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Jueves, 22 de agosto de 2013

TODOS TIENEN ALGO QUE ESCONDER, EXCEPTO MONO MEN

Salir a asustar

Grupo de culto del garage pre grunge de Seattle, debutan en Argentina en la fiesta de Scatter Records, sello y emblema de las guitarras chirriantes.

 Por Julio Nusdeo

Frío, humedad, cielo gris, nieve, árboles y más árboles bordeando el camino en una ruta de leñadores y camioneros. El paisaje, registrado por el ojo de Doug Pray, se diluye en acoples, griterío y distorsiones a alto volumen, provenientes de jóvenes calientes de tanto aburrimiento. Así, el documental Hype! (1996) indaga en la explosión y posterior explotación de la escena grunge de Seattle. Entre los grupos que aparecen retratados en pleno show está Mono Men.

Este cuarteto formado en 1987 en Bellingham, al norte de Seattle, toma influencias de bandas garageras de los ‘60 como los coterráneos The Sonics, pero escapa del revival a fuerza de guitarras bien ruidosas. Dave Crider, responsable de tal efervescencia en las seis cuerdas, atiende al NO y coincide en que el documental fue claro reflejo de todo aquello: “Pray tiene el mayor de mis respetos y reconocimiento. Es un gran tipo que tuvo la valentía de mirar por fuera de lo obvio para incluir bandas como nosotros, que no éramos los más lindos, por decirlo de alguna manera”.

El material, registrado dos años antes de la edición definitiva, los muestra en Bellingham en la época de su cuarto disco Sin and Tonic (Estrus, 1994) pasando un gran momento. Sin embargo, Dave despeja dudas al respecto de la esencia de la zona. “Esto no es como la Costa Oeste. No hay demasiados lugares para tocar. Todo está bastante desperdigado.”

Para finales de los ‘80 Crider había craneado Estrus Records, el sello por el que editaría casi toda la discografía de Mono Men, a la par de un increíble catálogo de otras bandas como Man or Astro-Man?, The Mummies, Mooney Suzuki, Southern Culture on the Skids, The Immortal Lee County Killers. Claro que a la hora de sacar discos las cosas eran bien distintas entonces: “Tenías el apoyo de las radios universitarias, que ya casi no existen o no tienen la extensión ni el impacto que tenían. También los fanzines hacían un trabajo duro de distribución de información, que hoy prácticamente se extinguió. Algunas de esas cosas se han mudado a la web, pero es algo completamente distinto”. De cualquier manera, Crider concede entre risas que no es más barato editar discos en estos tiempos. “Ahora podés hacer ediciones más baratas, pero depende de qué tipo de formato quieras. ¿En vinilo? Más vale que tengas unos billetes para gastar.”

Afortunadamente para sus shows por Sudamérica, la gente de Scatter Records planea la edición local de Wrecker! (1992), uno de sus mejores trabajos, con “una tapa alternativa y algunas diferencias sutiles. Va a estar buenísimo, es la primera vez que habrá una edición oficial de Mono Men en Sudamérica”, cuenta el músico. Además, Scatter los convocó para su fiesta de cumpleaños de la próxima semana. Es probable que nadie haya creído que Mono Men alguna vez tocaría en Buenos Aires. “Ni siquiera yo”, bromea Crider, quien aún no sabe qué ocurrirá cuando acabe el tour. “No tenemos planes para después de la gira. No hemos tenido mucho tiempo para tocar más allá de los shows. Nuestro bajista Dave (Morrisette) vive bastante lejos, pero quién sabe. No quiere decir que no puedan ocurrir cosas y nuevas canciones, o quizá volvamos a hibernar por otros diez años.”

* Miércoles 28 en la fiesta de los 10 años de Scatter Records, en The Roxy Palermo Hollywood, Niceto Vega 5542. A las 21.

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