”Tocame el pelo, mirá qué sedoso.” No es un aviso de champú dos en uno sino plena charla con Luciana Segovia, voz líder de Cirse desde hace diez años. Y sí, es cierto, lo tiene sedoso. “El rock es machista desde siempre, por eso me teñí para que nos recuerden como la banda de la minita del pelo violeta”, afirma. Su grupo teloneó a Metallica en el Estadio Unico de La Plata y ella puede alardear de que se plantó frente a 30 mil metaleros chivados sin ligar un solo monedazo. “Podía pasar cualquier cosa pero la verdad es que nos aplaudieron muchísimo; el segundo día los de Metallica nos vinieron a saludar al camarín y a preguntar si la habíamos pasado bien.” Mañana y el domingo tocan sus tres discos en The Roxy.

La cantante de Cirse tiene estampa de estrella de rock y así se comporta en el escenario: corre a lo Axl Rose (pero sin sobrepeso), salta, baila, cabecea como un chabón y, según ella misma, es “una de las pocas minas que se anima a tirarse al público”, para delicia de los suertudos que siempre se ponen contra la valla. “En el vivo del rock and roll no existe entrega parcial, es una entrega total”, jura Segovia, que escribe todas las canciones y se gana la vida dando clases de canto. Su cabellera es más lila que violeta–casi parece una heroína de animé– y tiene un pañuelo negro con calaveras al cuello.

Cirse arrancó como una banda de amigos y hoy es un proyecto de doce personas que se la pasa girando por el interior (pasaron por Rosario, Santa Fe, Paraná, Río Cuarto; tocaron en el Cosquín Rock y ahora van por Venado Tuerto, Bahía Blanca, Córdoba y Gualeguaychú). En los primeros años viajaban en una vieja furgoneta Volkswagen, apodada “Norma”, que terminaron fundiendo de tanto andar. “Ahora es distinto, nos pagan el pasaje”, aclara. En Capital, la banda se viene guardando para los dos shows de este fin de semana, en que van a tocar sus tres discos completos: Bipolar, Imaginario y Rompiente, los tres grabados en forma independiente. Si el primero tiene cierta influencia de Evanescence, el segundo se acerca más a grupos como Paramore y el último merodea el punk. En todos hay un poco de grunge, metal, pop y semihardcore. Las canciones son rifferas y empastan muy bien con la voz femenina.

Como telonero, el grupo tiene mucha experiencia: abrió los shows de Incubus, Dave Matthews Band, Duran Duran, Paramore y Avril Lavigne. “Cuando arrancamos, hace diez años, no sabíamos a quien queríamos parecernos”, explica Segovia, y recuerda que en el primer festival en el que tocaron, que cerraba A.N.I.M.A.L., era la única mujer de la grilla al frente de una banda. “Creo que abrimos el camino a un montón de grupos con cantantes femeninas y demostramos que nosotras también podemos rockearla con una banda arriba del escenario”, asegura.