Ningún invento en la historia dejó a todo el mundo conforme. Así como hace añares Domingo Faustino Sarmiento creó la escuela y algunos se pusieron enormemente felices, otros pensaron que era un viejo conservador y mala onda. Muchos años después, Gastón Zanello desde la voz y un séquito de músicos de Valentín Alsina crearon otra institución, con bastante más onda: La Escuela del Desaprender. A dos años de publicado su segundo disco, El desaprendido, para el que la banda “se endureció un poquito y se puso los pantalones largos”, están haciendo apuestas fuertes con mucho esfuerzo, laburo y buena onda, como la fecha que se les avecina en Cultura del Sur.

Plantan la bandera de la independencia y cuentan que hacer este tipo de fechas les cuesta bastante: “No tenemos los recursos como para poder hacer lo que se nos da la gana y hay que hacerse cargo de todo. Igualmente está buenísimo, y aprendimos a hacer un montón de cosas. Se podría decir que ahora somos más independientes que nunca, ya que nos profesionalizamos en ese sentido”, asegura Gastón. “Nos encantaría que si en algún momento se acerca una compañía sea por nuestro arte y no por la gente que llevamos.” En ese sentido, argumentan que no tocarían en festivales donde se planten banderas de distintas marcas: “Preferiríamos seguir con este camino. En principio no nos interesa tocar para Movistar o Coca-Cola. No tiene nada de malo hacerlo, pero nosotros ya rondamos los cuarenta y estamos en ésta. Es como un rechazo natural. Si lo planteamos fríamente capaz que tocamos, pero naturalmente nos sale decir que no”, sonríe el cantante.

Si bien la banda está asentada con una formación estable, les llevó mucho tiempo lograrlo. De hecho, las “cachetadas constantes” que recibieron ante la caída de distintos miembros (un plantel extensamente detallado en su página web) los llevó a plantear un mensaje en su obra: “Tenemos la idea de que siempre se puede estar mejor y salir adelante”, dicen orgullosos.

Con vistas a la grabación de su tercer disco, paran la pelota y reflexionan sobre la actualidad del rock desde esa biografía barrial. “Creo que antes de Cromañón había un auge de bandas de rocanrol. Post Cromañón empezó a caer, aunque venía de algo muy grande, y le costó renovarse, en parte porque hubo mucho ingreso del mestizaje en el rock con candombe y músicas latinas. Pero lo que es el rock conservador, el rocanrol, no se consumía tanto y se dejó de hacer. Ahora me parece que bandas como nosotros y otras más lo están reivindicando. Me gusta el mestizaje y todo lo que se fue dando, pero La Escuela nace con la premisa del rocanrol y apostamos a eso. Siempre pensé que este género es tan fuerte que se puede apagar un poco, pero siempre vuelve y busca su lugar otra vez”.

* Sábado 7 en Cultura del Sur, Meeks 1066, Temperley. A las 23.