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Jueves, 5 de junio de 2014

DANNY MACASKILL EN EPECUéN

Bicivolador

El joven as del piñón fijo recorrió el pueblo fantasma para una película.

 Por Mariano Verrina

El extenso maratón de Los Simpson ya curó la resaca y da paso a una típica película de fin de semana. Esta vez no es un perro que juega al básquet ni la heroica historia de un yanqui que la rompe al béisbol, pero el molde es igualmente básico. Un pibe. Rubio. Zarpado de rubio. Ama andar en bici y estar con amigos. Es más, arregla, construye y mejora sus propias bicis. Se anima a hacer acrobacias por el barrio. Y sueña ganarse la vida haciendo lo que más le gusta.

La historia, en este caso, es real. Y el protagonista es Danny MacAskill. Un escocés rubio, zarpado en rubio, al que en 2009, con 23 años, le cambió la vida. Subió a YouTube un video de street trial (Inspired Bicycles) con piruetas increíbles al ritmo de The Funeral (Band of Horses). Explotó de visitas. De un día para el otro, las marcas más importantes llamaron a su puerta y él dejó el taller para seguir haciendo lo que le copaba, ahora como un trabajo. “Lo que yo quiero es mostrar el control, la concentración y mi manera de andar en una bici. No me importa tanto demostrar riesgo. Para mí andar en bici es como caminar”, dice.

En la mesa hay un par de botellas, vasos y un grabador. Danny no puede contenerse: los va moviendo como si fuera un director técnico obsesivo hablando de estrategias futboleras. Mira por la ventana, ve una escalera y se imagina posando las ruedas en esa baranda. “Cuando llego a una ciudad lo primero que hago es mirar las estructuras, los edificios. Y pienso dónde hacer las mejores pruebas. ¿Qué obstáculos tengo? ¿En qué árbol me puedo subir? Voy mirando hacia arriba en lugar de adelante.”

En Argentina, además de dar unas vueltas por la Plaza San Martín encontró un lugar ideal: Epecuén, un pueblo al oeste de la provincia de Buenos Aires que fue arrasado por una inundación. Las ruinas sirvieron de escenario perfecto para Danny, y el video está colgado en redbull.com.ar.

Su propuesta tiene una interesante vuelta de tuerca, ya que no sólo logra captar la atención con sus impresionantes pruebas sino que genera una estética armoniosa con los planos, las luces y la música. Para Imaginate, otro de sus reconocidos videos, se tomó dos años para recrear con bloques gigantes su habitación de la infancia, y para realizar allí sus acrobacias.

De pedalear al colegio a ser llamado por Hollywood, llevar la antorcha olímpica o protagonizar el anuncio de un nuevo Volkswagen. “Todo comenzó para impresionar a las chicas”, confiesa mientras acomoda su visera. Y cierra de manera perfecta el círculo.

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