Veintitrés años atrás, las mentes inquietas de Gustavo “Topo” Antuña y Pedro Dalton dieron forma a Buenos Muchachos como método de escapar al tedio. El tiempo y su estilo, que por momentos mezcla post-punk y neblina shoegaze con melodía y ritmos sincopados, y la voz de Dalton tirando catarata de fraseo como un beat en anfetas, hicieron de Buenos Muchachos una de las bandas más respetadas de Montevideo. Seis álbumes de estudio, incluyendo su último doble, Se pule la colmena (2011), trajeron historias memorables en forma de canciones “climáticas al pecho”. Desde entonces, los Buenos se han dedicado a mostrar tremendo set de composiciones junto a nuevas versiones de temas emblemáticos como Ooh uooh o La hermosa langosta aplastada en la vereda. Tanta actividad de toque podría ser generadora de nuevas zapadas que deriven en canciones, pero Dalton, crooner charrúa de voz rasposa, explica la dinámica: “Nos dedicamos a los shows en sí, porque armamos sets diferentes cada día y tenemos que ir a buscar canciones que no tocamos hace años y ensayarlas, y nos lleva buen tiempo del ensayo”.

Hace poco menos de un mes, se supo de la edición del álbum debut de Chillan Las Bestias, combo gestado entre Dalton y los locales Angela Tullida, en donde el violín de Marcos Camisani y el espacio entre instrumentos traen unos Bad Seeds a esta mesa regada de vino y desamores.

¿Cómo nació la relación con Angela Tullida?

–Allá por el año ‘99 en el Centro Cultural Rojas, donde nos presentamos con Buenos en el ciclo Molotov que hacía Jara. Ahí mi hermano Orlando me presentó a Franco Varise y luego él, Pablo y Chacha vinieron a Montevideo a vernos y trabamos una amistad que sigue creciendo hasta hoy. Tuve el placer de tocar un tiempo con ellos y cantar y componer con Gonzalo la canción Adelante y suerte.

Repartirse entre Buenos Muchachos y Chillan Las Bestias es algo que a Dalton le va muy bien, e incorpora a su vida personal: “Mi mujer es argentina y hace nueve años que estamos juntos, por lo tanto estoy acostumbrado a vivir en las dos orillas. Con Chillan, el planteo es tocar una vez por mes en Buenos Aires. Los Buenos tienen bastante armadas las presentaciones del año, lo cual me permite ir haciendo ambas cosas”.

Además de tener publicada una novela, La cara del ángel (2009), Dalton ha mostrado en reiteradas oportunidades sus dotes como dibujante, algo que de a ratos ocupa su tiempo. “Ahora estoy escribiendo letras, más que nada, y alguna que otra poesía. En Buenos Aires desarrollo la parte de dibujo, que la hago según el tiempo que tenga. Salvo algún trabajo puntual, que por ahora son pocos, dibujo cuando tengo ganas.”

¿Qué recuerdos tenés de tus días en Almagro?

–Almagro es un presente. Es mi primer barrio porteño y lo sigue siendo junto a Villa Crespo. Adoro los dos barrios como míos.

- La Hermana Menor está todavía en el proceso de trabajar en vivo su último disco, Todas las películas son de terror (2013), pero a la vez hace tiempo que no laburan sobre temas nuevos y eso ya parece aburrirlos un poco. “Estamos ensayando mucho y reformulando canciones que teníamos un poco olvidadas, pero ya es hora de hacer cosas nuevas. Ya nos está picando”, suelta el cantante y letrista Gonzalo “Tüssi” Dematteis. El disco tuvo buena recepción entre sus seguidores, la crítica e incluso se pasó bastante por la radio. “Pero no podemos decir que haya hecho un agujero en la semiindiferencia habitual de la que gozamos. No lo esperábamos tampoco. Nuestros discos demoran mucho en llegar a sus escuchas ideales”, entiende Tüssi.

A lo largo de sus casi veinte años, canciones suaves aunque bien intensas y hasta ruidosas de La Hermana Menor fueron entregadas para abrir shows de Yo La Tengo, Sonic Youth y otras bandas extrajeras. Tüssi se lo adjudica al ámbito reducido y amistoso de Montevideo: “Siempre terminás en La Ronda tomándote una con Frank Black o Cat Power”.

Tremendo. Eso no pasa en Buenos Aires. Los promotores de acá se guardan a dónde van a llevar a los artistas para que no caiga “la chusma”.

–No, acá la gente no les rompe mucho los huevos, entonces les encanta. Ha pasado que en el boliche al que voy terminen Josh Homme o Damon Albarn pasando discos, y es un lugar de entrada libre, ningún VIP. Pero supongo que esa reserva es una de las escasas virtudes remanentes en los montevideanos cultos.

¿Cuáles creés que son los nuevos desafíos de La Hermana Menor?

–Nunca fuimos una banda de proponernos enormes desafíos conceptuales; para nosotros es siempre el mismo: componer cosas que nos interesen y que nos parezcan expresivas, y luego llevarlas al vivo de la mejor forma posible. Tratamos de que cada cosa que hacemos sea un poco mejor que la anterior, que todos los pasos sean para adelante. Luego es simplemente ponerse de acuerdo en la dirección y la distancia de esos pasos.

- Carmen Sandiego dejó ya de ser el dúo en el que Flavio Lira y Leticia Skrycky dispensaban canciones minimalistas con guitarra de cuerdas de nylon y xilofón, para ser una banda de sonoridad poco habitual y letras que pueden dejarte como después de una paliza. Su quinto disco, Ciudad dormitorio (2013), trajo la incorporación del baterista Matías Lens y el bajista, aunque multiinstrumentista y productor, Ezequiel Rivero. “Estamos haciendo un montón de canciones nuevas que no tienen nada que ver con lo anterior. Estoy seguro de que los que se hayan colgado con este disco nos van a terminar odiando con el próximo, pero eso está bien, creo”, arriesga Flavio, respecto de cómo se siente esta etapa post Ciudad dormitorio. Los Carmen lidian con la ansiedad de tener el disco editado hace poco y querer hacer otro al toque. “Y es un bodrio que así suceda. Por eso vamos a ponernos a grabar medio que ya”, cuenta Flavio. Leticia completa: “El disco que estamos por grabar será uno de esos raros en la vida de una banda, pero son de esos que algunos tienden a preferir”.

¿En qué andan puntualmente?

Flavio: –Deberíamos sacar el single de El mejor cumpleaños, un tema instrumental que hicimos para la exposición de unos amigos. Roba impunemente a las bandas sonoras de John Carpenter, así que a mí me encanta. La idea es grabar una canción más y sacarlo vía Bandcamp antes de que termine mayo. Después tenemos que ensayar para el toque con Yo La Tengo y las presentaciones en Buenos Aires. Queremos patear traseros.

El fin de semana pasado fueron invitados a abrir uno de los dos shows de Buenos Muchachos, y la respuesta que tuvieron fue mucho mejor de la que esperaban: “Yo pensé que me iban a gritar ‘puto’ y tirarme con un Termidor. No pasó nada de eso. Conseguimos algunos fans nuevos, a los otros les chupamos un huevo y todos se comportaron de lo más educados al escucharnos, aunque por momentos se notaba que estaban un poco desconcertados”, dice Flavio. Leticia: “Me parece buenisimo que las bandas no queden atascadas en los mismos colegas de siempre, que inviten músicos más jóvenes, de otros sitios. Por esto fue un placer tocar con ellos”.

¿Cuáles creen que son los próximos desafíos para Carmen Sandiego?

Flavio: –Queremos tocar en otros países, como Perú y México. Queremos sacar este disco nuevo. Queremos dominar al mundo.

Leticia: –Viajar sería hermoso, y que el disco nuevo quede precioso. Eso le pido a Papá Noel, y que de una vez por todas aparezca alguna groupie a quien rechazar y decirle que ya estoy más bien casada, que dónde estuvo todo este tiempo. Tantos años en esto y nunca una chica pidiéndote el teléfono... algo mal debemos estar haciendo.

* Buenos Muchachos toca el viernes 16 y el sábado 17 en el Festipulenta en El Zaguán, Moreno 2320. Desde las 21. La Hermana Menor y Carmen Sandiego tocan el viernes 4 de julio en El Zaguán y el sábado 5 de julio en G104.