DOCE AñOS CON EL “CUCACU” REGGAE
Anda de fiesta el combo mestizo que busca “canciones que se puedan agitar”.
› Por José Totah
El Negro Albores anduvo entregando pedidos toda la mañana. Repartió en varios locales de Palermo las velas artesanales que fabrica con su mujer. “La música no me da plata, pero es la actividad principal de mi cabeza porque siempre pienso en canciones”, dice el cantante y guitarrista de Aminowana, una banda de rock con pata reggaera de Vicente López, que tiene tres discos encima y está festejando sus 12 años. Enfrentado a un tostado y una coca (“Me la paso comiendo todo el día, mirá como estoy”, reconoce), Albores saca a relucir el discreto encanto de los descreídos. A saber: no espera ganar su primer millón, ni compartir escenario con la banda del momento, ni mucho menos hacerse famoso y tener un camarín de princesas para servirse a discreción. “Si no lo hacés por gusto, abandonás”, afirma, y dan ganas de darle una palmada y pedirle que no afloje, que la causa es noble.
Hace más de una década que Aminowana se sube a los escenarios con un mezcladito de reggae, rock, ska, punk y hip hop, con serias influencias de Mano Negra, Todos Tus Muertos y Sumo. “También tenemos un par de cumbias, pero nuestra base siempre es el cucacu del reggae”, describe Albores, que compone junto a Vato Santillán, el otro cantante. El cucacu vendría a ser, en la jerga de la banda, la cadencia obligada que hace el teclado en el reggae, y que Aminowana usó en sus tres discos: Hoja savia, Ami (producido, grabado, mezclado y masterizado por Goy Ogalde y Lucas Villafañe, de Karamelo Santo) y Acá estamos, en el que participaron Sergio Colombo, Maikel de Kapanga y El Tano, cantante del grupo español Microguagua.
El grupo compartió escenario con Nonpalidece, TTM, Kapanga, Las Manos de Filippi, Dancing Mood, Alika, Dread Mar I y Resistencia Suburbana, y viene de girar por San Juan, Mendoza y hasta Ushuaia, en el marco del Festival Ushuaia Rock. “Nada me hace más feliz que subir al auto y salir a tocar adonde sea.” A la hora de componer, Albores cuenta que lo primero que piensa es en hacer bailar a la gente, “que las canciones se puedan agitar”.
A Aminowana no le va mal, lleva bastante gente a los shows, sobre todo en Zona Norte, y hace semanas llenó Niceto. Pero antes de Cromañón, hacía fiestas para 600 personas que iban muy bien. “Ahora te violan con los arreglos”, acusa el cantante. ¿Y qué espera a futuro? Otra vez, con los pies sobre la tierra, resuelve: “¿Qué espero? Que cuando sea grande mi hijo me mire y me diga: ‘Qué bueno que hiciste música’. Sería lo máximo”.
* Viernes 22 de agosto en City Bar, Fondo de la Legua 2550, Martínez. A las 21.
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