Luego del anuncio de Pixies de que su flamante bajista, que además los acompañará en su actuación en el debut del Lollapalooza en Argentina, es la marplatense Paz Lenchantin (aunque la oficina del grupo le confirmó al NO que por ahora “no es del todo la nueva integrante de la banda”), el pop independiente criollo le puso la frutillita al cierre de un año fructífero para su memoria y cuenta. No sólo puertas adentro, donde comenzó a encontrar su lugar en la cosmogonía del rock argentino (apoyado por la empresa privada y el Estado), sino a nivel internacional, pues se codeó de igual a igual con la crema y nata del indie mundial, aunque la repercusión sobre las diferentes hazañas alcanzadas no haya tenido la merecida amplificación local. Lo que es curioso, porque lo mismo les sucede a los DJs patrios que la rompen afuera. ¿Cochina envidia o sana indiferencia?

A pesar del contraste entre lo que es popular acá y lo que es bienvenido de la música moderna nacional en la escena global, sorprende que en el exterior se sepa traducir cada vez más el indie patrio. Lo que permitió reconectar a la movida local con una circunstancia universal, luego de que en los ‘80 el rock argentino fuera escuela en el resto de América latina. Lo confirmó la RollingStone española en su número de diciembre, en el que ofreció un informe, con Babasónicos a manera de padrinos, de lo que llaman “la nueva ola sin prejuicios”, en el que aparecen Onda Vaga (que abrió la cancha hacia Japón), los cordobeses Frikstailers y El Mató a un Policía Motorizado, entre otros, como arquitectos de las apuestas más atractivas del país. No obstante, el sexteto platense fue uno de los responsables de la introducción de esta avanzada en Europa, vía España, tras aparecer en el festival barcelonés Primavera Sound. Esto generó que, en 2013, la Argentina fuera nación invitada con normA, Go-Neko! y 107 Faunos.

Al igual que El Mató, que mostró La dinastía Scorpio en Estados Unidos y América latina y aguarda la confirmación para su tercera incursión en el Primavera Sound (marca sólo ostentada por Los Planetas y Shellac), Juana Molina puso al indie argentino en el tapete. Aparte de hacer una extensa gira europea gracias a su nuevo álbum, Wed 21, rankeó en lo más alto de las encuestas anuales discográficas de medios anglosajones como la radio pública de Estados Unidos (NPR). Y mientras que el folk digital de Chancha Vía Circuito alcanzaba la vanguardia sonora neoyorquina, Nicolás Melmann teloneaba a Ryuichi Sakamoto y Alva Noto en la RedBull Academy, en Nueva York, y Benito Cerati era fichado por el diario español El País entre sus cinco promesas latinoamericanas de 2014. Así que la mesa está servida.