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La influencia que la hermana mayor de una amiga puede tener sobre una niña de 11 años es descomunal. Si a esa edad los padres son el enemigo, el adolescente más cercano se convierte en modelo a seguir. ¿Quién no hizo lo imposible por pertenecer al grupo de “los grandes”? La historia de Tavi Gevinson arranca en el cuarto de la hermana de una compañerita, una tarde a la salida del colegio en Oak Park, Illinois. Era el año 2007 y los blogs de moda empezaban a estar... de moda. De repente, Tavi tenía una misión: iba a convertirse en “fashion blogger”.

En marzo de 2008 posteó por primera vez en TheStyleRookie.com. “Hola, soy nueva en esto”, dijo. “Me interesan el modelaje y el diseño. Quizá suba algunas fotos en el futuro.” Las fotos no tardaron en llegar. Sola, con amigas, frente a un espejo, en el fondo de su casa, probaba looks y los comentaba. En 2009 visitaban el blog unas 30 mil personas por día. La niña se convirtió en sensación. Las revistas no sólo la entrevistaban sino que se peleaban por tenerla escribiendo en sus páginas. Fue invitada a la Semana de la Moda en París y Nueva York. Mezcla de icono teen y bicho raro, Gevinson estaba en la cima con apenas 13 años. Y entonces llegó el punk.

Desde la primera fila de los desfiles, Tavi conoció muy rápido lo mejor y lo peor del mundo de la moda. Siempre había sido una chica de carácter fuerte, pero desde que se acercó al punk y al movimiento “riot grrrls”, las preguntas se multiplicaron. Kathleen Hanna, líder de Bikini Kill, se convirtió en su espejo (de hecho, Gevinson es una de las entrevistadas en The Punk Singer, el documental sobre Hanna que se pudo ver en el último Bafici). A los 14 ya se definía como feminista: “Las mujeres somos complicadas y multifacéticas, pero no porque estemos locas sino simplemente porque somos personas”, decía un par de años más tarde en una conferencia TED.

Ese tipo de pensamiento fue el que en 2011 la llevó a fundar RookieMag.com, publicación online para chicas adolescentes que todavía dirige. Es una web genial. Lejos del canon de las revistas “para chicas”, Tavi y sus colaboradoras (muchas adolescentes) le escapan permanentemente al lugar común y evitan subestimar a sus lectoras. Las notas pueden ir desde consejos de maquillaje a partir del estilo de líderes de sectas religiosas (¿no es la mejor idea del mundo?) hasta una charla con Jon Hamm, protagonista de Mad Men, para la sección “Ask a Grown Man”. Esta variedad de ideas emparienta a Gevinson con otras figuras que en los últimos años están dando vuelta el concepto de “mujer exitosa”, como Lena Dunham, Miranda July o Lorde, que no casualmente forman parte de su círculo de amistades.

Hoy, con 18 años, la adolescente más influyente de Estados Unidos empieza a enfrentar el desafío de qué hacer cuando esa adolescencia termine. Seguramente seguirá siendo una gran editora. En paralelo, ostenta una incipiente carrera como actriz en Hollywood (trabajó en Sobran las palabras, protagonizada por Julia Louis-Dreyfus y James Gandolfini) y en Broadway, donde comparte cartel con Michael Cera en This is our Youth. Tavi Gevinson: habrá que acostumbrarse a ese nombre.