3-D VUELVE DEL ESCANDALO
El mundo contra mí
› Por Roque Casciero
En este 2003 rompió un largo silencio con disco que llegó al número uno del chart británico (The 100th Window) y, junto a Damon Albarn, fue la cara visible de la organización Stop The War. Sin embargo, estos meses fueron un infierno para Robert “3D” Del Naja, el hombre que lidera (y es) Massive Attack: en una entrevista concedida al diario inglés The Guardian y publicada el viernes pasado, puso las cosas un poco más en claro. Los hechos: el 25 de febrero fue arrestado como parte de una gran operación policial contra la pornografía infantil en Internet. El músico reconoció haber pagado 3 dólares en 1999 a una compañía de porno a través de la web. Pero la policía británica se llevó las computadoras de la casa de Del Naja, que devolvió un mes más tarde: no había encontrado nada y, por lo tanto, se le retiraron todos los cargos. El interrogatorio debe haber sido digno de ver, porque el músico siempre fue muy franco con respecto a su gusto por el porno. Incluso llegó a participar en la banda sonora de la película Uranus Experiment, junto al Prodigy Liam Howlett. “Si se menciona que cierta gente tiene algo que ver con la pornografía, su carrera y su respetabilidad podrían desaparecer, pero yo no tengo nada que ocultar”, aseguró Del Naja. “Era gracioso cuando me interrogaban, porque contestaba a las preguntas genéricas de casos como éstos, pero todo el tiempo metía mis opiniones sobre cómo me siento respecto del abuso en la sociedad y también mis puntos de vista sobre la pornografía. Me lo pasé diciéndoles: ‘Miren, hice la música para una película porno, no tengo nada que ocultar. Y no, nunca he visto algo tan vil como eso’.”
La noticia de la detención de Del Naja se hizo pública porque, según él, la policía le avisó a un periodista del sensacionalista The Sun. 3D asegura que el tabloide también tuvo que ver con la postergación de la gira para presentar 100th Window, el nuevo álbum de Massive Attack, porque alguien de la redacción llamó a la embajada de Australia para preguntar cómo iban a permitir que tocara en ese país. Al principio cancelaron las visas de toda la banda, pero más tarde hasta le pidieron disculpas. El tour comenzó con buena respuesta de público, pero el músico no cree que vaya a ser fácil despegarse del estigma que le quedó: “Ahora entro a un comercio o a un pub y no puedo ser yo mismo. De cualquier forma, soy una persona bastante paranoica. Hoy caminé de casa al estudio y me sentía como si tuviera una flecha gigantesca apuntándome sobre mi cabeza. Considerando que las acusaciones eran falsas y que el caso nunca existió, podría decir que es pura mierda, pero una vez que está escrito, está escrito. Hasta podría salir en mi obituario”.