Jue 05.12.2013
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LAS RIMAS DE DTOKE VIAJAN EN REMíS

Conduciendo a conciencia

La esperanza blanca del rap local llega desde Calzada para tirar rimas de pibe criado entre potreros y escuelas públicas en la final internacional de la Red Bull Batalla de los Gallos.

› Por Facundo Enrique Soler

DTOKE llegó a su casa en Rafael Calzada a eso de las seis de la mañana. El viaje desde Palermo, corazón de Capital Federal, hasta sus pagos en la zona sur del conurbano bonaerense fue largo. Se desplomó sobre la cama y escuchó que su papá despertó a su hermano, susurrando sin esconder la emoción: “Me parece que ganó”. La noche anterior, DTOKE se había coronado campeón en la final nacional de Red Bull Batalla de los Gallos, el torneo de freestyle que reúne a los mejores raperos locales para que improvisen rimas en duelos uno contra uno. Gastón Serrano, así se llama, obtuvo el pase para la final internacional, un evento que sucederá este jueves 5 en el Estadio Malvinas Argentinas con la participación de los mejores nuevos raperos de Bolivia, Colombia, Chile, España, México, Panamá y Perú. En este mundial de hip hop, nuestro Messi no viene de Rosario sino de Rafael Calzada, y con un estilo agresivo: “Es como cuando el boxeador sube al ring; se tiene que acostumbrar a que le peguen”, le dice al NO.

Esa noche caliente de agosto quedó atrás. DTOKE volvió a su hogar, dejó el cheque y el trofeo arriba de la mesa... y a dormir, porque al otro día le tocaba lo de siempre: varias horas manejando un remís, cuidar a su hija de año y medio y seguir trabajando en lo que ama: el rap. El 22 de este mes presentará Atrapa el track, su primer disco, un esfuerzo en colaboración con Núcleo, su productor, y Primera Mancha Crew, sus “compañeros”, como él mismo define. Pero antes toca una parada emocionante y jodida: representar a la celeste y blanca frente a los mejores de otros países en materia de hip hop y en un estadio repleto de gente que va a enloquecer cuando lo vea salir.

¿Cómo llegó el rap a tu vida?

–Empecé escuchando hip hop, después me enteré de lo que era el freestyle y más tarde supe que sucedía acá en la Argentina. Me acerqué a lugares donde se hacían torneos, primero de espectador y más adelante a practicar. Mucha influencia viene de la música, pero también de las películas. La clásica es 8 Mile, la de Eminem, pero también se me viene a la cabeza How High, la de Method Man y Redman que van a la facultad. Al mismo tiempo que me metí en competencias con mis amigos, empezamos a armar un grupo, Primera Mancha Crew. Eso en 2008, había menos escena.

Sos uno de los pioneros en Halabaluza, la reunión de freestyle más grande de zona sur y una de las primeras de Buenos Aires. ¿Cómo arrancaron con esa movida?

–El Halabaluza salió sin querer. Como no había tantas competencias necesitábamos algo para mantener el ritmo. Nos juntamos tres crews en el garage de un pibe de Primera Mancha. Vimos que éramos varios, que nos servía mucho y quedamos ahí, en Claypole, un punto intermedio. Jamás pensamos que se iba a expandir tanto, pero en los últimos años tuvimos 350 personas. Una locura. Repercutió mucho en la cuestión social: los pibes se dieron cuenta de que no necesitaban un espacio cerrado o electricidad. Es simplemente un grupo de gente juntándose en Claypole con un beat boxer sacando bases de la garganta y dos pibes tirando rimas.

¿Primera Mancha y Halabaluza fueron tus escuelas alternativas?

–Fueron las herramientas que tuve para seguir. Si hubiera estado solo, no habría llegado a nada, les debo todo a mis compañeros, que quizá no se les ve la cara, pero son Primera Mancha igual que yo.

¿Cómo definirías tu freestyle?

–Soy agresivo. Busco ir al choque: una competencia es así, siempre buscando lastimar. Después de salir campeón nacional, mi productor me dijo algo que no noté en el momento: me planté en la mitad del círculo y hacía correrse al rival, estaba tomando una situación dominante. Acá estoy yo, el centro del escenario es mío. En el momento no me daba cuenta, no era que lo buscaba, pero se dio.

La pata básica del freestyle en el rap es ser agresivo, descalificar al otro para ganar el apoyo del jurado. ¿Tenés algún límite a la hora de atacar con rimas a tu contrincante?

–El límite te lo pone tu persona, a veces te controlás y otras te pasás un poco. Trato de no meterme con cuestiones de razas. Me han agitado por ser blanco o tener ojos claros, más de una vez di vuelta la situación argumentando que si yo hiciera lo mismo me tildarían de racista... Hay que saber llevar las cosas. Me meto sin problemas con las cuestiones físicas del otro. Cuando subís al escenario para batallar, sabés a qué vas.

El día que saliste campeón local tenías esa firmeza a la hora de competir, pero cuando el jurado votó y te enteraste de que eras el ganador, rompiste en un llanto terrible y te tiraste al piso de emoción. ¿Qué se te pasó por la cabeza?

–Pensé en todo: mi familia, mis compañeros, el garage del primer Halabaluza... se me vino todo como una película. Para algunos capaz que no es tanto, pero yo empecé en 2008 y sé muy bien lo que me costó llegar acá. Laburar todos los días, volver a casa, en el medio me convertí en papá, tuve que hacerme los tiempos para practicar... Así y todo seguí peleándola. Laburo doce o quince horas promedio arriba del auto. Antes trabajaba en un supermercado, eran menos horas y estaba en blanco. Ahí no podía decir: “Che, tengo que viajar a tocar”. Renuncié al supermercado para tener libertad, aposté una bocha a mi carrera.

Queriendo o no, armaste tu vida para tener tu carrera en el hip hop y hoy está sucediendo...

–Sí, pero yo no puedo decir: “Soy DTOKE, gané”, y hacer la plancha. Tengo que trabajar. Si no tenés temas, si no están buenos, si no mejorás, si te quedás... chau. No me considero de los mejores artistas de acá, pero sé que estoy trabajando para eso. Me esforcé un montón, me sacrifiqué y me perfeccioné. Mejorar todos los días: ésa es la idea.

Atrapa el track, el primer disco de DTOKE, llegará la semana que viene en pleno quilombo de La Batalla de los Gallos. El álbum cuenta con la producción de Núcleo, as del rap local. La crudeza que caracteriza al joven rapero es el eje de la novedad: “Podría hacer como otros y cantarle al amor, la buena vibra y todo eso. Yo hago música de un pibe de barrio que se crió en el potrero y fue a una escuela pública. Canto contra cosas que me parecen injustas”.

* Domingo 22 en Uniclub (Guardia Vieja 3360, Capital Federal) con La Conexión Real y C.N.O. Desde las 19.

Gallos atravesados

La final internacional de Red Bull Batalla de los Gallos es el mundial de freestyle más grande del mundo. La historia del torneo arrancó en 2005, cuando Frescolate, un rapero argentino, se coronó campeón en Puerto Rico venciendo al mexicano Eric El Niño en la final. La edición de esta noche será la primera en realizarse en la Argentina. Las batallas son de uno contra uno: un rapero comienza a rimar contra el otro y éste tiene que contestarle. Los ganadores se deciden por votación de un jurado internacional con campeones de ediciones anteriores. Además de los duelos, habrá shows de parte del astro del rap cubano El B y de la joven promesa local Emanero.

* Jueves 5 en el Estadio Malvinas Argentinas (Gutenberg 350). Desde las 20. Además habrá streaming en vivo en redbullbatalladelosgallos.com

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