya era por una cuestión divertida, por eso pusimos ¿Quién se ha tomado todo el vino? cuando nos estábamos yendo a tocar a Córdoba. A veces no importa la música que hay detrás de la letra.
* Sábado 20 en El Teatro (Rivadavia 7800). Desde las 20.
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